Capítulo 13
Ada
Es todo esto es muy malo, de todas las personas del mundo tuve que venir a encontrarme lo a él. Seguí caminando a paso rápido, cuando me suena el celular.
Casi se me para el corazón, pensando que podría ser Alexander.
Era Carlos
-¿Ya puedes hablar Candy?- Pregunto Carlos.
Estaba nerviosa no sabía si decirle a él.
- Si cariño en menos de cinco minutos estoy llegando.-Era una suerte que viviéramos tan cerca.
-Ah perfecto hermosa, te esperamos aquí con Ariel.-Dice él.
-Bueno perfecto.
El me mando un beso y corte.
Es raro encontrarte a tu ex novio el papa de tu hijo ,un idiota al que quieres olvidar a toda costa. O mejor dicho que ya eh olvidado.
Pero no lo puedo olvidar, hay algo que nos une y eso es Ariel. Me detengo en la esquina de mi casa, cruzo la vereda y antes de siquiera golpear me abre Carlos con Ariel en las manos ambos sonriendo.
-Mami- Dice Ariel, tendiéndome las manos. Lo Tomo en brazos Carlos toma mi mochila y me da un pico.
-Hola amor de la mama ¿Cómo estás?-Le pregunto a Ariel, quien aprieta mi cuello con sus manitas regordetas
-Bem mami- Dice el
-Se dice “bien” hijo mío.- Lo corrijo, mientras caminamos hasta la sala.
Me siento en el sillón Ariel en brazos y Carlos se fue a la Cocina. Hace tres meses nos mudamos con Carlos y Ariel a un edificio al centro de la ciudad cerca de la universidad de Carlos y del curso mío de secretaria. Para que nos fuera más fácil movernos.
Él trabaja a las tarde en las empresa de su padre y yo de día trabajo en la cafetería, eso me recuerda que tengo que presentar mi carta de renuncia iré mas tarde junto a Ariel.
-Ten amor.- Dice Carlos.
Quien me da un vaso de licuado de banana, y la mamadera para Ariel.
- Gracias mi vida. - Le di un beso en la boca. Lo cual hizo reír a Ariel.
Lo miro y veo a un niño súper hermoso con ojos azules, tan azules iguales a lo de él, no puedo evitar sentirme mal. Creo que Carlos lo nota.
-¿Ocurre algo Ada?- Me pregunta.
- No nada – Dije sin mucho ánimo.
El me miro a los ojos, tome licuado y mire hacia otro lado. Quería evitar contarle lo que había pasado, mejor dicho a quien había visto.
-Si algo te pasa...Dime sabes que estamos siempre juntos en todo y para todo...-Dice el tomando un mecho de mi cabello y poniéndolo detrás de mí oreja.
-Lo se amor ,pero no me pasa nada .Estoy cansada nomas y fue un día largo.
El me mira dudando y doy la mejor sonrisa.
-Si tú lo dices, me iré a trabajar. – El me besa la frente y despeina a Ariel.
Me levanto con Ariel en brazos y lo acompaño hasta la puerta
-Chau amor.-Le digo mientras le doy un nuevo beso.
-Chau Candy y chau hijo.-Se despide de Ariel y de mí.
-Vamos Ariel dile adiós a papa.
Ariel se quedó callado y tomando su licuado. Sin ninguna intención de hablar.
-Otro día será. -Dice Carlos.
Me saluda y se va en su auto.
Entro a la casa con Ariel en brazos y lo dejo que camine, se tambalea algo al caminar pero es normal en un niño de su edad tiene un año y seis meses. Es muy inteligente le gusta los bloques de colores y tiene una fascinación con los autos de carreras. Espero que eso no sea un problema.
Vuelvo a la sala y me siento a terminar el licuado con Ariel jugando a mis pies, me sacos los zapatos para estar más cómoda y descanso mi cabeza en el sillón.
Cuando suena mi celular.
-Hola- Conteste.
-Hola, Ada soy yo Julieta perdí mi celular este es el nuevo.- Contesta la vos de Julieta.
-Hola amiga, ¿perdiste el celular? –Pregunte preocupada.
-Algo así, es que ya sabes…- Me dice con una vos apenada, se a lo que se refiere y prefiero no tocar el tema.
-Juli puedes pasarte y charlar un rato.-Le digo.
- Si, ah apropósito mi primo, el tarado que tienes como novio, me dijo que tienes ya empleo en una empresa a de publicad. Felicidades hermosa -Dice ella muy contenta.
-Si gracias a Dios ya tendré mi trabajo en una empresa reconocida. Pero aparte de ese suceso, paso algo hoy.
-¿Qué? –Me pregunta ella.
-Te lo tengo que decir en persona.-Le comento.
-Oh maldita bueno. Ya en diez minutos estoy en tu casa. Si es que me deja salir.-Dice eso ultimo con fastidio.
Al decir eso ella cuelga. Yo llevo mi vaso para lavarlo.
Siento que me tocan la pierna, miro para abajo y era Ariel.
-¿Que pasa tesoro?-Le pregunto.
El me mira y me tira los brazos para que lo alce. Eso hago y lo abrazo, besa mi mejilla y me abraza.
En ese momento es cuando me doy cuenta de que ser madre es lo mejor que me pudo a ver pasado. Aunque mis padres no me hayan querido saber nada de mi desde hace 2 años. Y tampoco pueda viajar, ni tener la mejor carrera universitaria. Pero tengo al mejor regalo que me haya dado la vida, mi hijo y eso es todo lo que necesito para ser feliz.
Igual tengo a Carlos, a mi abuela, Julieta y la señora Amanda que adoran a Ariel y siempre lo protegerán.
-Te amo hijo. –Le digo feliz.
-Mami-Dice el abrazando me.
Justo el timbre suena, voy hacia la puerta. Debe ser Julieta, primero dejo a Ariel en el sillón.
Abro la puerta y allí estaba Julieta, tenía cara de cansada.
-Hola –Dice algo agitada y me da un beso en la mejilla.
-Hola amiga.-Dije feliz, mientras le daba un abrazo. La hago pasar.
-¿Qué eso que te ocurrió hoy?-Me cuestiona a penas se sienta en el sillón.
-Para emoción –Le digo riendo mientras siento a Ariel en el piso, para que juegue.
-ohhh pero quiero saber. Me vine como una loca porque se notaba que era algo urgente.-S e queja como una bebe.