Mi hermosa princesa

Capítulo 10

Sebastián: mi esposa, tiene razón. Además, mi hijo mayor el día de ayer llego de su viaje y que mejor que Daniel para que lo haga, así que lo primero que haremos será desayunar.

Ellos toman asiento y empiezan a desayunar, pero su hermano nada más de repente se le quedaba viendo. El no entendía cómo sus padres fueron capaces de hacerle esto a Daniel. Ahora lo único que esperaba era poder elegir a su esposa, él sabía que eso era imposible y tiempo después terminan de desayunar

Daniel: ahora que hemos terminado llego el momento de presentarte a mi hermano. Él se llama Humberto Johnson Evans y ella es mi Amelia, mi futura esposa.

Amelia: encantado de conocerlo. Espero no molestarlo con mi presencia y se perfectamente que no se imaginaba que la prometida de su hermano fuera fea.

Humberto: igualmente, pero no tengo porque molestarme. Si usted será la esposa de mi hermano y solamente quiero hablar con Daniel.

Amelia: entonces nos veremos más tarde, Daniel. Seguramente tu hermano quiere decirte algo muy importante y no te preocupes por mí, porque estaré con mi nana en el jardín.

Ellos se levantan de sus asientos y él se despide de Amelia para después hacerlo con sus padres. Él no quería dejarla sola y se preguntaba qué era lo que quería su hermano. Ellos se dirigen al despacho y cuando lo hacen se sientan, además ellas a los pocos minutos llega al hermoso jardín de la casa

Daniel: me puedes decir que es lo que quieres. Sera mejor que lo hagas, porque necesito estar a su lado y de una vez te digo que no voy a permitir que hables mal de ella.

Humberto: por supuesto que no lo hare. Nada más que no creo que te llegues a casar con ella y no la debes de ilusionar con una boda que no se va a realizar.

Daniel: me voy a casar con ella. Porque Amelia es mi mujer desde el primer momento en que la vi, aunque no la elegí, pero la quiero.

Humberto: en verdad quieres casarte. Solamente que si cambias de opinión yo lo puedo hacer por ti, necesito decirte que ella tiene algo demasiado especial que me conmovió.

Daniel: jamás hubieras dicho algo como eso. Estoy seguro de que no te gustara verme enojado y si escucho otro comentario como ese no me voy a poder controlar.

Humberto: lo lamento y eso no volverá a pasar. Ahora debes de cuidarla, espero que algún día la hagas feliz y en toda mi vida nunca te había visto celoso.

Daniel: siempre hay una primera vez para todo. Porque nunca voy a permitir que alguien más ponga sus ojos en mi futura esposa, así que ya lo sabes.

En el jardín

Amelia: él es todo un caballero conmigo. Eso se lo agradeceré toda mi vida y pensaba que solo existían en los libros que siempre había leído.

Nana: todavía existen los caballeros, mi niña. Espero que él te respete hasta el matrimonio, porque seguramente duermen en la misma recámara.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.