Mi jefe, Mi dueño

Yo también te amo

Nick se despertó, a su lado se encontraba Natalie, aún dormía y parecía tranquila, ya eran pasadas las dos, así que se dirigió a la cocina a preparar algo y de paso buscar una pasta por si Natalie se despertaba con dolor de cabeza por tomar tanto.

Después de unos minutos, entró a la habitación, en sus manos traía una bandeja con comida. 

Al ver esto, Natalie se levantó de golpe, pero al hacerlo tuvo que agarrar su cabeza con las dos manos, ya que su dolor aumentó considerablemente.

Nick dejó la bandeja en una mesa que se encontraba junto a la cama, agarró un vaso de agua y se lo entregó con una pastilla:

 —No debiste tomar tanto.

Natalie, agarró el vaso, tomó un sorbo de agua y se pasó la pastilla con unos sorbos más.

 —¿Tienes hambre?, te traje esto.

 —Respóndeme lo que le pregunté.

 —Primero come, luego te digo.

Natalie agarró el plato y comenzó a comer, esa comida estaba deliciosa, no era como la que preparaba ella, la cual le parecía demasiado sosa, sin darse cuenta, se la terminó en un momento.

 —Antes de responderte, necesito contarte algo —y Natalie prestó atención —Amanda, la mujer que fue a buscarme, fue mi novia hace mucho tiempo, la amé, le daba todo lo que ella quería, pero, me clavó el puñal por la espalda con mi mejor amigo —a Natalie le dolió saber que lo lastimaron de esa manera —Te amo, desde que apareciste frente a mí, sentí algo por tí, pero por miedo no supe ver lo que sentías por mí.

A Natalie se le salieron las lágrimas, se llenó de felicidad y lo abrazó.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.