—Hola mamá —y la abrazó fuerte.
—Cariño, hace mucho no venías.
—Sí, lo siento mamá, te presento a mí novio, hay algo que él quiere decirte —y esbozó una sonrisa.
—Enserio, adelante, siéntese, Cariño, arregla una silla para él, atiendelo.
—Buenas tardes, señora —y se dieron la mano.
—Tranquila mamá, no te preocupes tanto —se dirigieron a la mesa —hola papá —y lo abrazó.
—Hola cariño, hace rato no venías por acá.
—Si, lo sé papá.
Se sentaron en la mesa, todos estaban callados.
—Tengo que decirles algo, me voy a casar con su hija, ella me ha dicho que sí, pero necesito su aprobación.
Los padres de Natalie se quedaron en silencio un rato.
—Si mi hija te aceptó, significa que te ama, no pienso estar contra esa decisión.
La sonrisa de Natalie era de oreja a oreja, estaba feliz.
La pasaron el resto del tiempo en silencio comiendo...
—Mamá, nos vamos, te enviaré la invitación cuando cuadremos todo.
—Hazlo cariño, nos vemos —y le dió un abrazo.