Daniel: eso ya está más que claro y eso lo sabemos perfectamente. Solamente que te puedo repetir cada uno de ellos por si hace falta.
Amelia: no será necesario que lo hagas. Nada más que ahora quiero irme a sentar y me pregunto a qué lugar saldremos esta noche.
Daniel: iremos a un lugar que menos esperas, pero cuando lleguemos te darás cuenta y solo te diré que te llevare a bailar a un lindo lugar.
Amelia: ese quiere decir que me vas a llevar a una discoteca y todo este tiempo nunca lo habías hecho. Aunque prácticamente no lo tuvimos.
Daniel: tienes razón y eso es mi culpa por querer apresurar nuestra boda. Además, casarnos era algo definitivo y eso ni tu ni yo lo podíamos cambiar.
Amelia: eras el único que tenías el poder de decidirlo. Solamente que yo no tengo ropa que ponerme para salir en la noche y la que tengo no me parece la adecuada.
Daniel: nunca te voy a pedir que cambies tu forma de ser, pero tampoco tu manera de vestir. Necesito que entiendes que me enamore de ti, porque siempre has sido una persona autentica y como estas vestida nos vamos a ir.
Amelia: definitivamente mi destino siempre serás tú. Aunque puede ser imposible que para la mayoría de las personas acepten que estemos enamorados por ser totalmente opuestos.
Daniel: tengo que aceptar que somos diferentes y eso es algo sin importancia para mí. Además, también aprendí a verte a través de tu alma.
Ella sonríe y Daniel toma la mano de su esposa para llevarla a la sala. Ellos a los pocos minutos llegan y toman asiento, solo que él no pierde la oportunidad de abrazarla
Amelia: nunca me cansare de agradecerte por amarme. Seguramente hacerlo jamás tuvo en tus planes y yo estaba dispuesta a darte tu libertad.
Daniel: no quiero una vida donde no estés tú en ella. Porque te has convertido en una persona especial a la que siempre amare sin importarme nada más.
Amelia: me gustaría poder dormirme entre tus brazos, así como estamos. Sería algo incómodo para ti hacerlo y mucho más si no tienes sueño.
Daniel: si tienes sueño debes de dormirte y algo que me gusta hacer es verte dormir. Ahora necesitas descansar, porque en la noche tenemos planes.
Ella se duerme entre sus brazos y al ver que estaba profundamente dormida. Daniel la carga para llevarla a su recámara y tiempo después llegan, el entra y cuando lo hace la acuesta en su cama. Él se sienta en un sillón y sonríe al recordar el momento en que la conoció, ella se despierta sintiendo que ya había pasado el tiempo suficiente para descansar
Amelia: creo que dormí más de la cuenta. Solamente quiero despertar bien para que nos vayamos y también faltaría peinarme y solo me hare una trenza.
Daniel: nunca me ha gustado que te hagas trenzas. Porque cuando tienes el cabello suelto te ves demasiado hermosa, pero no quiero que te lo dejes así sino te sientes a gusto.