Mi jefe el padre de mi hijo[1]

Capítulo 40

Capítulo 40

Ada

Lunes, los días lunes son horribles ya que eso principio de la semana y levantarse temprano es un asco.

Lo único que tuvo de bueno este día lunes .Fue que amanecí al lado de mis dos amores. A mi izquierda dormía como un oso Carlos que sostenía mi cintura como si me fuera a escapar .A mi derecha dormía Ariel estaba muy cansado de la cena que tuvo ayer .

Bese la cabecita de mi bebe y me levante.

- ¿Para mí no hay beso?- Dice Carlos con vos ronca.

- Si – Dije de forma tierna. Me doy vuelta con cuidado y le doy un beso en la frente.
Pero el tomo mis mejillas y me dio un beso en la boca .Paso su lengua por mis labios llenando me dé baba.

- Que asco - Dije limpiando me en su remera. El solo se reía.

Camine hasta el baño  con dos toallas en mis manos.

Tomo una ducha caliente para entrar en calor, sigo esperando el verano este invierno me tiene congelada. Después de la ducha me recogí mi pelo con una toalla y con la otra cubro mi cuerpo.


Al salir del baño veo a Ariel con su cuerpecito arriba de Carlos, mientras este le así cosquillas. Ambos estaban riendo, tan hermoso.

- ¡ey tengan cuidado! -Los rete mientras buscaba que poner me.

Saque un pantalón de vestir color crema y una remera de gasa blanca con mangas largas.
Me hago una trenza cocida y pinto un poco mis ojos.

Me doy vuelta y los dos revoltosos me estaban mirando.

- Que hermosa -Dijo Carlos. Ariel aplaudía. Me hago la modelo  caminando hasta ellos y tomo a mi bebe en brazos.

- Mama – Dice  mientras le doy muchos besitos. Carlos me abrazó por la cintura besando me en el cuello.

-Mi amor si seguís así. No  voy a poder ir a trabajar.-Dije cuando él me agarro y me tiro en la cama con Ariel todavía en brazos.

-Entonces ninguno de los dos vallamos al trabajo y nos quedemos los tres juntitos.-Dice el abrazando me.

La verdad es que me quiero quedar así toda la vida con mi novio y mi hijo abrazados. Pero tenemos obligaciones.

-Eso quiero, pero ya tendremos vacaciones. Ahora tenemos que seguir trabajando.-Dije muy seria y Carlos puso cara de enojado, así que para calmarlo empecé a llenarlo de besos y Ariel le hacía cosquilla.

-Bueno me convencieron.-Dic dando me un beso en la mejilla y un beso en la cabeza Ariel.

- Bien, voy a hacer el desayuno.-Dije.

- Bueno Candy, yo cambio a Ariel.

Que suerte que volvió, no quiero levantarme otro día sin él. Mi vida está completa porque está el en ella.

Camine hasta la cocina y puse la cafetera a funcionar. Busque en los muebles y  saque criollos y unas galletas de chocolate.

Tome la mamadera y prepare la chocolatada de Ariel. Cuando la puse a calentar en el micro ondas. Algo se prendió a mi pierna.

- Mami- dijo Ariel.

- Amor de la mama.-Digo sonriendo.
Lo levante del suelo. Tenía puesto un pantalón negro y un buzo rojo. Estaba muy hermoso como siempre .Mi hijo es hermoso. No lo digo  por ser su madre, pero la verdad  es muy bello.

- Amor ya está el café.-Grite a Carlos mientras sentaba a Ariel en su silla y le pasaba su leche chocolatada.

Saque dos tazas y me serví café con un poco de leche y azúcar.

Me doy vuelta para buscar el dulce de leche. Cuando ciento dos manos en mi cintura y un beso en mi cuello.

- Esto es lo más extrañe.- Dice sonriendo. Me doy vuelta y lo beso.

- No quiero que estemos separados nunca más.-Dije abrazando lo.

-Y nunca lo haremos, seremos una familia muy contenta.

Nos sentamos los tres a desayunar, era un ambiente cálido y familiar. Ahora sé que quiero que todos los días sean así.

***

Hace ya dos semanas que estoy trabajo y todo marcha bien. Aunque todavía  sigo siendo la atención de la mayoría de las miradas, ya que no todos los días te enteras que uno de los dueños de la agencia en donde trabajas tiene un hijo no reconocido de su secretaria.

Aunque con Alex la tensión de los primeros días ya se fue disipando, sé que tiene algo para decirme. Muchas veces entro en mi oficina con ganas de decirme algo y al mismo segundo se arrepentía. No sé qué será, pero sé que cuando esté listo el me lo dirá.

Pase por la oficina de Amelia para saludarla.

- Hola Ada, querida - Dice acercándose a mí y dando me dos besos en la mejilla.

- Hola buenos días-Le respondí

- Sabes siguen comentado por ahí, sobre lo hermoso que estaba Ariel en el almuerzo del domingo.-Dice ella riendo, esta semana casi no tuve oportunidad de verla ya que estaba muy ocupada. Así que no tuvo tiempo de contarme como fue ese dichoso almuerzo. Alexander casi no me dijo mucho, supongo que no hará pasado nada importante.- No puede ser más hermoso ese niño. Sin duda tú y Alex tiene unos genes perfectos.-Dice ella riendo.

-Espero que se halla portado bien. Alexander casi no me comento nada del almuerzo. Espero que no haya hecho algún destrozo.-Dije sonriendo.

- Para nada, Ariel fue muy educado y se portó como todo niño de dos años.-Dice ella con una sonrisa.- ¿Has vuelto con tu novio?

- Si ¿por qué el interés?- Pregunte dudando.

- Por nada. – Dice con voz calmada. Presiento que me está ocultando algo.-  Hoy almorzamos juntas.- Me dice cambiando de tema.

- Si traje el almuerzo para las dos .Esperaba que hoy si pudiéramos almorzar juntas.- Le sonreí.

- Genial. Esta semana fue de locos la verdad.-Dice ella pasando se, una mano por la frente.-Así que hoy nos ponemos al día.-Dice.

-Claro nos vemos más tarde.

Nos despedimos hasta la hora del almuerzo.

Camine hasta mi oficina mi pequeño box. Me había tomado el tiempo de arreglar con unas fotos de Ariel y de Carlos también de la abuela. Para que sea más familiar.




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