Mi jefe el padre de mi hijo[1]

Capitulo 6

Capitulo: 6

 

Ada

Con Ariel en mis brazos y el bolso colgado en mi hombro bajo con cuidado las escaleras, a la mitad de la escalera me encuentro con Carlos.

-Pensé que te habían raptado los aliens-dice el riendo.

-Es que me cambie, cambie a Ariel y me toma rato bajar las escaleras-dije.

Él se acercó muy cerca tanto a mí, que su pecho me quedo a la altura de  mis ojos soy tan enana o él es muy alto...

Toma el bolso de mi  hombro y se lo cuelga.

-Ves mucho más sencillo me hubieras dicho que te ayude todo es mucho más fácil entre dos. –dice sonriendo.

-Sí, gracias –dije, me alegra que me quiera ayudar. 

Ariel emite una risa, me quede estática en medio de la escalera y mire sorprendida a Ariel, tiene tres meses y todavía no se había reído.

Carlos al darse cuenta  que no estaba bajando con él, se da vuelta y me mira.

-¿Qué pasa?-dice el preocupado.

-Ariel se ha reído por primera vez. –Dije  sonriendo, terminamos de bajar la escalera, estaba contenta. Mi bebe se había reído por primera vez  y yo lo pude ver.

El me miraba con un cierto brillo  en los ojos y se acercó a mí.

-¿Quién es él bebe que se ríe mucho? -  Dice haciéndole mimos y vuelve a reírse. - Tú lo eres- Dice riendo al mismo tiempo que mi hijo, ese gesto me lleno el corazón.

-Hey, parece que le caes muy bien. –dije con una sonrisa, el me miro sonriendo se le marcaban a cada lado de sus mejillas esos hermosos hoyuelos que me encantan.

-Y sí, soy el chico más encantador, hermoso, sexy y amante de los bebes o sea… Mira este rostro –dice señalando se.

Por Dios es un egocéntrico total.

-Si hay alguien con el ego más alto ese sin duda eres tú. –Dije.

Él sonrió y aplaudió como si fuera Toni Starck.

-Gracias, gracias muchas gracias. – Dice mientras hace reverencias, nos reímos los dos un rato. Me siento tan a gusto así.-Vamos. –Dice asiento y los dos salimos por la puerta.

Carlos

 La ayudo a subir al auto, ella va a atrás con Ariel, porque tiene miedo de ir adelante. Tal vez compre una silla para bebes para que valla cómodo atrás y ella adelante conmigo la próxima vez... Próxima vez es la primera vez que salgo con ella y ya pienso en la segunda vez.

En realidad piensas con la cabeza de abajo no con la de arriba.

Me dice mi subconsciente, niego con la cabeza  doblo el auto a la  izquierda y aprovecho para la, sus ojos verdes son tan distintos a los de Ariel que son azules tan intensos, y ni hablar del pelo ella castaña y el con el pelo negro, debió salir muy parecido a su padre... ¿Quién será padre?

Me da cosa preguntarle, ya que recién nos conocemos. Pero me doy cuenta de que es muy buena madre, tardar 15 minutos en bajar una puta escalera con su hijo es sobre protección pero es algo admirable y trabajar solo para cuidarlo, dejando sus estudios de lado.

Me sorprende tanto, me hace recordar a mi hermana...Borro de mi cabeza ese recuerdo.

Llegamos al restaurante, que le pertenece a mi amigo Luciano. –Aquí  es Candy –le digo mientras estaciono el auto.

-¿Candy?-Me pregunta extrañada.

¡Ups! se me ocurrió ese apodo, por qué trabaja en una cafetería y siempre que la veía atender a otros clientes lleva algo dulce, y lo dulce me hace acordar a un caramelo y caramelo en inglés es Candy. Así de simple me salió su apodo.

-Si candy como caramelo pero en inglés.

-Ya sé que significa  tonto ¿Pero porque me decís así? - Dice ella rodando los ojos.

-Por que sí. – Le digo riendo me.- ¿Acaso te han dicho apodos mejores?-le pregunto, a ver si me dice, el papa de mi hijo me decía  amor, bebé chiquita o boludeces así, para saber un poco más de ella.

-Emm... Los apodos que me decían no eran tan lindos desde que empecé el secundario decían: babosa, nerd, ñoña, virgen María y en el nuevo secundario al que fui me decían la pelota rellena, la que se comió la torta antes de la boda y puta...- Dice ella soltando todo del golpe. Ella desvía  la mirada a  la ventana.

En mi interior tengo ganas de matar a esos hijos de puta por decirle eso es decir pleno siglo veintiuno y sigue existiendo el acoso y las burlas. Para colmo  decirle babosa, cuando esta mas buena que una oreo bañada en chocolate.

-Sabes, si tuvieras mi edad y hubiéramos ido juntos, hubiera golpeado a cualquiera que te hubiera hecho algo. Odio a las personas abusivas.  - Ella sonríe.

-No me preocupo por lo que fue y ni por lo que pudo ser si las cosas hubieran sudo diferentes capaz hoy no estaría con mi hijo, solo  me importa lo que viene. –Me dice ella esta vez la escucho más alegre  que hace unos minutos atrás.

-Bien. –Dije sin más en esta ocasión creo que no hacen falta palabras.

Le ayudo a salir del auto ella baja con el bolso aunque insistí en que lo dejara adentro del auto, ella no quiso, con la excusa de que él bebe se puede ensuciar, es un bebe no hace gran cosa.

Entramos al restaurante y nos atiende una camarera de unos veinte años, la cual no deja de hacer me  ojitos, pero al ver a Ada y Ariel me deja de coquetear.

-Hola señor, ¿En qué puedo ayudarlo? –Dice ella, sonriendo cortésmente.

-Hola, busco a Luciano ¿Se encuentra aquí?- Le digo.

-Sí, ahora lo llamo al jefe. -Me dice mirándome de arriba abajo, wow por donde quiera que voy una estrella soy.

-¿Vienes mucho por aquí?-Me pregunta Ada, le saco el bolso y me lo colocó en el hombro.

-Si, en tu cafetería desayuno y aquí almuerzo. Tiene  la mejor comida de la ciudad. –Dije riendo ella sonrió y abrazo más Ariel. –Ven dámelo quiero cárgalo un rato. – Le dije estirando mis brazos hacia Ariel.

Mirarla ella tan frágil y pequeña, con un bebe de  3 meses me da ternura. Tan hermosa es.




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