Capitulo: 20
Ada.
Llegue a casa a las seis. Mi abuela jugaba con Ariel, en la sala.
Al verme Ariel se desesperó y salto a mis brazos a darme muchos besitos. Como lo extrañe.
- Mami - grito él.
-Amorcito. – Dije dándole besos en toda su carita, tiene los cachetes más gorditos de todos.
El me miraba sonriendo como si supiera que estaba pensando.
Deje mi bolso arriba de un sillón y me senté suspirando, estaba cansada.
- Hola abuela.-Le digo mientras la saludo. Ella me dio un beso en la frente y yo seguía con Ariel en mis brazos.
- Hola hija ¿Cómo fue el primer día de trabajo?-Pregunto animada.
Pésimo, sabes el papa de Ariel es mi jefe y me pidió salir con cuando él y no solo eso tiene novia, y es la misma pelotuda que me molestaba en el secundario.
En vez de decir eso, tomo aire y digo.
- Perfecto abuela. Conocí a una mujer llamada Amalia me compartió su almuerzo así que mañana llevare algo para compartirlo a ella.-Dije contándole mi día de trabajo.
- ! Qué lindo ¡Me gusta que estés haciendo amigos.- Dice ella feliz.- Por otro lado Ariel te extraño mucho ya que estuvo con cara larga todo el día . Hasta con Carlos estaba así de triste.
- Pobrecito extraña mucho a su mamá.- Empiezo a jugar con él y hacerle cariñitos.- Quien es él bebe que extraña a mama, quien es mi chiquito hermoso.-Dije haciendo vos de bebe.
-Carlos le decía lo mismo y él ni se mosqueaba.-Decía mi abuela mientras le hacía cariñitos.
- Ariel ¿tú quieres a Carlos? - Le digo con voz chistosa, esperando que me responda.
Él se muerde los labios y hace burbujitas de baba.
-Nop.- Contesto Ariel, negando con la cabeza. Mi abuela empezó a reírse como loca.
- Mi nieto no quiere al pobre Carlos ¿A tu abuela la quieres?- Le pregunta mi abuela a Ariel.
- tiii – D ice mi bebe mientras estira los brazos a su abuelita.
- Se dice “si” amor. – Lo corrijo.
- Ti. -Respondió haciendo puchero.
Mi abuela queda sorprendida.-Valla valla valla, que niño respondo.-Dice riendo se.
-No amorcito, se dice sí. – Lo vuelvo a corregir.
- No mami es ti.-Dice el igual que antes haciendo pucheros y la carita toda roja.
-Por Dios Ariel.-Digo cansada, este niño es terco como una mula.
Él pone sus manitos gorditas en mi cara y me sonríe. Lo lleno de besos y caricias. Mi hijo es lo más lindo que me paso en la vida.
- Abuela.-Digo mirando la.
- ¿sí?- Pregunta ella con una sonrisa.
- ¿Cuándo fue la última vez que viste a Alexander trabajando en el súper? – Pregunto intrigada. Todavía no sé cómo hizo para trabajar en dos lugares al mismo tiempo y encima estudio.
- Déjame pensar.-Dijo ella.-Ada creo que fue hace un año o algo más, Ariel era recién nacido. Hace un año cuando me contaste que él era el papa de Ariel. Le pregunte a una cajera y me comento que el renuncio cinco meses después de empezar a trabajar allí.
Qué raro no entiendo por qué trabajo como reponedor, si su padre es dueño de una empresa importante y dinero no le falta.
-Ahh. – Fue lo único que pude responder.
- ¿Por qué el interés? ¿Planeaste decirle de Ariel?-Pregunto curiosa.
Abrazo a mi bebe por insistió. Y niego con la cabeza.
- ! No ¡- Dije casi gritando asusté a Ariel, quien empezó a llorar. Así que le di mi celular para que vea vídeos y con eso se calmó.
- ¿Entonces? ¿Por qué tanto interés?-Me pregunto.
- Nada abuela, es un tema muy complicado. –Contesto apoyando mi mentón sobre la cabeza de mi bebe.
¿Le digo o no le digo? Sé que puedo confiar en ella, pero este tema es algo sensible y la conozco y es capaz de ir a buscarlo.
- ¿Qué ocurre?-Me pregunto preocupada.
- Nada abuela. No te preocupes.
Ella me mira a los ojos, sabe que le estoy mintiendo.
- Ada Noelia Smith, si no me lo dices le diré a tu madre en donde vives. – Me amenaza seria.
Eso no, mi mama y mi papa desde que me echaron no quisieron hablarme. Intente varias veces ir a su casa y ellos me corrieron.
No quisieron saber de mi cuando estaba embarazada, ni tampoco cuando mi hijo cumplió un año. Pero ahora mi madre quiere recuperar la relación perdida conmigo y mi hijo. No la quiero aceptar. Aunque me duela, ella me hizo sufrir antes, me dejo sola cuando más la necesitaba .Ella sola perdió la oportunidad de conocer al nieto más hermoso del mundo (conste que eso lo dice mi abuela ella lo quiere como si fuera su nieto, no su bisnieto.)
- Está bien abuela te lo diré. Pero prometes estar callada y no decirlo a nadie muchos menos a Carlos.-Digo seria.
Ella me miro preocupada, sabía que era un tema fuerte porque le pedía que guardara un secreto.
- ¿Qué ocurre?-Pregunto preocupada.
- Es algo sensible el tema y quiero que me dejes explicarte todo y no me interrumpas.-Dije mirando la seria, ella se tapó la boca con las manos. – En mi nuevo trabajo, soy la secretaria del hijo del jefe.-Ella asintió .Yo cada vez estaba más nerviosa por lo que iba a decir.-El cual resulto ser Alexander.- No resistí mas y empecé a llorar - Mi jefe es el papa de mi hijo. Encima él se acuerda de mí y quiso pedirme perdón después de que su ex me insultara. La cual es la chica que me molestaba en el secundario.-Dije todo entre balbuceos.
No tenía que aparentar ser fría con mi abuela. Ella me entiende, me abrazo para poder llorar sobre su hombro. Mientras lloraba Abrazaba a Ariel, quien no entendía que estaba pasando.
- Tranquila hija, sabes que a ese hijo de puta yo le daré yo una lección.-Dijo enojada.
No pude evitar reír entre sollozos al escuchar insultar a mi abuela. Deje Ariel en el piso para que siguiera jugando. Y me seque las lágrimas.