Capítulo 12

Amelia: te creo y pienso que hubiera sido mejor que viniera con tu madre el día de mañana. Porque si nos vamos a casar en dos semanas, necesitare su ayuda al momento de elegir mi vestido y tampoco debo de olvidar a mi nana.

Daniel: necesito decirte que este día te lo dedicare solamente a ti, ya que mañana lo más seguro es que te vea hasta en la tarde y eso significa que te voy a extrañar.

Ella se sonroja cada vez que la veía, ellos tiempo después llegan a un centro comercial. El estaciona el auto para después bajarse y poder ayudar a su prometida hacerlo. Él toma su mano cuando entran y Amelia sentía la mirada de las personas que estaban en ese lugar

Amelia: seguramente todas las personas que se nos quedan viendo pensando que soy un pariente lejano de tu familia. Jamás nadie se imaginaria que seré tu esposa.

Daniel: es que nadie más sabía de nuestro compromiso y en estos días será anunciada nuestra boda, así que todos lo sabrán a su debido tiempo.

Amelia: estoy segura que ellos se preguntarán el motivo por el cual te vas a casar conmigo de esta manera tan inesperada. Pero lo único bueno de esto es que siempre estaré en la casa.

Daniel: no tendrás la misma vida que tenías antes. Porque saldremos a conocer diferentes lugares y no te quedaras encerrada. Solamente deberás de ocupar el lugar que te corresponde como mi esposa y llego la hora de entrar a las tiendas de ropa.

Ellos entran y eso era prácticamente nuevo para ella. Además, la mayoría del tiempo no salía a ninguna parte y su madre casi no se lo permitía

Amelia: mi manera de vestir es demasiado conservadora. No me gustan como se visten las jóvenes de mi edad, prefiero vestirme como si fuera una monja y de eso ya te distes cuenta por ti mismo.

Daniel: si debo de admitir que me agrada tu manera de vestir. Me gusta ser el único que podrá admirar tu belleza, aunque no creas que la tengas y será mejor que hagamos lo que venimos hacer al centro comercial.

Amelia: tienes razón. No quiero llamar mucho la atención que digamos y espero que los medios de comunicación no se den cuenta de nuestra presencia en este lugar.

Daniel: eso lo dudo mucho. Ellos no deben de tardar en llegar al saber de mi presencia y te lo estoy diciendo para que estés preparada.

Amelia: yo no estoy acostumbrada a nada de esto. Prefiero tener una vida tranquila y sobre todo nunca me ha gustado que me tomen fotos.

Daniel: tendrás que acostumbrarte. Porque eres mi esposa y siempre estarás a mi lado, pero lo único que no quiero es que vivas apartada de mí.

Amelia: todavía no soy tu esposa para que lo digas. Presiento que con los días te vas a dar cuenta del error que vas a cometer al casarte conmigo.

Daniel: porque te empeñas en decir siempre lo mismo. Ahora debemos de guardar silencio para que vayas a escoger toda la ropa que quieras.