¡Toc! ¡toc! ¡toc!.
¡Toc! ¡toc! ¡toc!.
—Aghh, silencio... ¿quien es el que esta tocando?.
Sin dejarme completar el placido sueño que tenia, escucho los incesantes golpes provenientes de la puerta de mi habitación, golpes que probablemente eran provocados por una de las sirvientas de la casa, de vez en cuando me llaman para empezar el nuevo día, es algo que no he pedido pero no puedo quejarme ya que me ha salvado numerosas veces de llegar tarde al instituto.
¡Toc! ¡toc! ¡toc!.
—Buenos días amo John, ya son las 6:41 am va a llegar tarde a clases si sigue durmiendo, es hora de que se levante.
¡¿Qué?! ¿dijo 6:41 am?, ¡tiene razón voy a terminar llegando tarde!.
—¡Ya voy!, al menos déjame vestirme primero.
La persona anónima detrás de la puerta me revela la hora exacta de hoy, me levanto exaltado y me cambio de ropa tan rápido como puedo, al menos si me apresuro debería de llegar a tiempo.
Pensé que todavía era de noche, el tiempo que dure durmiendo se me hizo muy corto y para empeorar el inicio del día, el cuerpo lo siento bastante agotado, es como si no hubiera descansado para nada, pero al menos el estrés de ayer ha desaparecido por completo.
Una vez que terminé de cambiarme, salgo rápidamente del cuarto dirigiéndome hacia la salida sin encontrarme con Sofía ni con Sebastián, en eso que voy, me llama fuertemente Mónica obligándome a detenerme.
—¡¡Señorito John!!, ¡¡espere!!, tengo algo que notificarle.
Parecía que estaba siguiéndome desde que salí de mi cuarto sin que yo me diera cuenta, luce algo alterada, me detendré y escuchare lo que tiene que decir.
—Dime Mónica, ¿qué es eso que tienes que decirme?.
—El amo Daniel solicita su presencia señorito John, el lo esta esperando en su oficina.
—¿Tiene que ser ahora?, voy un poco tarde para el instituto, si me retraso de seguro no podre asistir a la clase.
—Si señorito John, el amo Daniel me expreso claramente que era en este momento.
—... Ya veo, entonces, no me queda de otra que cumplir el pequeño capricho de mi padre, ¿cierto Mónica?.
—... —Conserva su actitud seria de siempre, manteniéndose en silencio.
—Solo estaba bromeando Mónica, no tienes que tomártelo todo enserio. Por curiosidad, ¿sabes para que me esta llamando?.
—Disculpe señorito John, pero el amo Daniel no me dio a conocer el motivo.
—Oh, esta bien entonces ya iré para allá, gracias por avisarme Mónica.
Termino nuestra corta conversación y me voy caminando notablemente rápido a la oficina de mi padre para terminar con ese asunto de una vez, al llegar a la entrada, la puerta enfrente mio luce tan imponente como el, aun así no dejo que eso me intimide y toco la puerta unas tres veces.
¡Toc! ¡toc! ¡toc!.
Me quedo esperando su respuesta, hasta que la oigo.
—¡Entra!
Abro la puerta cuidadosamente hasta abrirla por completo, observando toda la habitación que estaba delante mio noto que estaba en su escritorio, sentado en una posición donde demostraba paciencia en mi llegada. Yo, estaba en lo correcto, el sigue luciendo tan imponente como siempre, dejando de lado eso, entro de una vez a la habitación y cierro la puerta de atrás, al entrar lo miro fijamente a los ojos mientras nos rodea un incomodo silencio.
—¿Para que me llamo aquí en primer lugar si se iba a quedar callado?.
En el poco tiempo que ha pasado he estado mirándolo fijamente sin romper el contacto visual pero termino desviándola porque su mirada en este momento es punzante y es como si pudiera mirar a través de mi, ademas que siempre ha tenido esa expresión seria.
—John, en estos días ¿como te ha ido en el instituto? —Tiene esa voz gruesa que cada que la escucho me pone nervioso.
—Es lo mismo de siempre padre, solo nimiedades, una tras otra.
—Oh, y dime, nunca te he visto hablar con alguien ¿has hecho algún amigo?.
—En realidad no, pero si hablar con unas cuantas personas por un breve periodo de tiempo es hacer amigos, entonces si.
—... Ya veo, me imagino que sabes para que te he llamado ¿cierto?.
—No padre, no estoy al tanto de eso, justo me preparaba para ir al instituto cuando Mónica me dijo que me llamabas.
—Bueno, entonces seré conciso con el tema para no perjudicar tus estudios.
—¿No sera que ocurrió algo ayer cuando no estaban aquí en la mansión?.
—¿Podrías dejarme hablar primero?... John.
—Ah, lo siento... es que, ayer era tarde y no habían regresado y estaba preocupado, es todo.
—... Regresando al tema. Mas bien, esta relacionado con nuestra hora de llegada de ayer que afortunadamente no fue nada grave.
Veras, cuando salimos ayer, tu madre y yo fuimos seleccionados para una reunión del trabajo, en esa reunión el jefe de uno de los grupos vecinos propuso una fiesta para estrechar y mejorar los lazos de los trabajadores, y por supuesto, ellos también asistirán a la fiesta, el caso es que también tienen permitido ir los hijos de los trabajadores, y como últimamente no te he visto socializar, supuse que seria una buena oportunidad para que conozcas personas.
—¿Qué? yo no necesito amigos ni tampoco necesito tu ayuda para hacerlos, estoy bien tal y como estoy por lo cual, no tengo planeado asistir a esa fiesta ve tu si quieres pero yo no iré.
—Me imagine que dirías eso. Lamentablemente es muy tarde para ti porque ya nuestra invitación llego, ahora solo queda ir al lugar el día y hora indicadas en ese papel. Quieras o no, tendrás que asistir a esa fiesta, solo si quieres seguir siendo un Miller claro esta —Me deja a entender su posición en esta conversación con lo que acaba de decir.
—¿En serio vas amenazar a tu propio hijo?, Daniel Miller.
—Solo es una amenaza si tu la tomas como una John, seria mas adecuado llamarlo ≪advertencia≫.