capitulo 11 estoy en cabo verde

Narra Leonardo

El próximo mes ha pasado y estoy en mi jet privado rumbo al país de Sade para conocer a toda su familia y aprovechar para conocer un poco de su cultura. Sade me ha contado que hay muchas cosas fantásticas, incluso he buscado un poco de información al parecer que Praia es la capital de Cabo Verde, frente a la costa de África Occidental. La ciudad está en la costa meridional de la isla de Santiago. El casco antiguo de la ciudad, llamado Plateau por los lugareños, está en una meseta elevada con vistas al océano Atlántico. Alrededor de la bahía hay playas como las de Quebra Canela y Praínha, ambas cerca del barrio de Praínha. En la zona de Achada de Santo António se concentra la mayoría de tiendas y restaurantes.

Por eso, el acento de Sade es un poco portugués, sin embargo, me encanta su acento y he descubierto que la abuela de Sade fue activista

Menos mal que Sade había avisado a su familia que yo iría a conocerlos, porque sería una falta de respeto aparecerme así sin avisar hasta que miro el país a través de la ventana. Para mi buena suerte, ya han anunciado que va a realizar el aterrizaje.

Un rato después, el avión ya ha aterrizado, agarro mi equipaje y me bajo del jet privado. Comienzo a sentirme tan ansioso que tengo que ver a la familia de Sade. Comienzo a caminar y de repente veo a un hombre acercándose a mí, el cual se presenta como el tío de Sade y me dice su nombre, a lo cual yo me presento.

Acto seguido nos marchamos, nos montamos en su coche y ismael comienza a conducir.
Hace un rato llegamos y al entrar soy recibido por toda la familia de Sade. Cada uno me abraza y me guían hacia la mesa, donde veo a muchos platos diferentes de comida que lucen deliciosos. Nos sentamos y comenzamos a cenar, mientras hablábamos animadamente. Por supuesto, me hacen preguntas exactas sobre mi relación con Sade, a las cuales respondo con sinceridad.

En cuanto terminamos de cenar, le pregunto a Ismael a dónde voy a quedarme. Así que Ismael me guía a una habitación ahi donde me deja solo para que pueda instalarme, y enseguida entro al baño, me quito la ropa y comienzo a ducharme.

Después de terminar de ducharme, me pongo una camisa y pijama. Luego me tumbo en la cama y me quedo completamente dormido.

A la mañana siguiente, nos levantamos temprano porque un gallo nos despierta, así que aprovechamos para prepararnos y desayunar.

Durante el desayuno, la abuela de Sade me regala un collar y me dice que este collar es un protector contra las malas vibras y me mantendrá protegido. Seguimos desayunando y al acabar nos marchamos de la casa para visitar todo el país. Al salir, nos montamos en el coche y Joao comienza a conducir. Durante el trayecto me cuenta la historia de Cabo Verde, a lo cual presto atención mientras observo los edificios que fueron construidos por los portugueses.

En cuanto Joao se estaciona, nos bajamos del coche, comenzamos a caminar y me quedo asombrado por lo precioso del país y visitando unos pueblos.

Después, pasamos por la zona donde vivían los abuelos de Sade, y resulta que hay una casa destruida donde ha crecido Sade con sus primas y sus primos. Acto seguido, paramos en un bar para beber.

Al entrar, nos sentamos. Joao le pide a un camarero que nos traiga Grogue. Yo, claro, le pregunto qué es; por supuesto, me responde que es una bebida y que está muy buena.

Luego, el camarero se marcha; por lo tanto, Joao comienza a hablar sobre Sade cuando era pequeña y adolescente, lo cual me dibuja una sonrisa al imaginar cómo era ella.

Sigue contándome las anécdotas de Sade hasta que aparece el camarero con nuestras bebidas y luego se retira. A continuación, comenzamos a beber.

Al beberlo, me encanta el sabor, así que sigo bebiendo. Sin embargo, Joao me cuenta algo que le sucedió a Sade cuando estaba en la universidad. Al escucharlo, me doy cuenta de que, ante su mirada, se ha percatado de que no debía contarme, así que cambia de tema. Me pregunta a qué me dedico, y le respondo diciéndole detalles sobre la fundación y la empresa.

Seguimos hablando hasta que se hizo de noche, joao pide al camarero que nos traigan un plato se llama cachupa. El camarero se marcha y unos minutos después aparece con dos platos y nos los entrega. Luego se va, pero antes nos desea un buen provecho.

Después de eso, se marcha por completo enseguida comenzamos a cenar verdad que está muy rico y bebimos un poco más mientras hablamos animadamente.

En cuanto terminamos, Joao le pide la cuenta al camarero, paga y nos marchamos del bar. Decidimos pasear un poco más hasta llegar a una bonita playa. Allí, donde veo un precioso anochecer y en ese momento, Joao me cuenta una historia de enamorados que conoció en esta playa. Sigue contándome la bonita historia, pensando en mi historia con Sade, pero es diferente, dibujando una sonrisa en mi rostro.

Sin darme cuenta que me quedo pensando en unas frases que dicen así:

“Existen destinos que aparecen como no lo que esperaba, pero es el mejor regalo.”