Capítulo 35
Ada.
Luego del desastre que fue el partido de fútbol, nos sentamos a almorzar. Ariel se había sacado ya su tapado y taba contenta tomando gaseosa.
Y riendo con Alex.
La verdad que es un ambiente muy lindo sentados en una mesa con sombrilla, debajo del cálido sol de invierno.
Alex sacaba la comida que consistía en sándwiches de milanesa y papas fritas, gaseosa y un postre para después. Mire mi celular, no tenía ninguna llamada. Me siento tonta al esperar que me llame.
Sé que yo debo buscarlo. Pero tengo que decidir bien las cosas, no quiero hacerle más daño.
- Ada.- Alex me hablo, sacando me de mis pensamientos. - ¿Lo extrañas?- Me pregunto de forma seria.
Me quede sorprendida al escuchar lo que dijo ¿Enserio me está preguntando si extraño a otro hombre mientras estoy con él? Solo podía decirle la verdad.
- La verdad, lo extraño un montón.-Dije directamente, no me voy a ir con rodos.- Él estuvo dos años conmigo a mi lado, y ahora que no está me doy cuenta de lo importante que es para mí.-Dije mirando hacia la nada en realidad, pensando en cada cosa que viví con Carlos.
Mire a Alexander que asintió sonriendo, tenía una cara de decepcionado, como si estuviera perdiendo la guerra en vez de la batalla.
- Hablas de el de la misma forma que hablabas de mí. Tus ojos brillan mientras piensas en él.- Dijo con una sonrisa melancólica.- Llegue para ser el primer amor de tu vida. –Dice el con los ojos lloroso. Verlo así me partió el alma.-Y Carlos llego para ser tu alma gemela y el amor de tu vida. Sé que la batalla está perdida Ada. Y sé que aunque sienta algo por mí, tú lo amas a él.
El me miro con una sonrisa triste, estaba confundid ay al mismo tiempo aliviada .Era como si todo encajara en su lugar y mis pensamientos se acomodaran.
Alexander fue y siempre será el primer amor de mi vida y el papa de Ariel .Nuestro hijo es algo que nos une y nos hace familia. Pero Carlos llego como un ángel a salvar me, me lleno de amor, cariño y compresión. Cuido de Ariel como si fuera su hijo. Y ahí fue cuando todo tubo sentido.
- Alex, tú y yo tenemos una historia. Fue hermosa sin contar lo último.-Dije con una sonrisa.- Pero tenemos un hijo y eso siempre nos va a unir, somos una familia.- Él sonrió conmigo y tomo mi mano. Ariel comía su sándwich.- Pero Carlos fue como un ángel. Me ayudo y me salvo. Sinceramente Alex. -Yo tome una decisión, creo que hace mucho la había tomado. Pero necesitaba hablarlo en persona. Siempre supe con quien quería estar, con su amor incondicional hacia mí y hacia Ariel. Sé que uno de los dos saldrá perdiendo. Ni que fuera yo un trofeo ni nada por el estilo pero ambos me aman pero yo solo amo a uno.
- Alex, fuiste mi primer amor, mi ilusión de niña. Pero amo a Carlos lo eh amado desde que lo conocí.
El asintió y apretó mi mano.
- Ada lo sé. Sé que lo amas y por más que me duela. Lo acepto yo quiero tu felicidad.-Dijo con una sonrisa, sonaba sincero.
Yo sonrió, por primera vez en días soy feliz, estoy decidida. Sé a quién amo y a quien quiero en mi vida sé que tendré que pedirle mil y una disculpas a Carlos pero lo are, lo amo y sé que el a me ama a mí.
- Gracias Alex.-Dije agradecida.- Yo no te quiero lastimar pero hace tiempo que deje de amarte de esa forma, te quiero como papa de mi hijo pero no como pareja.
- Ada lo entiendo. Pero por favor no me quites a Ariel es mi hijo, sé que Carlos es como su papa.-Dijo con un poco molesto.-Pero quiero que Ariel entienda que su papa biológico el que técnicamente ayudo a traerlo al mundo soy yo.
- Lo se Alex, Ariel entenderá que tú eres su papa y Carlos será su padrastro.-Dije.
- Bien, por mí eso estaría bien. Yo digo que sigamos con el día de campo y mañana vallas a buscar a Carlos yo me llevare mañana a Ariel a la cena de la familia y vos podrás hablar bien con él.
- Perfecto Alex. Gracias.-Dije con una sonrisa sincera en mi rostro.
- De nada Ada, ahora a comer que tengo un hambre.-Dice él.
Pasamos un rato almorzando y riendo de las tonterías que hacia Ariel.
Cuando llego el postre Ariel se abalanzo sobre las frutillas con crema, como si nunca hubiera comido este postre. La cara de Alex era de diversión al ver a nuestro hijo devorando las frutillas.
***
El viento soplaba despacio, era cálido como si se acoplara nuestro estado de ánimo. Alex nos llevó a pasear en la lacha, sin duda fue una experiencia divertida y traumática. Algo peor que las escaleras, son los botes a cada rato perseguí a Ariel que se quería tirar al agua, para tocar los patos o algún que otro pez.
- Gracias Alex, este día fue muy bello.-Dije sonriendo mientras cerraba los ojos y dejaba que los pocos rayos del que quedaban acariciaron mi cara.
- De nada Ada. Y gracias a ti por dejarme compartir este momento con ustedes. Me alegra pasar tiempo con mi familia.-Dijo el sonriendo.
Después de eso el viaje fue tranquilo y calmado aproveche para sacarles unas cuantas fotos a los dos, a Alex y Ariel, manejando y riendo.
Luego Alex me saco una foto mientras yo cargaba a Ariel en mis brazos sonriendo.
Este día fue bueno, ya que por fin. Se lo que quiero y necesito en mi vida.
Sé que amo a Carlos y quiero pasar mi vida con él.
Y sé que Alexander es y siempre será parte de mí vida, él es papa de mi hijo y es familia.
Por fin sé que tengo que hacer, solo me queda enfrentar un problema... Pero eso será para después.
omg Ada al fin tomo una decision.
¿Sera la correcta?
¿La mas sensata?
¿Carlos querra volver?