Sebastián: mi esposa, tiene razón. Además, mi hijo mayor el día de ayer llego de su viaje y que mejor que Daniel para que lo haga, así que lo primero que haremos será desayunar.
Ellos toman asiento y empiezan a desayunar, pero su hermano nada más de repente se le quedaba viendo. El no entendía cómo sus padres fueron capaces de hacerle esto a Daniel. Ahora lo único que esperaba era poder elegir a su esposa, él sabía que eso era imposible y tiempo después terminan de desayunar
Daniel: ahora que hemos terminado llego el momento de presentarte a mi hermano. Él se llama Humberto Johnson Evans y ella es mi Amelia, mi futura esposa.
Amelia: encantado de conocerlo. Espero no molestarlo con mi presencia y se perfectamente que no se imaginaba que la prometida de su hermano fuera fea.
Humberto: igualmente, pero no tengo porque molestarme. Si usted será la esposa de mi hermano y solamente quiero hablar con Daniel.
Amelia: entonces nos veremos más tarde, Daniel. Seguramente tu hermano quiere decirte algo muy importante y no te preocupes por mí, porque estaré con mi nana en el jardín.
Ellos se levantan de sus asientos y él se despide de Amelia para después hacerlo con sus padres. Él no quería dejarla sola y se preguntaba qué era lo que quería su hermano. Ellos se dirigen al despacho y cuando lo hacen se sientan, además ellas a los pocos minutos llega al hermoso jardín de la casa
Daniel: me puedes decir que es lo que quieres. Sera mejor que lo hagas, porque necesito estar a su lado y de una vez te digo que no voy a permitir que hables mal de ella.
Humberto: por supuesto que no lo hare. Nada más que no creo que te llegues a casar con ella y no la debes de ilusionar con una boda que no se va a realizar.
Daniel: me voy a casar con ella. Porque Amelia es mi mujer desde el primer momento en que la vi, aunque no la elegí, pero la quiero.
Humberto: en verdad quieres casarte. Solamente que si cambias de opinión yo lo puedo hacer por ti, necesito decirte que ella tiene algo demasiado especial que me conmovió.
Daniel: jamás hubieras dicho algo como eso. Estoy seguro de que no te gustara verme enojado y si escucho otro comentario como ese no me voy a poder controlar.
Humberto: lo lamento y eso no volverá a pasar. Ahora debes de cuidarla, espero que algún día la hagas feliz y en toda mi vida nunca te había visto celoso.
Daniel: siempre hay una primera vez para todo. Porque nunca voy a permitir que alguien más ponga sus ojos en mi futura esposa, así que ya lo sabes.
En el jardín
Amelia: él es todo un caballero conmigo. Eso se lo agradeceré toda mi vida y pensaba que solo existían en los libros que siempre había leído.
Nana: todavía existen los caballeros, mi niña. Espero que él te respete hasta el matrimonio, porque seguramente duermen en la misma recámara.