Capítulo 22

Humberto: mi padre debe de cumplir con su palabra. Pero después de tu boda seguirá la mía con Regina y quiero que mi futura esposa sea feliz.

Sebastián: ahora que voy a ser si mis hijos son exactamente a mí en carácter. Eso es un castigo por querer cambiar esa parte de ellos y espero que cuando se casen puedan cambiar para bien.

Ellos empiezan a desayunar, nada más que tiempo después terminan. Daniel y ella se levantan de sus asientos y se dirigen hacia la salida llegando al fin el momento de despedirse

Amelia: será mejor que cada quien se vaya a su destino. Ahora yo también te pido que te comportes, porque no quiero cambiar de prometido.

Daniel: sabré hacerlo debidamente. Recuerda que en dos semanas serás realmente mi esposa ante los ojos de los demás y de esa manera nadie podrá alejarte de mí.

Amelia: definitivamente sabes lo que quieres. Pensé que ibas a permitir que me casara con tu hermano, pero siempre me demuestras todo lo contrario.

Daniel: tengo razones para hacerlo. Solamente que ya sabes cuales son, pienso repetir esas palabras hasta que me creas y saldremos a cenar en la noche tú y yo.

Amelia: me estas invitando prácticamente a una cita. Además, no es necesario que salgamos, ya que sabes perfectamente que escuchare todo lo que me tengas que decir.

Daniel: no podemos tener nuestra primera cita en casa. Solamente que eso está decidido y tengo todo el día para pensar en una bonita sorpresa para ti.

Amelia: está bien, Daniel. Ahora sí necesito despedirme, porque tu madre y sobre todo mi nana me están esperando en el auto para poder irnos a comprar mi vestido.

Daniel: tienes razón. Seguramente cuando llegue del trabajo ya te encontrare en casa y cuando entre quiero que vengas a mí con una hermosa sonrisa.

Amelia: me estas pidiendo que te regale una sonrisa. Eso lo puedo hacer y espero que nunca cambies conmigo después de que pase el tiempo.

Daniel: el verdadero amor jamás puede cambiar. Siempre viviré enamorado de ti como la primera vez en que nuestras miradas se encontraron.

Ella se despide de Daniel con un beso en la mejilla y él ayuda a su prometida a subirse al auto. Él no se mueve de su lugar hasta que la ve alejarse y después él se sube a su auto para dirigirse a su empresa

Catalina: definitivamente mi hijo te ama. Nada más que me imagino que ya hablo de sus sentimientos contigo, pero ellos se parecen tanto a mi esposo con lo de ser demasiado impulsivo y cuando lleguen sus hijos el cambiara.

Amelia: eso lo dudo mucho, porque él siempre lo será. Solamente debemos de complementarnos para que nuestro matrimonio funcione.

Catalina: él sabrá hacerlo con tal de que seas feliz. Daniel ha demostrado que te quiere y espero que el amor se haga presente en tu corazón.