Mi hermosa princesa

Capítulo 15

Daniel: eres la única que tiene derecho de usarlo. No quiero oír ninguna palabra sobre eso y debemos de irnos a nuestra casa para poder decirles a mis padres que he adelantado el día de la boda.

Fabián: fue un gusto tenerlos por aquí. Seguramente no tardaran mucho tiempo en volver y esta vez me gustaría ir a dejarle la joya personalmente a su casa.

Daniel: tiene razón y mi esposa merece tener todo lo que ella quiera. Espero que los reporteros no se hayan atrevido a seguirnos hasta aquí, pero quieres llevarte el anillo puesto o quieres que te lo de en presencia de mi familia como debe de ser.

Amelia: no creo que ningún reportero lo haya hecho. Porque les aclaraste sus dudas y quisiera llevármelo puesto, ahora me siento como si fuera tu prometida.

Él sonríe ante ese hecho, solo faltaba ese símbolo para que la sintiera suya. Daniel le paga al joyero de la familia y se despiden de él para después salir de la tienda. Ellos se suben al auto y se dirigen rumbo a su casa, tiempo después llegan y se bajan del auto para posteriormente entrar a su casa

Daniel: iré hablar con mi padre a su despacho por lo mientras que te quedas con tu nana. No quiero separarme de ti, pero necesito hacerlo.

Amelia: entonces te esperare en la sala. Solamente que, si no me encuentras ahí, estaré en mi recámara descansado de este día de compras.

Daniel: es nuestra recámara y quiero estar contigo cuando lo hagas. Necesito decirte antes de irme que me gusta que me veas con tus hermosos ojos, no sabes cuánto te necesito en mi vida y al fin he comprendido que mi destino eres tú.

Él se despide de ella con un beso en la frente y cuando lo hace Amelia se va a sentar en la sala para poder hablar con su nana tranquilamente

Amelia: estoy feliz, nana. No puedo creer la decisión tan repentina que tomo Daniel, ahora quiere que nos casemos en dos semanas.

Nana: esa sería una boda demasiado apresurada. Además, los invitados pensaras que se casa contigo por obligación y nosotros sabemos que no es así, mi niña.

Amelia: tienes razón, eso ya lo había pensado antes. Él ya me dio mi anillo de compromiso y él se tomó la molestia de escogerlo especialmente para mí.

Nana: eso quiere decir que él te quiere. Parece que tu futuro esposo se terminara enamorando de ti antes de que se celebre la boda.

En el despacho

Daniel: quiero decirte que me caso dentro de dos semanas, padre. No necesito esperar un mes para poder hacerlo, porque yo la quiero y al fin lo puedo aceptar.

Sebastián: en ese sentido te pareces tanto a mí, Daniel. Nada más que tu madre quería que tuvieras una hermosa boda como te lo mereces por ser nuestro hijo y lo único que faltaría es hablarles a sus padres para anunciarles su boda.




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