Capítulo 13

Ella se separa de el para mirar la ropa que había en toda la tienda, pero ella jamás se vestiría de esa manera. Ella estaba acostumbrada a utilizar otro tipo de ropa, nada más que Daniel no le quitaba los ojos de encima y Amelia después de dar vueltas en la tienda escoge la ropa que iba a comprar

Amelia: no puedo creer que al fin termine. Debo de recordar que también tengo la ropa que traje de mi casa y no necesitare más.

Daniel: entonces si es así ya nos podemos ir a la casa. Solamente falta que page, pero afuera del lugar están los reporteros y debemos de irnos.

Amelia: ellos definitivamente no saben quién soy yo. Además, como son reporteros en la tarde sabrán el motivo del porque estoy en esta ciudad.

Daniel: quiero que te tranquilices, por favor. Ahora mismo te presentare ante ellos como mi prometida para que no se imaginen algo que no es.

Amelia: está bien, espero que ninguno de ellos me haga una pregunta. Porque no sabría que responderle en ese preciso momento y preferiría que no lo hicieran.

Daniel: eso déjamelo solamente a mí. Pero no pienso dejar que nadie te moleste con sus preguntas sin sentido como saben hacer.

Amelia: muchas gracias, Daniel. Siento que este no es el mundo donde pertenezco y que estoy viviendo una fantasía creada por mí.

Él solo la escuchaba y le iba a ser saber a ella que su vida juntos no era simplemente una fantasía. Él se dirige a la caja y paga todo lo que había escogido Amelia, ellos salen de la tienda con sus bolsas. Nada más que de repente los reporteros empezaron a preguntar ¿Quién era ella?, ¿Cómo se llamaba?, ¿De dónde era?

Daniel: contestare a sus preguntas. Ella es mi futura esposa y se llama Amelia Andersen Smith y es todo lo que diré sobre ella, pero no quiero que vuelvan a seguir cuestionándome y mucho menos a mí hermosa princesa, ahora si nos permite nos tenemos que ir.

Ellos se van al estacionamiento y cuando lo hacen, Daniel ayuda a su prometida a subir al auto. Entonces antes de hacerlo el sube las bolsas de compras de Amelia y cuando termina de hacerlo se termina subiendo y de esta manera se dirigen hacia su destino

Amelia: jamás me imagine que mi vida fuera a cambiar de la noche a la mañana. Prácticamente toda mi vida me la pase encerrada en mi casa y me acostumbre a eso, seguramente después de nuestra boda seré el centro de atención de las personas.

Daniel: quiero que olvides esa vida que tuviste al lado de tus padres. Porque ahora solo existimos tu y yo, solo que eso será lo único que no dejare que olvides.

Amelia: muchas gracias, Daniel. Solamente que se te olvido algo muy importante y es que no me compraste mi anillo de compromiso.

Daniel: por supuesto que no se me olvido, mi hermosa princesa. Además, mientras estábamos en la tienda de ropa hable por teléfono con el joyero de la familia para que podamos ir a ver todos los anillos y así voy a poder escoger el que más me guste y sobre todo que sea especial para ti.