—Buenos días, María.
—Buenos días, Señor Parker.
Natalie no había asistido a la empresa, tenía compras que hacer.
—Señorita, que le parece este vestido.
—Se ve bien, me lo voy a medir.
...
Horas más tarde, Natalie ya había comprado el vestido, era hora de ir a otro lugar, iría por una sorpresa para Nick.
En la puerta de la tienda se encontraba un letrero, decía "sex shop" en letras rojas. Bajo el letrero se encontraba un maniquí, su ropa era corta y en su mayoría era roja.
Entró insegura a la tienda, nunca había entrado a un lugar así. Al entrar, una joven la atendió:
—Adelante, puede quedarse el tiempo que necesite, y si encontró lo que busca me dice, por favor.
—Si señorita —respondió ruborizada.
Natalie pasaba por los pasillos, al ver los juguetes no podía evitar imaginar lo que podía hacer, cuando veía la ropa, sólo pensaba como se vería con ella, toda la ropa que veía le gustaba, fue muy difícil decidir.
Al fin, después de un largo tiempo salió, todavía tenía el apartamento, decidió guardar en ese apartamento lo que había comprado.
Aún quedaban unos días para la boda, estaba ansiosa, ya quería que llegara ese momento.