Capítulo 14

Amelia: podrías dejar de decirme así, por favor. Seguramente van a pensar que soy una princesa de verdad y nunca se ha visto que una princesa sea fea.

Daniel: para mí siempre lo serás. No me importa tu apariencia, ya que la belleza con el tiempo se marchita y estoy feliz de casarme contigo.

Amelia: te prometo que ya no hablare de esto. Nada más que sería un sueño que algún día te enamoraras de mí, prefiero no hacerme ilusiones contigo.

Daniel: yo soy el primero que está ilusionado con nuestra boda. Ahora sé que puedo llegar amarte y el tiempo será testigo de mi amor por ti.

Ella se sonroja y no sabía que decirle ante esta declaración. Él no podía evitar observarla por unos instantes, ellos tiempo después llegan y Daniel la ayuda a bajar del auto para poder entrar a la tienda que dirigía el joyero de su familia llamado Fabián y así lo hacen

Amelia: seguramente en este lugar debe de haber joyas realmente hermosas. No creo merecer ninguna de ellas y además no las necesito.

Daniel: te pienso comprar todas las joyas que te hagan falta. Primero vamos a empezar con tu anillo de compromiso y después seguirán las otras.

Amelia: el anillo te lo acepto, pero las otras no. Jamás he necesitado nada de esto y lo único que tengo son mis aretes que tengo puestos.

Daniel: me tendrás que aceptar todo lo que te pienso regalar. Solamente recuerda que eres mi esposa y no quiero oírte decir que no lo eres.

Amelia: está bien, entonces llego el momento de que escojas el anillo para mí. Además, mi nana debe de estar preocupada, ya que no hemos llegado a la casa.

El escoge el anillo de una manera detenida. Porque tenía que ser perfecto para ella, hasta que al fin ve un precioso anillo y sabía que ese era el indicado para regalárselo

Daniel: quiero que me muestres este Fabián. Pero antes de comprártelo necesito saber si le queda a mi futura esposa, sino para elegir otro.

Fabián: está bien, señor Johnson. Nada más que este es un anillo único y representa el amor verdadero, espero que sea de su agrado.

Amelia: no sabía que los anillos tenían un significado. Estaré encantada de tenerlo, porque me lo regalaste y mucho más por lo que significa.

Daniel: solamente faltaría que te lo ponga en tu dedo para saber si es el correcto. Ahora gracias a eso sabré si hice una buena elección.

Él toma el anillo y se lo empieza a poner en su dedo. Daniel sonríe al darse cuenta de que le había quedado a la perfección, porque ya no tenía que buscar más

Amelia: se ve demasiado bonito para mí. Siento que no lo merezco, pero esta joya debió de ser para alguien más y yo soy la menos indicada para tenerlo.