Mi hermoso ángel

Capitulo 5

—Cariño... Cariño—Miro a mi Mama y me doy cuenta que no le he prestado atención a lo que me decía—Hija estas muy distraída desde que llegaste ¿Todo está bien? 

—Si Mama, es solo que tengo mucho trabajo 

—Hija mírame—me toma del rostro—nunca has sido buen mintiendo ¿hay algo que te preocupa?—Suelto un suspiro 

—¿Crees que alguien pueda quererme?  

—Mi amor nosotros te queremos y te amamos mucho. Eso no lo dudes nunca 

—Lo sé, pero ustedes son mi familia y deben amarme así sea un monstruo 

—¡Ya basta Angelica! Deja de decir que eres un monstruo porque no lo eres—Mi Mama se altera y se va a la cocina dejándome sola en la sala. Me voy a mi antigua habitación y me acuesto en la cama. Mama la ha conservado exactamente igual desde que me fui y me siento como si volviera muchos años al pasado 

—Creí que no vendrías hoy—Mi hermano está recostado en el marco de la puerta con los brazos cruzados 

—Y yo creí que estarías trabajando 

—Solo tuve que hacer algo de papeleo y termine temprano—Mi hermano entra a la habitación y se acuesta a mi lado—Encontré a Mama en la cocina asesinado a las verduras y a un pobre pollo indefenso, así que retrocedí lentamente y sin hacer ruido para evitar ser la siguiente victima—Golpeo su brazo 

—Eres un tonto 

—Ahora si en serio ¿Por qué discutieron esta vez?—Le cuento lo que paso y por la tensión en su cuerpo sé que está molesto 

—Ya lo hemos hablado varias veces Angelica, no eres un monstruo, solo eres una persona que sufrió algo horrible. Los verdaderos monstruos están allá afuera y pasare cada día de mi vida persiguiéndolos—Mi hermano ya era policía cuando todo paso y estuvo a punto de perder su placa porque el día que detuvieron a Saul se metió en su celda y casi lo mata a golpes 

—Pero todo el mundo me mira como si fuera un fenómeno 

—Eso siempre va a pasar Angelica, tienes que aprender a vivir con eso, pero no significa que debas alejarte de la gente. Debes permitirte que te conozcan y que vean más allá de tu cicatriz—Mi hermano se gira hacia a mí y me hace verlo a los ojos—Ahora cuéntale a tu Yang que es lo que te inquieta—Abuela siempre nos decía que éramos el Ying y el Yang, que donde yo era la calma mi hermano era un torbellino, pero que Dios nos envió juntos a este mundo y que así debíamos estar siempre 

—Nada me inquieta, no te preocupes  

—¿Recuerdas que somos mellizos y que puedo saber cuándo mientes verdad?—Me debato entre contarle o no, no quiero que se ponga en plan de hermano sobreprotector 

—Te lo diré solo si me prometes que no vas a enloquecer 

—Aja 

—Eso no me sirve, promételo de verdad—Mi hermano rueda los ojos y lleva su mano derecha a su corazón 

—Prometo no enloquecer con lo que mi hermana me va a decir, de lo contrario que se me caiga el pelo y se me arrugue la piel. Lo prometo bajo el código de los Twins Baker 

—Creo que necesitamos un juramento nuevo 

—Yo creo lo mismo, igual algún día voy a quedar calvo y arrugado—No importa que tan malo fuera mi día, mi hermano siempre me hace reír—Ahora si cuéntame 

—Conocí a alguien  

—Aja 

—Es un chico 

—Aja  

—Lo conocí hace días porque me ayudo en un accidente que tuve 

—¡¿Como que tuviste un accidente?! 

—No fue nada grave, estoy bien, pero el me ayudo y hemos hablado 

—Aja  

—¿Solo vas a decir aja? 

—Lo siento, no esperaba que me dijeras eso. Y este chico ¿Te gusta? 

—Creo que si  

—¿Tú le gustas? 

—No lo se 

—¿Te ha dicho que le gustas o que quiere tener algo contigo? 

—Me ha dicho que quiere conocerme 

—Aja—Lo golpeo otra vez—¡Oye! Deja de hacer eso 

—Y tu deja de ser un tonto 

—Ok, Ok, ¿Qué más te ha dicho? 

—Me dice que soy hermosa 

—Entonces ahí tienes la respuesta. Es obvio que le gustas 

—No lo sé. ¿Y si solo le inspiro lastima? 

—¿Te invito a salir? 

—Si, anoche fuimos a comer pizza y me dijo que quería volver a verme hoy 

—Un hombre no invita a una chica a salir por lastima  

—¿De verdad?—Mi hermano se levanta de la cama y saca su celular  

—¿Cómo fue que me dijiste que se llamaba? 

—No te he dicho su nombre 

—¿Ah no? Me pareció que si—Me siento en la cama y miro a mi hermano teclear en el celular—Entonces ¿Cómo se llama este chico? 

—Ángelo Baker no te atrevas a investigarlo, me prometiste que no te volverías loco, así que deja ese aparato quieto 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.