Mi jefe el padre de mi hijo[1]

Capitulo 25

Capítulo 25

 

Ada

Me doy vuelta y veo a Amalia ella estaba mirando me a mí y a mi abuela.

-  ¿De qué verdad hablan? –Pregunto Curiosa.

- Amalia, de ninguna verdad cosas mías nomas.-Dije nerviosa.

- Escuche perfectamente que hablaban de una verdad que deberías decirle a mi niño Alex.-Dijo ella seria.

 

- No es nada importante. Solo que no se si estoy muy de acuerdo que mi hijo tan pequeño sea modelo.-Dije tratando de sonar firme.

Ella me mira dudosa espero que me sirva la excusa, miro a mi abuela que me mira de reojo susurrando
- Te crecerá la nariz como pinocho.

Le sonrió nerviosa justo cuando Amalia habla.

-  ¿Enserio? No sabía que tuvieras un hijo. Eres muy joven. -Dijo con una sonrisa.

-Si tuve un hijo cuando era una adolecente-Dije sonriendo.

- Ya quiero conocerlo. ¿En dónde está?-Pregunto Amalia contenta. En ese momento llega Alexander con Ariel en brazos.

-  Amalia a ti te estaba buscando, mira el hijo de Ada se llama Ariel.-Dijo el sosteniendo a mi bebe.

Amalia se quedó estática y un poco pálida.

- ¿Se encuentra bien?-Le pregunto mi abuela tomando su mano. Ella nos miró a todos y concentro de vuelta su vista en Ariel.

- Si si si ¿Ese es tu hijo Ada?- Dice todavía sorprendida. Como si no pudiera creer que él bebe que está viendo sea mi hijo.

-Si.-Trague saliva.


Ella abrió los ojos y me miro  y en ese momento lo supe. Ella sabía que ese bebe no solo era mío si no también era de Alexander.

- ¿Qué pasa Amalia?- Pregunta Alexander.- Estas muy pálida.

- Estoy bien mi niño, me dio un ataque de esos que tengo de la tensión. Ada me acompañas al baño.-Dice ella miran me. Me dice más como una orden más que una pregunta.

Ella sabía que yo me había dado cuenta de que ella había descubierto mi pequeño secreto.

- Si la acompaño. -  Digo. Mis manos transpiraban y mi corazón latía con fuerza. Parecía que se me fuera a salir del pecho.

- Ve Ada me quedo con tu abuela y con Ariel.- Dice Alexander yo solo asiento.

Con Amalia caminamos hasta los baños se aseguró de que no había nadie y cerro con llave.

- Dime la verdad de la que hablabas con tu abuela era ¿Que tu hijo es de Alexander  no es así?-Dijo de forma acusatoria.

La miro y no puedo evitar llorar. No puedo creer que ella lo sepa se lo dirá a él y con ello aparecerán todo aquello que  estaba evitando.
 

- Sí. - Dije con la vos ronca y con lágrimas ella me miro esperando una explicación. -  Es su hijo Amalia, Ariel es el hijo de Alexander  pero por favor no se lo digas él no debe saberlo esta mejor así sin saberlo.

Yo solo lloraba y ella me miraba como enojada. Sabía que aunque le pidiera que guardara mi secreto ella no lo haría. Pero hizo algo que no  me esperaba se acercó y me abrazo.

- ¿Tú eres la chica de la que te conté no es así?- Me pregunto mientras yo seguía llorando sobre su hombro.

- Si, Alexander me hizo daño cuando era apenas una niña.- Dije entre sollozos.- El me hirió y cuando me cambie de colegio a los pocos meses supe que estaba embarazada.- Trague  saliva y respire hondo para poder seguir.  - No se lo dije a nadie  al principio, luego mis padres me echaron de casa  y me fui con mi abuela me dejo vivir con ella y desde ese día dije que él no debería enterase.-Dije entre sollozos.

- No temas niña  Alexander es un gran chico es muy bueno si cometió un error pero sé que él te ama  y sé que amara a su hijo cuando se entere de la verdad.-Dijo en  un tono calmado.

Me separo con brutalidad de ella.

- No lo debe  saber. No quiero que él se entere estamos bien así cada uno por su lado. Mi hijo tiene una familia y no quiero que él esté en su vida.-Digo firme.

- Ada estas siendo egoísta .Alexander es su papa biológico y tiene tanto derecho como tú de estar cerca de su hijo.-Dijo ella seria.

- No.-Volvía decir.-Es algo que eta esta decidido.

-  Ada es muy parecido a su padre demasiado diría yo .Y si don Ambroni lo ve se dará cuenta  y se lo dirá a Alexander. Él no te preguntara primero que quieres hacer él lo va a hacer. Y si quieres ser tú quien se lo diga tenés que hacerlo ahora.

Ella tiene razón es una bomba que tarde o temprano me va a explotar en la cara y será muy fuerte.  Pero hasta que no explote tengo que ver una forma de que todo salga bien.

- Lo sé pero mi última decisión es que Alexander jamás sepa que Ariel es su hijo. Y aunque sé que la verdad algún día se sabrá, hoy no es ese día.-Digo.

Ella me mira abatida sabía que era inútil discutir conmigo.

- Bien pero no digas que  no te lo advertí, es una bomba y sus horas están contadas antes de que explote.

 - Bien.-Dije.

Luego de nuestra charla me acomode el maquillaje y salí del baño junto con ella.

Volví a mi oficina  y allí estaba Alex con Ariel y mi abuela.

El me mira sonriente.

- Te estábamos esperando, vamos a comer todos juntos  ¿Te parece?-Pregunto con una sonrisa.

Me quedo mirando a mi abuela durante un segundo tiene una sonrisa del gato de Alicia del país de la maravillas. Algo anda mal.

- Esta bien.-Dije miro a mi abuela que está de acuerdo.

- Yo invito.-Dice Alexander.

Tomo a Ariel y el me da besitos babosos en la cara. Cuanta paz me da este niño.

- Extrañaste a la mama.-Digo mientras el hago naricita.-A que si.-Digo riendo el igual se ríe.

Siento que alguien me miraba y levanto la cabeza  y encuentro a Alexander mirándome tenía un destello en los ojos,  estaba  feliz.

No sé muy bien porque  pero me sentí extrañaba un sentimientos de nostalgia apareció en mí.

- Bien muchachos, los espero abajo. Me llevare el niño.-Dice mi abuela.

Nos quedamos solo con Alexander.




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