Capítulo 26
Ada
Estábamos los cuatro en el auto de Alexander, en rumbo a un restaurante de comida italiana.
Me senté Atrás junto Ariel con la excusa de que mi abuela quería ir adelante.
La verdad era que no quería estar cerca de Alex, luego del beso todo se tornó raro e incómodo yo lo rechace cuando volvió a acercarse. No sé qué en que estaba pensando cuando permití que él me besara.
Le fui infiel a Carlos, a la persona que estuvo conmigo cuando más lo necesite y no puedo creer que lo traicione.
No lo debí a hacer a ver hecho eso pero eso no quita que su beso haya movido sentimientos guardas muy dentro mío, sentimientos que espero que sigan escondidos o que desaparezcan. No quiero pensar siquiera en volver a tener sentimientos hacia Alexander.
- Llegamos – Anuncia Alexander.
Bajo con Ariel en brazos y mi abuela se pone al lado mío. Entramos al restaurante.
Alexander se acerca a la recepcionista para pedirle un lugar.- Hola una mesa para cuatros con una silla de infante por favor.
- Con mucho gusto sigan me.- Dice la recepcionista una chica de 25 o 28 años con el pelo negro y cuerpo de modelo.
Nos guio hasta una mesa cerca de una ventana, tenía tres sillas y una para bebe.
Lo senté a Ariel en la sillita y el empezó a reírse le di un beso en su cabecita y con su manitas a hacerme cariñitos.
- Amorcito de la mama.-Digo besando sus cachecitos.
- Mami – Dice entre balbuceos. – Te abo – Dice el mientras estira la boca en broma de beso.
- Yo también te amo mucho.-Digo mientras pongo mi mejilla para que el me dé un beso.
Me doy vuelta y Alexander nos miraba con cara de ¿Alegría? Una chispa de algo distinto se veía en sus ojos.
- Enserio debes ser una muy buena madre.- Dice Alexander tomando mi mano por arriba de la mesa. Mi abuela hace una exclamación de sorpresa ante el gesto. - No puedo creer que tu sola hallas salido adelante con tu hijo.-Dice el acariciando mi mano. La cual retiro rápidamente.
- En realidad no salía sola. Tuve mi abuela y Carlos siempre estuvieron cuando los necesite.-Dije calmada. El hizo un gesto de molestia cuando nombre a Carlos.
- ¿Cuándo conoceré al tal Carlos? Yo creo que es una vil mentira y estas inventado eso solo para no salir conmigo.-Dijo el en forma sínica.
Dios no se da cuenta si le dije que tengo un hijo con otro y que no lo quiero. Como va a creer que invente a Carlos.
Miro a mi abuela y ella estaba jugando con su celular. Dios cuando la necesito no está prestando atención. Antes de poder responderle viene un camarero a tomarnos la orden.
- ¿Puedo tomar su orden?-Pregunto en un tono seco .Al parecer al igual que yo el camarero tenía ganas de irse.
- Para mí ravioles - Dijo Alexander, yo no sabía que pedir. - Para la señorita pasta con cuatro quesos. - Me guiño un ojo él lo sabe, se acuerda de cuáles eran mis comidas favoritas, miro el restaurante y me parece familiar. Mi abuela pidió algo pero no la escuche estaba en trance recordando de donde conocía este lugar.
Es el restaurante en donde veníamos a comer siempre con Alexander cuando éramos novios. No me había dado cuenta. Sigue igual el lugar.
- Alexander este es…-Empecé a decir pero él me interrumpió.
- Si en donde veníamos a comer cuando éramos novios.- Me quede callada. Estar aquí me hizo recordar.
- Vamos Ada. - Dice Alexander tomándome de la mano .Sus dedos más largos que los mío me cubrían la mano.
Entramos a Fioteri un restaurante. De comida italiana. Nos sentamos en una mesa para dos y revisamos el menú. El lugar no era súper grande si no un acogedor lugar con mesas de madera de roble y toques pintoresco con la bandera Italiana; algún que otro adorno de mimbre pero en particular era todo muy hermosos.
- ¿Qué te gustaría pedir?- Me pregunto.
- Emm pasta con cuatro quesos es mi comida favorita.-Le respondo.
- Bien yo pediré ravioles .Sabes Ada me gusta compartir mi tiempo contigo haces que cada hora del día valga la pena.
Lo miro con ojos soñadores tan enamorada estoy de él, es un sueño hecho realidad.
- A mi igual me gusta pasar tiempo contigo Alex.
Él se me hacerlo unos centímetros y me dio un beso suave y tierno en los labios.
Había partes en que la relación con Alexander fue hermosa preciosa sinceramente pero el dolor de lo que me hizo sigue presente .No entiendo que tan inmaduro y cruel tiene que ser una persona para jugar así con los sentimientos.
- Alex ¿Por qué nos trajiste aquí? – Pregunte un poco molesta.
- Porque quiero que sepas que yo te sigo amando siempre lo voy a hacer. Y si cometí un estúpido error. Pero esta en el pasado.-Dijo abatido.-Pero tu también me estas mintiendo, ¿Dime Ariel en verdad es tu hijo y de ese tal Carlos?
Mi abuela dejo su celular y me miro esperando mi respuesta, mire Alexander después a Ariel. Tengo ganas de vomitar y no sé cómo enfrentar esta situación.
Creo que llego el momento, el momento de decir toda la verdad de que la bomba explote.
En ese momento alguien atrás de Alexander me saluda, quede blanca como el papel...
¿Qué hace el aquí? Mi abuela al igual que yo luce sorprendida .Ella se persigna y en un tono audible para casi todos dice “Se prendió esta mierda”
- Hola Candy ¿qué haces aquí?- M e pregunta Carlos.
Me levanto hacia donde está el justo detrás de Alex. Me da un beso en los labios beso y me rodea para saludar a Ariel con beso en la cabeza.
-Hola campeón.-Dijo en tono juguetón. Yo solo podía observar me sentía como si en un momento a otro fuera a desmayarme.
El saluda a mi abuela y por último se acerca a Alexander. Él lo mira con cara de pocos amigos, créanme si les digo que las miradas matan Carlos estaría a 100 metros bajo tierra.