Narra Sade
Mi vida no es color de rosa porque tuve que luchar contra muchos prejuicios por ser negra que existen en la sociedad actualmente. Gracias a mi esfuerzo y perseverancia, logré graduarme del instituto y de la universidad con matrícula de honor. Sin embargo, cada obstáculo es una enseñanza que debo superar, no será fácil, pero estoy dispuesta a luchar contra los prejuicios.
Ahora mismo estoy en la discoteca con unas amigas celebrando que me han aceptado en una de las mejores empresas de la ciudad.
De repente, me doy cuenta de que un chico tan guapo capta mi atención. Veo cómo llama a un camarero, quien pide algo, y unos minutos después el camarero se acerca y nos entrega una botella de champán. Al echarle un vistazo al chico, me doy cuenta de que me sigue mirando sin perder detalle, e incluso me guiña un ojo.
Mientras mis amigas comienzan a hacer comentarios, el camarero se retira. Después empezamos a servirnos las copas y a beber, luego nos dirigimos a la pista de baile y empezamos a bailar.
Sin embargo, un rato después siento que alguien me toca el hombro. Al voltearme, veo a ese chico guapo, quien se presenta como Leonardo
Lo observo fijamente; me resulta muy familiar, incluso se parece mucho a una persona que estuvo conmigo en el instituto, quien fue mi primer amor y, lamentablemente, se ha mudado a otra ciudad. Tal vez son conclusiones mías.
Yo también me presento diciéndole mi nombre y, por supuesto, me dice que es bonito y significativo.
En ese momento comenzamos a bailar ante la mirada de mis amigas, quienes me guiñan un ojo. Sin darme cuenta, Leonardo se va acercando poco a poco hasta que nos rozamos.
Por un momento nos miramos y noto que nacía algo especial dentro de mí, por supuesto su mirada que recorre rápidamente mi cuerpo, sin darme cuenta que mi vello se eriza.
Estimulando cada célula de mi organismo, atrayéndome hacia esa persona, me siento torpe pero segura de querer conocerlo. Al fijarme en sus labios, las ganas de probarlos son irresistibles, sin pensarlo dos veces él me besa despacio, saboteando el momento y transmitiendo el deseo de amor entre nosotros, abrazándonos sin necesidad de palabras.
Después de unos minutos, nosotros nos apartamos. En ese momento, mis amigas me avisan que ya debemos ir, entonces me despido de Leonardo. Acto seguido, agarro mi bolso y salimos de la discoteca, comenzando a caminar hasta llegar al piso de ellas despidiéndonos de ellas.
A continuación sigo rumbo a mi casa cuando aparecen unos ladrones apuntándome con un arma, diciéndome que les dé dinero. Pero otro ladrón me mira con malicia y lujuria, me quedo paralizado. Se acerca cada vez más a mí y empieza a besarme en el cuello. Entonces, en mi interior, activo totalmente, cierro los ojos
Sin darme cuenta, las lágrimas caen mientras ellos se ríen malévolamente, diciéndome cosas mientras me tocan los muslos y los pechos. Intento luchar con todas mis fuerzas para apartarlos de mí, pero no puedo porque son más fuertes que yo simplemente me rindo
Imaginando a alguien que venga a salvarme de estos malvados, por lo tanto sigo rezando para que todo termine, porque me hace sentir como si nunca fuera a acabar y quiero ir a casa para olvidarme de este momento.
Digo a mí misma unas palabras que siempre me ayudan, pero esas palabras no son suficientes para olvidar lo que me está pasando ahora mismo. Por lo tanto, siguen burlándose de mí.
Como si fuera algo gracioso hacerme esto tan malvado y cruel, estoy a punto de ser violada sin embargo siguen tocándome de una manera que me hace sentir asco y sucia.
Siento dentro de mí una fuerza inexplicable que intento otra vez apartarlos lejos de mí y escapar de ellos. Ya está claro que no puedo porque me quedo bloqueada, como si me paralizara como una piedra. Me gustaría moverme o gritar auxilio, pero no me salen palabras. Estoy esperando una señal que me salve, espero que sea rápida.
No sé cuánto más puedo soportar, pero sé que este sufrimiento va a durar más tiempo del que puedo imaginar. Mis fuerzas y energías se van apagando poco a poco, siento que en cualquier momento voy a desmayarme. Sin embargo, saco mis energías para resistir todo lo posible lo que me están haciendo. De repente, uno de los ladrones se baja la cremallera y ya me imagino lo que va a ocurrir, lo cual me produce náuseas que no puedo controlar. A pesar de esto, intento aguantar mis náuseas hasta que finalmente logro pero hasta que oigo una voz familiar, abro los ojos y veo a Leonardo con un hombre golpeando a esos ladrones. Después, Leonardo le dice algo a ese hombre y luego se marcha con los ladrones que están muy heridos. Acto seguido, Leonardo se acerca a mí, me abraza .
En sus abrazos siento seguridad y protección mientras me dice que todo estará bien con tono de preocupación. y es ahí donde me doy cuenta de que siempre será mi héroe de armadura.
Hay una frase que dice así: Los héroes existen en realidad y no tienen capa de héroes.
Editado: 08.09.2024