Capítulo 41.
Ada
Quede sorprendida al verlo los labios de Clarisa pegarse con los de Alexander. ¿Esto desde cuándo paso? No es que este celosa, pero es que se me hace raro que no me haya contado.
Quede más estupefacta al escuchar la palabra “Prometida” o sea ¿Su futura esposa?
Creo que llevo días en un universo paralelo, por qué hace menos de dos semanas Alexander me juraba a amor eterno y ahora resulta que se va a casar.
Miro sorprendida a Alexander. Él nos presenta, la tensión por parte de ambas es palpable. Ella va a ser la madrastra de Ariel y no la conozco, el debería a vernos presentado cuando era su novia ¿Cuando fueron novios? ¿Las personas ricas se comprometen de un día al otro? Tengo miles de preguntas y pocas respuestas.
- Hola, mucho gusto.-Dije con amabilidad. Tenía que terminar con este incomodo silencio. Ella aprieta sus rojos y carnosos labios, en una mueca. Al parecer mi presencia allí no es muy bienvenida.
- El gusto es mío Ada, déjame decirte que tienes un hijo hermoso.-Dice ella de forma seca y sin emociones. Pero acaba de decir que conoció a mi hijo. ¿Cuándo conoció a Ariel? ¿En qué momento?
Mire con el ceño fruncido a Alexander, esperando que me explique esto.
Estaba algo pálido y parecía sofocado. Y la mirada acusatoria de su “prometida” no ayudaba en nada.
- Ada, te lo iba a decir. Pero nunca llegó el momento justo para decirlo. Y no querías que te pusieras sobre protectora con Ariel y no me dejaras verlo tan seguido.-Intenta excusarse.
El miro a la rubia que sonreía con una ceja levantada. ¿A esta que le pasa?
- ¿Cuándo me lo ibas a decir el día de tu boda?-Dije moviendo mis manos.-Esta bien que quieras presentársela a Ariel, es tu hijo. Pero me tienes que decir a mí, porque soy su madre y tengo que saber.-Dije más calmada.-Felicidades a los dos.
No dudo en que Alexander sea buena persona, pero él tiene un malo historial eligiendo a mujeres, como Camila. Y no quiero que el este con una loca que trate mal a mi hijo. Pero ahora somos amigos y padres de un dulce bebe. Lo que quiero para él es una compañera alguien quien lo ame. Yo celosa no estoy admito que me sorprendió demasiado la noticia pero nada mas. Sé que si ella es buena con él y con mí bebe, nos vamos a llevar bien.
Me despido de la pareja de novios y vuelvo a mi box. Creo que ellos tiene bastante de que hablar. Después hare que Alex me explique toda esta historia.
Sin duda es hermosa, espero que sea igual de hermosa en su interior. No quiero que mi hijo crezca con alguien que lo lastime o le haga la vida imposible.
Alexander
Cuando Ada se va miro a Clarisa.
- ¿Por qué viniste?- Es lo primero que le pregunto, no quería sonar tan brusco.
- Es que quería preguntar te. ¿Si dormiremos en la misma habitación?- Pregunta ella con una sonrisa angelical.
- Clarisa, si vamos a dormir juntos en la misma habitación .Y tienes todo el derecho de acomodar el departamento como más te guste.-Dije con una sonrisa. La verdad solo quería que se fuera y me dejara ir a explicarle a Ada toda la situación.
-¿Enserio?-Dice ella lanzando sea mi cuello y rodeándolo con sus delgados brazos.-Eso ser genial.-Dice ella, se que le cuesta un poco hablar español.- Decorar todo a mi gusto. Solo decirte que tener mucha ropa.-Dijo con una pequeña sonrisa.
- ¿Has entrado a la pieza?- Le pregunto.
- No, vine a preguntarte cómo vamos a dormir Y como todavía no tener celular, vine a buscarte .Padre no dejarme tener uno, hasta estar casada.- Dice ella.
Eh oído tantas cosas tenebrosas de mi futuro suegro que ya me da miedo. Sé que Clarisa era modelo y ganaba su dinero pero aparte de eso solo estudiaba y estaba en su casa, su padre era muy sobre protector y digamos que no está muy contento con el matrimonio, ya que soy argentino y no ruso, pero al ver el estado de mi cuenta bancaria no le importó.
- Bueno cuando entres, vera un armario y un espejo tocador que son solo para ti. Así acomodas tus cosas y ya te sientes en casa.-Dije con una sonrisa. En parte sabía que este día llegaría y ella se merece vivir bien.
Ella chillo de alegría y se acercó a mí y me beso, era un beso apasionado, las manos de ella atrajeron las mías hasta su cadera. Con mis manos agarre sus nalgas y la apreté contra mí .Podría acostumbrarme a esto, la lengua de ella encajaba con la mía a la perfección , sin duda iba acostumbrarme a esto.
No separamos y ella me miraba con una sonrisa amplia en sus labios.
- Muchas Gracias Alex. Esto parece que va a funcionar.-Dijo besando me de vuelta.
El beso se volvió más y más candente, termine subiendo su vestido hasta arriba de su cadera y pude apreciar sus largas y blancas piernas.
-Oh Alex.-Gime ella contra mi cuello. No esperaba llegar más lejos, pero cuando ella empieza a desprenderme el cinturón y baja mis pantalones.
Sé que ambos queremos lo mismo, por suerte es mi oficina y mi futura prometida.
Ada
Cuando Clarisa sale de la oficina de Alexander, me saluda con una sonrisa un poco confundida le devuelvo el gesto.
Bien esto ser la ex y madre del hijo de Alexander y que ella sea su futura esposa. Es algo incómodo.
Alexander me pide que si alguien viene a hablar con él, les diga que está ocupado. Tiene hacer unas campañas. Y aparte me dijo que tiene un examen en la tarde para ver si ya termina este semestre.
Pasan las horas. Cuando por fin es la hora del almuerzo.
Le aviso a Alexander, que me iré a comer y me marcho con Amalia.
Ambas charlamos de todo un poco. Hasta que llego el tema más incómodo "La rusa prometida”
-Si sabía del compromiso. Pero esperaba que ustedes dos volvieran y la señorita Clarisa se quedaría en Rusia.-Dijo con amargura.