Mi hermosa princesa

Capítulo 24

Ella se despide de Daniel para después colgar y cuando lo hace, Amelia se lo da a su suegra. Ella en todo el camino iba feliz y no se da cuenta cuando llegan, el chofer las ayuda a bajar del auto y a los pocos minutos entran a la casa, pero lo primero que hacen es tomar asiento en la sala

Catalina: este día fue demasiado para mí. Pero no debo de olvidar que se casa mi primer hijo y la boda debe de ser perfecta para ustedes y me pregunto si Humberto ya hablaría con la familia de su prometida.

Amelia: seguramente no tardara en hacerlo. Él desde lejos se ve el amor que siente por su prometida y el amor no se puede ocultar.

Catalina: mi esposo fue el primero en darse cuenta del amor que le profesaba a ella. Además, todos pensamos que no iba aceptar casarse con ella por su discapacidad.

Nana: el amor es un sentimiento hermoso y el corazón no se fija en nada de eso. Porque lo único que quiere es amar por primera vez.

Ellas estaban conversando, pero de repente llega Humberto y las escucha. Él se queda en silencio unos cuantos minutos hasta que decide hablar

Humberto: por lo que me doy cuenta llegue más temprano. Solamente que el único que te puedo contestar esa pregunta soy yo madre y la razón de que haya llegado a esta hora es que fui hablar con mi prometida.

Catalina: necesito saber si hiciste las cosas bien, por favor. Nada más que tu sonrisa me dice todo lo contrario y quiero que me lo digas antes de que tu padre se entere.

Humberto: tranquilízate, madre. Pero lo primero que hice fue hablar con mis suegros y les deje demasiado en claro que me casaría con ella y por último hable con Regina, además estoy feliz porque tuve la oportunidad de darle un beso.

Catalina: no pudiste esperar el momento más adecuado para hacerlo. Nosotros como tus padres nos correspondida ir contigo para hablar con ellos.

Humberto: tenía que hacerlo de esa manera. No iba a permitir que alguien más se casara con ella y mucho menos que Matías se hiciera ilusiones con mi prometida.

Catalina: eso lo hiciste impulsado por los celos que siempre has tenido. Acuérdate de que ella será tu esposa y debes de ser paciente, seguramente fue una sorpresa para ella que la besaras y lo único que espero es que tu padre no se enoje cuando se entere de lo que hiciste.

Humberto: por esa razón les dije que iría a visitarla. Además, no me arrepiento de lo que hice, porque después de tantos años viviendo enamorado de ella tuve la oportunidad de besarla.

Catalina: entonces hablaras con tu padre cuando llegue. Solamente iríamos a ver a los padres de tu prometida para fijar la fecha de la boda.

Humberto: está bien, madre. Ahora yo soy el más interesado en casarme lo antes posible, pero tengo que respetar la boda de mi hermano.

Catalina: menos mal que lo quieres hacer de esa manera. No quiero que ninguno de mis hijos se case en secreto y espero que no lo hagas.

Él sonríe y eso no le parecía una mala idea después de todo. Ellos siguen conversando hasta que llegan Sebastián y su hijo llegan, pero cuando lo hacen ellos los saludan y Daniel se acerca a ella con una hermosa flor que tenía en su mano. Amelia lo recibe con una sonrisa como él se lo había pedido para después darle su flor en sus manos




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