Capitulo: 10
Ada
Me despierto sobresaltada por el sueño raro que tuve, me saco los pepinos de los ojos. Observo a Carlos y Julieta que hablan animadamente.
¿¡Carlos!?
-¿Qué haces tú aquí?-Fue lo primero que dije.
-¿No tu qué haces con mi prima?-Me dice el mirándome como si no creyera que fuera yo.
-¿Prima? –Pregunto sin entender nada. En mi defensa nunca conocí a toda la familia de Julieta, solo a sus padres.
- A ver par de tontos. –Dice Julieta- Ustedes se conocieron en la cafetería en donde trabaja mi mejor amiga, Ada, y mi primo, Carlos, fue a tomar café. –Dice señalándonos a cada uno.- ¡Tú!-Me señala – No quieres una relación, por miedo a sufrir lo que sufriste con aquel bastardo. Y vos –Ahora señala a Carlos –Y vos tenés miedo de ser mala influencia para Ariel. –Nos mira con cara de reproche. –Ambos quieren una vida feliz y con amor, se gustan y tiene mucha química. El problema es que Ada tú crees no estar lista para amar, pero si lo estás y tu Carlos ere un pelotudo, solo eso tengo para decirte. - Dice levantando la mano como si pidiera disculpas. -Ahora tú –me señala – ve a cambiarte que ya termino el día en el Spa. Por otro lado yo me llevare a Ariel a mi casa y los dos saldrán en una cita.
Ambos la mira impactados. ¿En qué momento ella decido nuestras vidas?
-Tú a mí no me vas a mandar. –Dice Carlos, concuerdo con él.
-Claro que sí. –Dice firme y con cuna cara atemorizante.- ¿Qué están esperando?-Dijo de tal manera que e me erizo el vello de la piel.
Los dos nos movimos tal y como ella lo dijo. Me limpie la cara y me puse la ropa.
Me reuní con Julieta y Carlos, fuimos los tres a buscar a mi hijo, la señorita me lo entrega.
-Es un bebe muy dulce y tranquilo. Casi No lloro.-Me felicita la mujer.
-Es porque está bien muy bien educado. –Dice Carlos a la mujer.
Lo miro y le dedico una sonrisa de gratitud.
Los tres salimos del Spa, yo tengo a mi hijo en brazos el cual se chupa el dedo y hace burbujitas con sus babas, se las seco con la toalla.
-Bien, dame a mi futuro ahijado. –Julieta extiende sus brazos y lo agarra.
-¿Enserio me vas a obligar a tener una cita?-Le susurro solo para que ella me escuche.
-Si, como tú me obligaste a salir con Harry Duran-Me reclama en vos alta.
-¡Ju¡ -Se ríe Carlos.-Ella fue la razón por la cual saliste con el pedorro ese.–Dice el riendo se .
-Ese pedorro es mi primo. –Le digo ofendida. -¿Enserio tengo que salir con esto?
-Si a “esto” te refieres al chico más sexy, guapo, galán, inteligente, caballeroso, filántropo y ya mencione sexy. –Dice señalándose a sí mismo. –Pues sí, saldrás conmigo.
-No sal...-Me interrumpió Julieta.
-Ada saldrás con el narcisista de mi primo. –Me ordena como si fuera una niña. Pero en mi interior estoy feliz de poder salir con él.
-Ya que no queda de otras. -Dije fingiendo desinterés.
Bese a mi hijo en la frente y salude a mi amiga con un fuerte abrazo.
-Me cuidas bien a mi hijo. –Le ordeno jugando.
-Si querida, yo te lo llevo a tu casa cuando tú vuelvas. –Dice giñando me un ojo.
Ella se sube al auto acomoda a Ariel y veo como arranca el auto hasta que se pierde en el tráfico.
-¿Te parece si caminamos?- Dice Carlos rompiendo el incómodo silencio que se había formado.
-Sí.
Empezamos a caminar por la avenida, ninguno de los dos hablaba era un silencio incómodo.
-¿Por qué nunca me llamaste?-dije, cortando el silencio.
-Por qué no sabía cómo hacerlo.-Dice el, pasando se la mano por el pelo.
-Con la mano. –Le digo irónica.
-Si ya se eso Ada, es que yo miraba mi celular y veía tu número intentaba presionar el botón de llamar y no podía. –Me explica. -Era como si me hubieras hechizado, nunca jamás me puse nervioso con una chica...y llegas tú me cambiaste el mundo en un dos por tres.
Me pongo frente a él, concretando la mirada en sus ojos marrones.
-Carlos tengo miedo, mucho más miedo del que vos podes tener. Tengo miedo a querer y no ser querida, tengo miedo de sufrir por amor, otra vez y tengo mucho miedo de que un día te necesite tanto que no pueda vivir sin ti. Y me aterra pensar que puedes irte y desaparecer.
Él sonríe, pero no como siempre, esta es una sonrisa de ilusión. Se acerca más a mí y pone su mano tibia en mi mejilla.
-Si tú me das una oportunidad, te hare amar otra vez. Hare que vuelvas a creer en el amor.
Lo miro fijamente analizando su rostro, parece completamente sincero y no tengo dudas de lo que me dijo. Pero ¿Estoy lista para volver a amar?...no lo sabrás hasta que no lo intentes.
Paso mis manos por su cintura y lo abrazo. El me rodea con sus brazos pegando me mas a su pecho.
-Creo que puedo darnos una oportunidad. –Le dio con una sonrisa de oreja a oreja.
Él sonríe haciendo que se le marquen los hoyuelos en sus cachetes.
-Te prometo que hare que vuelvas a amar. –Sentencio.
Nos miramos a los ojos, el me mira la boca y yo miro la suya, ambos pensamos en lo mismo, acerca su cara a la mía y lo beso.
Sus labios son dulces y suaves. Las manos de él se funden a mi cintura mientras mis manos se enriendan en su cuello. Tengo que ponerme en puntitas de pie para besarnos mejor, su lengua esta en sintonía con la mía. Siento, miles de mariposas en mi panza. Una sensación de deseo mesclada con inocencia. Con su beso me sentir como una niña que se enamoró por primera vez, estoy feliz.
Me convencí de que quiero y puedo volver a amar.
¿Que opinan hasta ahora? Los leo...