¿mi hijo él?

Capítulo 4

Hola a todas las personitas que han leído mi libro y han esperado por esto, quiero aclarar que el libro será gratis todo el tiempo, así que no se preocupen.

Este capítulo va dedicado a los primeros 3 comentarios del libro.

Mariana.

Al entrar en el salón encuentro a todos los niños regados por el salón jugando, sonrío al mirar la inocencia y diversión en sus rostros, como siempre Lucas con su vista a la ventana pero en cuanto me ve llegar me sonríe con ilusión y su sonrisa crece cuando ve el libro que traigo en las manos.

Es mi libro favorito de cuando era niña y consideré prudente traérselo, él se acerca corriendo a mí y lo primero que hace es pedirme el libro para leerlo.

-¿Y no te gustaría que te lo leyera yo?- le pregunto con cierto recelo.

-¿Lo haría?- me pregunta con ilusión.

-Si tú me lo permites sí.

-Léalo para mí entonces- me dice mientras se abraza a una de mis piernas.

-Lo haré en el recreo, ahora ve a tu asiento que ya va a empezar la clase- le doy un leve empujón a lo que ríe.

Llamo a todos los niños a sus asientos y así empieza la clase de hoy.

-Ya pueden ir a su recreo, salgan despacio y no se empujen que pueden lastimar a alguien- les digo a los niños pero ya es tarde cuando la mayoría de ellos salieron corriendo del salón.

Me acerco a donde está Lucas y este sonríe.

-Ahora sí, empecemos el libro.

Mientras leo el cuento, Lucas me mira fascinado imaginándose la historia en su cabeza, el cuento es sobre una rana que perdió a su mamá y que para encontrarla tiene que guiarse por el rio, en el camino se encuentra con otros animales que le ayudan y cuidan, hasta que llega a donde está su mamá pero no quiere separarse de sus amigos por lo que su mamá adopta a todos sus amigos.

-Ojalá yo tuviera una mamá así- me dice en un susurro tan bajo, me regreso a mirarlo y encuentro unas pequeñas lágrimas formándose.

-No llores cariño- no se la historia detrás de aquel lamento, pero prefiero no preguntar no quiero que él se ponga más triste.

-¿Qué te parece si vamos por un helado?- le pregunto para animarlo un poco.

-Sí, sí vamos vamos- me jala y sonrío con ternura hacia él.

El resto del recreo pasamos juntos riéndonos de algunos chistes que le cuento. Para la salido acompaño a los niños a su encuentro con sus padres, algunos tardan más en llegar que otros, pero es bonito ver la cara de felicidad cuando ven a sus padres. A Lucas lo viene a ver siempre una señora y por lo que me ha contado él es su nana a la que quiere mucho. Cuando es momento de despedirlo me da un beso en la mejilla.

-Adiós maestra- me dice moviendo su mano a modo de despedida.

-Adiós Lucas. Le devuelvo el gesto y me quedo mirando hasta que desaparece de mi vista.

Al llegar a casa le cuento a mamá sobre Lucas.

-Deber ser un niño muy tierno- lo dice con un tono de indiferencia.

-Sí, además de que es muy inteligente para su edad.

A mamá no le gustan los niños ajenos, ella juzga a las personas que adoptan y no tienen hijos propios porque dice que el Señor nos mandó a tener hijos y casarnos, y solo así podremos ser personas completamente realizadas.

-¿Y desde cuando tanto interés por ese niño, porque nunca antes lo habías mencionado?- pregunta dejando de cortar la zanahoria y mirándome seria.

-Mamá siempre me han caído bien los niños y él es mi favorito de toda la clase- sé que eso no es ético pero nadie tiene por que saberlo.

-¿Y qué opinan sus padres de esa preferencia y cariño?- pregunta retomando la tarea de cortar los vegetales.

-Él solo tiene papá, no se la historia de su mamá pero creo que ella murió- le digo un poco cabizbaja esperando su reacción.

--Aléjate de él, no quiero que te acerques a ese niño ni a su padre, El señor no quiera que te termines enamorando de él- dice completamente seria.

No me voy a alejar de él, aunque en parte tiene razón el padre de Lucas es demasiado guapo que hasta asusta, pero mi amor por Lucas es más grande que eso, pero sé que llevarle la contraria en este momento no sería bueno.

-Pero mamá es solo un niño- trato de apelar suavemente.

-De igual forma, aléjate de él, es mi última palabra, ve a llamar a tu padre y a tu hermana que la cena está lista.

No le respondo nada y voy a llamar primero a mi papá, él vino muy feliz de su reunión que se recostó un rato, sé que si le cuento a mi papá de esto, él no se opondría, de hecho me apoyaría y entendería, pero no lo hago porque no quiero que vaya en contra de mamá por mi culpa.

Lo despierto suavemente y el solo ríe cuando se da cuenta de que era yo, luego voy por mi hermana y la encuentro estudiando, ella es tan dedicada que a veces me preocupa que se vaya a perder del mundo por concentrarse solo en los estudios.

Le llamo para comer y dice que no tiene hambre, peleo con ella porque tiene que comer, ella se estresa pero al final termina cediendo a cambio tengo que hacerle un masaje después de la cena, acepto porque también quiero pasar tiempo con ella.

Bajamos a comer y por primera vez la cena transcurre en un silencio, pero sé que mi madre está pensando en lo ocurrido así que decido no decir nada.

***

Hasta aquí otro capítulo más.

Con amor Anis

 

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En el texto hay: madre, comienzo, sin memorias

Editado: 26.03.2024

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