Mi jefe el padre de mi hijo[1]

Capítulo 43

 

Capítulo 43.

 

Ada

Me desperté entre los brazos de mi futuro esposo. No puedo evitar darme vuelta y tenerlo cara a cara conmigo. Se veía tan tierno  con la boca abierta y esa carita de sueño.

Ayer fue todo tan perfecto tan hermoso. Tan Wow, como salido de un cuento de hadas. Me voy a casar. No lo puedo creer el sin duda es la persona con la cual quiero pasar todos los años de mi vida.

Lo miro con una gran sonrisa en mi cara, y beso sus labios con un suave roce.
Sigo con su mejilla, beso su nariz.

- Buenos días Candy-   Dice Carlos con los ojos cerrados.

- Buenos días amor-  Le respondí, besando sus labios.

Él puso sus manos en mi cadera y me apretó más contra él. Puse mis manos en su pelo castaño y tire de sus hermosos risos.

Nos besamos con más intensidad .Nuestras lenguas se buscaban con una hermosa sincronía. Eran tan dulces y mágicos. Me encanta el simple hecho de que con un simple beso me haga sentir tan bien .Como si todo al rededor desapareciera.

Nos separamos después de unos minutos.

- Me tengo que vestir - Dije escondiendo mi cabeza en el hueco de su cuello.

- Me gustas más desnuda – Dijo tocando uno de mis senos, desnudos.

Sentí el rubor en mis mejillas, me reí y bese su cuello.

- Picaron.-Dije, el empezó a besarme mientras bajaba hacia el sur de mi cuerpo.-Pero  tengo que trabajar, ya cuando tenga mis vacaciones por la luna de miel de mi jefe. Estaremos todo el día junto.

Dije en un susurro  por que los besos de Carlos era cada vez más y más excitantes.

- Todo el día juntos ¿Pero desnudos?- Dice apoyando su mentón sobre mi ombligo. Luego me miro extrañado.- ¿Luna de miel?- Pregunto sorprendido.

- Me olvide decirte.-Dice como toda vieja chismosa. Él se apoyó cómodamente sobre mi vientre y me miro esperando que siguiera- Aparentemente  se va a casar con una modelo rusa dentro de un mes y él se tomara vacaciones. Entonces vos y yo estaremos todos los días juntos.

El me mira sorprendido y luego con picardía.

- Todo el día juntos.- Toma con sus manos mi trasero. - Pero desnudos. - Aprieta mis nalgas e inclina su cabeza para seguir besando me cerca de  mi  entrepierna.

Lo miro sonriendo y le guiño un ojo. Cuando  sus besos  empiezan a ir más adentro mío.

- Todos los días juntos y desnudos.-Digo en un suspiro.

- ! Vamos ¡- dice contento siguiendo con el rastro de  besos por mi cuerpo.

Y con mucho esfuerzo logro que Carlos me deje salir de la cama, pero antes tuve que devolverle el favor. Esto de estar comprometidos nos hizo ser más cariñosos.

Voy al baño, tomo una ducha y me cambio.

Mientras me pintaba  .Carlos estaba preparando el desayuno.

Hoy estaba frío así que decidí usar una calza negra frisada que era una bendición  para mis piernas heladas,  con unas botas de tacos hasta las rodillas y una camisa blanca con botones dorados y un saco negro.

Peine mi cabello con una trenza cocida. Camine hasta el cuarto de Ariel .Lo cual es raro que él no esté ya despierto, capaz que el estar hasta la madrugada juntos  festejando, hizo que este cansado.

Voy hasta el cuarto  de Ariel. Camino hasta su cuna, estaba todo tapado mi bebe bello. Me da mucha tristeza tener que levantarlo de su cama, pero  no puedo dejar que duerma todo el día. Saco la manta para poder abrazarlo y no estaba.

Ariel no estaba en su cuna. ¡No estaba en su cama ¡

Corro hasta la cocina desesperada.

- Carlos, ¿Ariel está contigo?- Le pregunte/ gritando. Carlos me mira alarmado.

- No amor, está en su cuna – Dice el tratado de calmarme.

- NO CARLOS NO ESTA EN SU CUNA.-Grite desesperada.


Entre los dos buscamos a Ariel por toda la casa.

- Ariel, hijo. -Grite alterada. Me fije en el baño, en mi pieza y en la sala. Pero Ariel no estaba en ningún lado.

- ! Ada ¡- Grito Carlos desde la pieza de mi hijo.

Corrí hasta la pieza de Ariel. Mi corazón martillaba a mil por hora. Ojala que Ariel este en su cuarto escondido, que mala madre soy, cómo no va a estar mi hijo en mi propia casa.

- ¿Que paso?-  Dije llegando a su lado. El me da un papel doblado por la mitad, era una nota. Y él me señala la ventana del cuarto abierta. ¿Cómo carajo no vi la ventana abierta?

¿En qué momento deje abierta la venta?

-¡Nooo!- grite al ver la venta abierta. Sabiendo lo que significaba. Muchas lágrimas caían por mis mejillas. ¿Dónde está mi hijo?

Carlos tomo la nota de mis manos temblorosas.

- Lee la carta.-Dije con un quejido, no dejaba de llorar. Siento que mi mundo se me esta cayendo a pedazos, siento tanta impotencia de no saber en dónde está mi hijo.

- Tu hijo está bien y va a seguir estándolo mientras hagas todo lo que te digo. Aléjate de lo que es mío. Cuando vea que ya no estas más su vida, volverás a tener al niño. Y mucho cuidado con involucrar a la policía y si me entero de que lo haces, tendrás a tu hijo de vuelta pero en un cajón.-Dijo Carlos con la voz temblorosa, el estaba llorando.

- No mi bebe no.-Dije gritando y llorando. ¿Quién me quitaría a mi bebe?

Me tire  al piso llorando, sentí como los brazos  de Carlos me envolvían, ambos estábamos llorando.

¿Por qué de todas las personas a mí? Mi bebe mi Ariel. ¿Por qué todo esto le está pasando a el?

- Tenemos que llamar a la policía.-Dije desesperada.

- No amor, le harán algo.- Dice Carlos alarmado - Llamaremos a  mi papa tiene muchos amigos detectives algo podrán hacer y sería mucho más seguro que llamar a la policía.

El me dejo para llamar a su papa.

Y yo corrí a llamar a Alexander.
 

Alexander.

Me levante por el sonido de mi celular. Tenía los brazos de Clarisa alrededor mío.
Era tan hermosa, siento que me puedo enamorar de ella.




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