Capítulo 48

Amelia: entonces porque no lo hiciste. Además, nos hubiéramos evitado todo esto desde hace años y seguiríamos con nuestra vida de siempre.

Daniel: eso quedo en el pasado. Solamente que antes era un adolescente que no sabía lo que quería hacer con su vida y tuve tiempo suficiente para pensar en la decisión correcta, sabía que no debía hablarte de eso.

Amelia: tenías que decírmelo tarde o temprano. Ahora quisiera saber como piensas y necesito saber tu respuesta para darme cuenta de que no cometiste un error al convertirme en tu esposa.

Daniel: nuestro futuro juntos jamás será un error para mí. Eso lo dije sin pensarlo y como te dije antes era un adolescente, pero esta ante ti el hombre que te ama.

Amelia: sé que me amas y no es necesario que me lo aclares siempre que tengo dudas de nuestro amor. Nada más que es algo lindo darme cuenta de que en realidad soy importante para ti.

Daniel: por supuesto que eres la persona más importante en mi vida. Esa es la principal razón por la cual no quise esperar para casarme contigo.

Amelia: no podemos seguir conversando. Porque debemos de subirnos al auto y quiero que me permitas besarte tu mejilla como muestra de mi agradecimiento hacia a ti.

Daniel: me gustaría que no me lo agradecieras. Aunque prefiero que me des un beso en mis labios y se que este no es el momento oportuno para hacerlo.

El abre la puerta de su auto para ayudarla a subirse. Daniel también lo hace para poder dirigirse a la casa de sus padres, ellos tiempo después llegan y el ayuda a su esposa a salir del auto. Ellos empiezan a caminar hasta llegar a la puerta de la casa, pero el abre la puerta con una llave que tenía para que nadie de la servidumbre viniera abrirles. Amelia suspiraba cada paso que daba con el hasta que al fin llegaron donde se encontraban sus padres para después tomar asiento cerca de ellos

Sebastián: se perfectamente que eres un hombre hecho y derecho. Solamente que no debiste desaparecer con tu esposa sin avisarnos.

Daniel: tenia que darle una sorpresa a mi esposa que no podía esperar. Esa sorpresa consiste en que compre una casa para nosotros dos donde seremos felices.

Sebastián: eso era de esperarse conociéndote como lo he hecho desde siempre. Pero nosotros como padres es difícil dejar ir a los hijos para que puedan hacer su vida.

Daniel: pensé que sería más difícil explicarles y quiero saber lo que piensa mi madre de la decisión que tome. Espero que no tenga ningún problema, ya que nosotros somos un matrimonio que necesita su propio espacio.

Catalina: no tengo ningún problema con la decisión que tomaste. Siempre haces que me sienta orgullosa de ti, pienso que tardaste demasiado tiempo en hacerlo, porque desde el primer día que llegamos a nuestra casa tenia el presentimiento que eso era lo que ibas a ser.

Daniel: tienes razón, madre. Nada más que tenia que hacer las cosas bien y sobre todo pensar en cada uno de mis movimientos con anticipación.

Sebastián: definitivamente mis hijos heredaron mi carácter. Sería difícil cambiar eso de ellos y mucho más ahora que son unos adultos.