Capítulo 43

Amelia: estoy lista para bailar nuevamente contigo. Espero que no pase lo mismo y si no me tendré que olvidar de esto y te agradeceré por haber intentado enseñarme.

Daniel: por supuesto que aprenderás y nunca debes de rendirte, mi hermosa princesa. Eso será lo primero que necesitas aprender y yo te ayudare.

Amelia: nuevamente, muchas gracias. Definitivamente nuestros padres nunca se equivocaron y nuestro destino siempre fue casarnos, porque solo conoceríamos la verdadera felicidad si estamos juntos.

Daniel: tienes razón. Porque ellos no se equivocaron y ahora no me puedo imaginar la vida si no estas a mi lado como mi amada esposa.

Amelia: siempre eres tan romántico. Nada más que lo único que no me gusto de nuestro compromiso es que fue por medio de un arreglo y no quiero que nuestros hijos pasen por eso.

Daniel: te prometo que ellos se casaran por amor. Jamás permitiré que se casen sin estar enamorados y nuestra historia es diferente.

Amelia: me gustaría saber en qué sentido es diferente y quiero escuchar tus palabras para saberlo. Pero eso ya lo sé y es porque me amas.

Daniel: conocerte fue demasiado especial y eso hizo que me enamorada de ti a primera vista, así que nuestro matrimonio será para siempre.

Amelia: me siento segura de que me amas. Solamente que el amor no se puede fingir y en tus ojos veo reflejado todo lo que sientes por mí.

Daniel: esa palabra la conocí únicamente a tu lado y no estoy dispuesto a que nadie se interponga en nuestra felicidad. Además, te pienso proteger también de tu propia familia.

Amelia: mi familia seguirá con su vida igual que siempre y siento que se olvidaran de mi con el tiempo. Nada más que nunca fui importante para ellos.

Daniel: estas equivocada en eso y siento que tendremos noticia de ellos muy pronto. Esta vez no voy a permitir que tu madre y tampoco tu hermana te hagan sentir mal.

Amelia: estoy acostumbrada a que lo hagan. No pienso dejar que me afecten sus palabras, si ahora lo único que conozco es la verdadera felicidad.

Él paga la cuenta al mesero y Daniel se levanta de su asiento para ayudar a su esposa hacerlo. Ellos se dirigen a la pista de baile para empezar a bailar y lo hacen siguiendo el ritmo de la música, ella de poco a poco seguía los pasos y esta vez lo hizo bien, ellos continuaron bailando hasta que se llegó el momento de volver a casa para después salir de la discoteca y de esa manera se dirigen a donde estaba su auto

Daniel: antes de subirnos al auto. Necesito decirte que la vida a tu lado será simplemente hermosa y estaré encantado de vivirla a tu lado.

Amelia: eso siempre lo he sabido. El amor es lo que te hace decir esas palabras tan maravillosas y sobre todo que me gustan tanto.