Mi jefe el padre de mi hijo[1]

Capítulo 21

Capítulo 21

Ada.

Me desperté a las siete de la mañana   con un brazo que  rodeaba mi cintura. Me doy vuelta y veo Carlos.
Ayer quede enojada con él  por lo de ayer y quedamos con que el dormía en otro lado. Y míralo abrazo a mi como si fuera un osito.

- Carlos suelta me, estoy enojada contigo.- Digo con un tono bastante infantil.

El gruñe y me apretaba más contra su dorso.

- No te voy a soltar.

Dice con vos ronca por el sueño, intento moverme de lado a lado para que me suelte, pero su agarre es muy fuerte.

- Si deja me. – Le digo como una nena pequeña.

El empieza a darme besos en la espalda mientras sus manos acarician mi cintura.

Me doy vuelta, quedando frente a frente,  sus manos se ponen en mi trasero y   haciendo que nuestros cuerpos queden pegados y separados únicamente por la nuestra ropa interior.  Puse mis manos en su cintura y comencé a besarlo con dulzura. Sus manos subieron hasta mi nuca entrelazados sus dedos en mi pelo
Me separe de él y lo mire con una sonrisa, sus ojos cafés se iluminan al verme sonreír.

- Te amo Ada.- Dice acariciando mi cara, me hizo sentir un cosquilleo.

- Yo también te amo, no sabes lo feliz que me has hecho en estos casi dos años juntos.- Le digo  con una sonrisa.

El me abrazo muy fuerte apretando me las costillas.- No tan fuerte que me afición.- dije riendo me.


El me suelta  y acto seguido me subo arriba de su torso beso su frente, su nariz y por último beso su boca .Muerdo su labio, haciendo que él me apriete el trasero (Que afinidad tiene con mi culo) y nuestros cuerpo empiecen a rozarse, ¿será el momento del tan esperado mañanero?

Nos seguimos besando hasta que miro el reloj digital en la mesita de luz. Mierda son las  7:30.

- Carlos se nos hizo tarde, vamos arriba.-Le digo, lamentado me de no poder seguir con lo que estábamos empezando.

Él se levanta y me abraza por detrás susurrando en mi oído la palabra más bella del mundo que muy pocos hombres se atreven a decir Te amo.

Después de eso él se va a hacer el desayuno y me empiezo a cambiar.
Me pongo otro de los trajes  que consiste en  una remera blanca lisa y un pantalón de vestir negro  me coloco los zapatos de taco negro y  el saco negro  a juego con el vestuario.
Me ato el pelo en una coleta Alta con dos mechones que bajen por los costados de mi cara.

Me empiezo a poner rímel en las pestañas seguido de corrector para ojeras, y por ultimo delineador negro.
Me puse un collar que me regalo Ariel y Carlos para el día de la madre. Quedando así lista.

Camino hasta el cuarto de Ariel, él estaba durmiendo como un angelito.

Lo tomo en mis manos y lo lleno de besos 
El abre un ojito y luego abre el otro me mira sonriendo y me abraza.

- Vamos hijito a desayunar.

Estaba medio dormido así que lo cambié con un conjunto gris  de  pantalón y  remera pero le pongo otro buzo verde, es que hacía mucho frío en la mañana.

Vamos a la cocina. Lo siento en su sillita y hablaba con Carlos. Pero  sin darnos cuenta Ariel andaba caminando por la cocina en un momento comenzamos a jugar " Donde esta Ariel” .
Ponía mis manos en mis ojos haciendo que  no lo veía entonces el me la destapa   y decía "aquí toy”. Cuando no lo encontré estaba arriba de Carlos haciéndole lo mismo.
Me alegro ver que mi hijo jugara así con él.

No podía explicar ese sentimiento de calidez que me daba mientras compartíamos como familia jugando. Después  de los juegos me llevaron a mi empresa.


Empecé a acomodar los archivos de hoy, agenda dos juntas uno con la marca Avon que sería el jueves y otra el miércoles con la marca P y G.

Después de hacerlo, entre a la oficina de Alexander, él estaba frente a un pizarrón escribiendo  se veía muy pensativo.

- Disculpe Alexander – Digo adentrando me a su oficina él se dio vuelta al mírame sonrió. - Le traigo las dos juntas que tiene en la semana aparte de las previstas. Si surge una nueva vendré a informarle.

-  Bien Ada me podrías decir cuales son estoy medio ocupado.- Dijo señalando a su pisaron.

-Está bien.- Digo algo confundida-. El miércoles a las nueve  en punto tiene la cita P y G en donde discutirán asuntos de la campaña. Ese mismo día a las  once  tiene la junta con los diseñadores para la campaña de Fiat y a las  dos  de la tarde tiene junta con su padre. Eso sería del día miércoles.

El sigue escribiendo y tachando, se da vuelta y me sonríe ¿que tiene este chico con las sonrisas?  Me están dando algo de miedo últimamente.

- Gracias Ada, lo único malo de todo eso es  que no sé qué puedo hacer para la campaña de P y G ya que visualice a un bebe riendo y estando feliz con su madre la cual usa productos P y G. Poniendo el eslogan de Sonrisas a la mejor Calidad.

Me parece interesante su propuesta.

- ¿Cuál es el problema? Yo veo que va muy bien encaminado. – El me mira como si fuera tonta - ¿Qué?- Pregunte desconcertada.

- Ada necesito “Al bebe”.- Dice haciendo énfasis en esa palabra.-  Y los bebes que eh visto no tienen esa chispa que necesito. O son muy llorones o son muy callados o se tiran gases - Dice totalmente aterrado.


No puedo evitar reírme de sus estupideces .Si conociera lo que es Ariel se daría cuenta de que los bebes pueden ser muy buenos.

- No todos los bebes son así, hay otros que aparte de ser tiernos y lindos, son calmados y fotogénicos.-Digo pensando en mi bebe.

El me mira, por un segundo tengo miedo de  a ver dicho algo y no solo  haberlo pensado.

- ¿Sabes de algún bebe? – Me pregunto curioso.

¿Yo de algún bebe? Si se dé uno se llama Ariel y es tu hijo imbécil. Pero no se lo digo, por obvias razones.

-  No, no conozco a ninguno. -  Dije seria.




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