Narra Leonardo
Después de terminar de hablar con Sade, de repente recibo un mensaje de mi hermana Esperanza diciéndome:
—Hermano, la preparación de la cena benéfica está lista para mañana por la noche.
—Gracias hermana por organizar la preparación de la cena benéfica.
—No hay de qué, hermano. Bueno, te dejo. Nos vemos en la empresa mañana
Al colgar el teléfono, me quedo dormido soñando con Sade.
A la mañana por la tarde me encuentro en una reunión que parece eterna porque tengo ganas de besar a Sade. Disimuladamente le sonrío mientras ella se sonroja, de vez en cuando cruzo alguna mirada con ella.
Lleno mis pulmones de aire pensando en que debo ser profesional delante de los demás. Durante la reunión, Sade comienza a contarnos cada detalle sobre el proyecto, lo cual es importante, por lo tanto, me quedo viéndola embobado.
Y se ve como toda una jefa hablando del proyecto al terminar de hablar. Finalizó la reunión diciéndoles que vayan a casa, ya que por la noche es la cena benéfica. Después de haberles dicho esto, se marchan, pero le pido a Sade que se quede para hablar de un asunto. En cuanto el último empleado se marcha y cierra la puerta, sin pensarlo dos veces me acerco hasta ella y la beso, dejándola sin aliento.
Después del beso, ella me dice:.
— Leonardo, no debemos besarnos en la oficina porque pueden sospechar y no quiero que la empresa se vea perjudicada. —Noto que está preocupada y la entiendo. Le digo algunas cosas para que se tranquilice, haciéndole entender que la empresa no se verá perjudicada, la comprendo su preocupación.
A mí también me preocupa de verdad, así que cuando llegue el momento de decirle a todo el mundo que estoy enamorado de ella, noto de repente que está a punto de hablar, entonces la beso con ternura.
Ahora me doy cuenta de que aún no le he pedido que sea mi novia, así que pensaré en algo bonito. Tal vez reserve un vuelo a París para el fin de semana después de besarnos. Me mira como si quisiera decirme algo, pero se queda callada por un rato. Después se despide de mí con un último beso y se va de la sala de juntas. Por lo tanto, reservo los billetes.
Veo cómo mi hermana entra con una sonrisa contándome todos los detalles de la cena benéfica, pero recibo una llamada del médico de Valentina para avisarme que tiene fecha para la operación, al parecer será en próxima semana . Eso me alegra y le digo que me avise cualquier cosa. Seguro la familia de Sade ya lo sabe, supongo que sí. Seguimos hablando sobre la operación y la recuperación de Valentina hasta que mi hermana me mira.
Con curiosidad, después de haber hablado con el médico Ruiz, sé que mi hermana está esperando que le cuente, de lo contrario no me dejará en paz. Pero al mirar el reloj, veo que es hora de ir a mi casa para vestirme, así que la informo. Observo cómo frunce el ceño como una niña pequeña y yo me echo a reír.
—Vamos, no te pongas así hermanita, ya es hora de que nos vayamos a casa para prepararnos —Me dice que va a quedarse un poco más para organizar, sobretodo tiene el vestido preparado en su oficina. Pero noto que hay algo en su mirada que intenta disimular, y yo lo sé, no va a casa para no pensar en nuestra hermana Esmeralda. Desde que ella murió, no ha vuelto a ser la misma.
—Hermano, vete ya.— Le doy un beso en la frente y me marcho de mi oficina, mientras ella me sigue hasta llegar a su oficina. Por lo tanto, camino hacia la salida de la empresa. Al salir, me monto en mi coche y comienzo a conducir hasta mi casa.
Una vez que llego, lo primero que hago es ir a mi habitación. Nada más entrar, me tomo una ducha rápida y luego salgo en busca de mi esmoquin negro. Acto seguido, me lo pongo junto con unos zapatos negros.
Después de terminar de vestirme, me hago trenzas pegadas en el cabello. Al querer lucir guapo, el tiempo pasa demasiado rápido.
Salgo de mi habitación y de repente recibo una llamada de mi madre para diciéndome que están en la cena benéfica y me pregunta por Esperanza, a lo cual le cuento que ella se quedó en la empresa para organizar. Escucho cómo suspira al notar su preocupación, le digo que está bien y le pido que no se preocupe mientras camino hacia la salida de mi casa y me monto en mi coche.
Comienzo a conducir hacia la empresa mientras escucho las noticias en la radio, afortunadamente evitando los atascos de tráfico. Al llegar, bajo del coche y entro en la cena benéfica donde veo al señor Malik junto a su esposa y otra mujer que parece ser Sade. Al fijarme mejor, me doy cuenta de que en realidad la mujer es la señora Ingrid, la esposa del señor Malik. De repente, noto cómo se acercan hacia mí.
Ahí, donde el señor Malik me mira de una manera mientras comienza a hablarme.
—Señor Leonardo, le agradezco por pagar el tratamiento de mi nieta. El médico ya nos ha informado que la próxima semana será la operación. — Le digo que es un placer poder pagar el tratamiento de Valentina y espero que la operación salga bien, ya que Valentina es una luchadora. Al notar la mirada de Sade, veo que hay un brillo especial en sus ojos.
Luego, en cuanto me presenta a Sade, quien le comunica que ya nos conocemos porque soy su jefe. Por supuesto, él se dirige a Sade diciéndole:
—Hija, tienes suerte de trabajar con un gran hombre como él — mientras me mira con una sonrisa.
Acto seguido me dice:
—Me alegra que Sade mucho este trabajando con usted, ,— Le digo. es un honor trabajar con una gran profesional como Sade, pero el señor Malik me mira como si pudiera leer mi mente. Por otro lado, la señora Ingrid observa a Sade, lo cual hace que no pueda apartar la mirada.
En ese momento, suena el móvil del señor Malik, quien responde la llamada mientras se disculpa y se aleja de nosotros. Por supuesto, noto que mis padres no están aquí, miro a mi alrededor y estoy seguro de que se fueron a buscar a mi hermana Esperanza. Por lo tanto, están empezando a llegar más personas, así que debo ser un buen anfitrión. Me despido de Sade y de la señora Ingrid al notar que la señora Ingrid comienza a hacerle preguntas a Sade y Sade se avergüenza, lo cual la hace ver muy guapa.
Editado: 08.09.2024