Mi karma más hermoso (borrador)

Capitulo 1

-Aquí están las chicas - dice Fabiola - chicas - aplaude llamado la atención- ella es la nueva dueña del bar.

- ¡hola- digo dando un paso - soy Julieta petrovich - hablo para todos asta lo que sean en la barra - pueden llamarme juli, como dijo aquí Fabiola soy la nueva dueña y quiero que todos se sientan bien aquí- una rubia levanta la mano - sí!

- ¿usted es la mujer más deseada en el medio?- Fabiola llama la atención de todas

- chicas, aquí ella es la jefa no se tomen atribuciones - todas asienten hago un recorrido a cada una de sus caras

- haber chicos - vuelven a mirarme - aquí soy simplemente Julieta, quiero cambiar algunas cosas - tomo agua este lugar es muy caluroso- aquí nadie está obligada a ser prostituta - todos quedan en silencio- las que quieran ganar más puede hacerlo poniendo sus precios y el 30% para el local- Fabiola me sigue el paso - las chicas que solo quieran bailar y ser camareras pueden serlo- otra levanta la mano.

- ¿qué pasa con la edad?- levanto la ceja buscando la mirada de Fabiola, pero no la encuentro.

- levanté la manolas que tengan más de 20 - miro y solo 6 manos levantadas - 18 o más - las demás levantan la mano menos ella - ¿cuántos tienes?

-17 - dice con miedo - pero mis papales dicen 18 años - papales falsos claro está.

- lo siento, tú eres un caso diferente, el cual tendremos que hablar luego - ella baja la cabeza y el resto me mira - el resto puede ir a prepararse, abriremos en tres horas y quiero este lugar limpio e impecable

Camino para el segundo piso con Fabiola siguiéndome los pasos, entro a la oficina del puerco del anterior dueño y la verdad es una basura- necesito bolsas negras - tiró el comentario al aire.

- perdón por no decirte antes - giro para mirarla - debí decirte sobre su caso.

- debiste - digo mirando el escritorio lleno de papeles y cigarros - pero lo resolveremos luego ahora ayúdame a ordenar este lugar es un asco - ella asiente - gracias por apoyarme - digo y ella niega - sabes- digo tomando unos papeles - llevo tanto en este mundo que ya me considero parte de esto.

-No lo eres - dice abriendo la bolsa de basura - eres más que esto.

- somos más que esto - le recuerdo y ella se encoge de hombros - una última vez.

- una última vez - chocamos puños y reímos- vamos a limpiar de solo ver me dan náuseas - asentí de acuerdo.

Nos pasamos un buen rato limpiando y ordenando todo asta que caemos en el sillón de cuero que limpiamos muertas admirando el trabajo que logramos hacer en tan poco tiempo.

- faltan 10 minutos para abrir - la escucho decir mientras miro por el ventanal hacia abajo- ¿quieres que la traiga?

- traerla - ella solo sale a buscar a la chiquita que no debería estar aqui sino estudiando

- Señorita - tiene la mirada clavada en el piso - ¿me mandó a llamar?-

- sí - me acomodo mejor - Sofía mírame - ella levanta la cabeza y veo sus ojos rojos - tenemos un problema, si te dejo trabajar sería prostitución - ella no dice nada, pero vuelve a baja la mirada - mírame, no puedo permitir que trabaje en un bar si llega la policía son 15 años para mí Sofía.

- Lo se señorita - dice llorando a mares - necesito ayudar en mi casa, si no trabajo mi papá me matará.

- hagamos algo - digo intentando comprender su situación - Fabiola me dijo que eres buena con los números - asiente - trabajaras aquí arriba con nosotras asta que tengas los 18

- ¿de verdad?- asentí - gracias de verdad Señorita - niego parándome.

- tu trabajo tiene que ser perfecto, verás y escucharás cosas que no tienen que salir de este piso - ella asiente - ve con Fabiola, ella va a explicarte lo que tienes que hacer.

Sale de mi oficina y me vuelvo a sentar giro en mi silla, me traen recuerdo de cuando mi mamá me sentaba en su silla y me ponía a girar entre risas, la pasábamos genial. Vuelvo a la realidad cuando escucho gritos y silbidos, miro por el ventanal, los hombres van entrando.

- juli - dice Fabiola entrando - creo que tienes que ver quién acaba de llegar - señala hacia él privando - ¿quiere ver al dueño?

- dile que no puede - me encojo de hombros - dile que la dueña no puede recibirlo- asiente con una sonrisa malvada.




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