Mi hermosa princesa

Capítulo 9

En la mañana siguiente

Daniel: es demasiado hermoso tenerte entre mis brazos. Será mejor que despiertes, porque no quiero que se nos haga tarde para empezar este día.

Ella abre sus ojos lentamente al momento de escuchar la voz de su futuro esposo. Amelia no podía evitar ver sus lindos ojos y más cuando se veía reflejado en ellos

Amelia: lo siento tanto. Debí despertarme más temprano, nada más quiero que me dejes darme una ducha y después de eso estaré lista.

Daniel: quiero que te tomes el tiempo que necesites. Solamente lo hice para verte despertar, pero en el desayuno te voy a presentar a mi hermano, porque es el único que falta que conozcas de mi familia.

Amelia: está bien y estaré encantada de conocerlo. Espero que él no sea igual que mi hermana que lo único que le interesa son las apariencias.

Daniel: eso lo comprobaras cuando te presente ante él. Además, no voy a permitir que absolutamente nadie te haga sentir mal, porque ahora y siempre serás mi mujer.

Ella se levanta de la cama y entra al baño a tomar una ducha. Amelia sentía la mirada de él cuándo lo hizo, ella tiempo después sale del baño y se da cuenta de que Daniel no estaba en la recámara, entonces se acerca a su clóset y elige una blusa color rosa y una falda larga color azul para después ponerse la ropa. Ella se acerca al tocador para posteriormente empezar a peinarse y por último se hace una trenza, solo que ella no se dio cuenta cuando Daniel entro a su recámara  

Amelia: al fin he terminado y ahora tengo que esperar a que el venga por mí. Definitivamente Daniel me hace feliz con tan solo sentirlo cerca.

Daniel: yo también me siento feliz con que estés a mi lado y lamento si te asuste. Precisamente he venido por ti para que bajemos a desayunar con mi familia y no me encontraste cuando saliste, porque me estaba dando una ducha en la recámara que está a lado.

Amelia: esa es la razón por la cual no estabas cuando salí. Ahora debo de darte las gracias por haberlo hecho, sino me hubiera dado mucha vergüenza contigo.

Daniel: te dije que te iba a respetar y lo voy a cumplir solo por ti. Nada más que cuando nos casemos nos comportaremos como marido y mujer.

Amelia: no entiendo lo que me tratas de decir en este momento. Pero sé que cuando se llegue ese día me lo vas a explicar y lo único que hare será escucharte.

Daniel: con mucho gusto lo hare. Solamente que durante este tiempo te daré besos y nos comportaremos como si fuéramos novios.

Ellos salen de la recámara tomados de la mano para después bajar las escaleras y tiempo después llegan al comedor donde estaban todos reunidos para poder empezar a desayunar

Catalina: al fin que todos estamos reunidos. Será mejor que se sienten y después de que terminemos de desayunar le presentaras a tu hermano.




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