Mi hermosa princesa

Capítulo 25

Daniel: no puedo creer el tiempo que estuve separado de ti, mi hermosa princesa. Nada más que ese tiempo perdido lo compensaremos con nuestra primera cita.

Amelia: entonces déjame poner en agua la flor que me regalaste para después subirme a cambiar de ropa. Será mejor que la ponga en nuestra recámara y esta flor me recuerda a un verso que escribí hace años.

Daniel: solo que un día me tienes que decir ese verso. Además, estaré esperando a que bajes de nuestra recámara para poder irnos.

Amelia: si nos queremos ir temprano. Debo de hacerlo y necesito escoger un vestido que me guste para no sentirme fuera de lugar contigo.

Daniel: si lo haces por ese motivo. No será necesario que te cambies, porque para mí estás perfecta, así como estas y mi familia estará de acuerdo conmigo.

Ella se sonroja al darse cuenta de que nuevamente estaban hablando delante de su familia. Solamente que ellos siempre se olvidaban del mundo cuando estaban juntos, Amelia le da su flor a su nana para que la pongan en agua y le dice que cuando llegue ella subirá su flor a su recámara. Ellos se despiden de todos los presentes para posteriormente salir de su casa, Daniel ayuda a su prometida a subir al auto para hacerlo el también y de esa manera ellos siguen su camino

Amelia: antes de que lleguemos quisiera pedirte que me regalaras un libro, por favor. Necesito leer un libro de romance para soñar con el amor.

Daniel: te pienso comprar todos los que quieras. Necesitas recodar que ya no tienes ninguna necesidad de seguir soñando despierta, porque yo soy tu amor.

Amelia: en ese sentido, tienes razón. El amor es un sentimiento que se siente de repente, eso lo descubrí cuando me besaste en el jardín de mi casa, pero estamos siguiendo con la tradición de nuestras familias de casarnos y nuestro destino estaba decidido desde hace mucho tiempo.

Daniel: yo acepte mi destino sin tan siquiera conocerte. Además, estamos a punto de llegar y espero que te guste la sorpresa que te hice en el último momento.

Amelia: no era necesario que lo hicieras. Solamente hubiera querido estar contigo sin tener nada de esto, porque soy una persona demasiado sencilla y lo único que aprendí de mis padres es que el dinero no da la felicidad.

Daniel: estoy de acuerdo contigo. Definitivamente eso no da la felicidad, ya que mientras más tienen más quieren, pero en cambio mi familia me ha enseñado que eso no es lo más importante.

Amelia: nuestras familias son totalmente diferentes. Nada más que a mi madre lo único que le interesa son las cosas superficiales y el qué dirán de ella.

Daniel: ahora debemos dejar de hablar de nuestros padres. Porque al fin hemos llegado, solo que para nuestra primera cita elegí un restaurante y las que siguen serán en diferentes lugares.

Ella sonríe y Daniel se baja del auto para poder ayudarla a bajar. Él toma el brazo de su prometida y caminan hasta llegar al restaurante, ellos cuando lo hacen un mesero los hace pasar a su mesa y él se retira cuando los ve tomar asiento

Amelia: antes de que empecemos a comer me gustaría recibir mi sorpresa. Me imagino que al venir a este lugar tiene un propósito especial.




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