— Tía m…— me callé al ver a su hijo ahí - Perdón, ¿podemos hablar un momento?
— claro - caminamos fuera de la sala, me permito mirarlo de reojo, está más guapo que la última vez.
— habla Brenda - sacudo mi cabeza.
— el nuevo capo está causando problema en las bodegas, me encargaré esta noche
— No - ella mira hacia su hijo - él lo hará - rio sutilmente mirando al hombre— ¿Qué?
— por favor tía Mía, solo ahí que verlo - levanta la ceja - eso no es para cualquiera
— Brenda estás cuestionando mi buen ojo - niego bajando la cabeza
— solo digo que no podrá
— perfecto, irás con él - abro la boca a punto de protestar —será tu responsabilidad que él lo logre
— pero…— levanta la mano y me callo, bajando la cabeza, mirándolo fijamente
— hijo te presento a Brenda Ocampo— él se pone de pie - Brenda, mi hijo Sebas.
— hola - muevo mi cabeza en forma de saludo - mamá ¿Qué pasa?
— quieres, toma tu lugar, esta es tu oportunidad —sonrie como si hubiera ganado la lotería - Brenda cuidara tu espalda como cuida la de tu hermana - él empieza a reír
— ¿una mujer cuidará mi espalda mamá?
— ¿Qué? Eres igual de machista que todos - me cruzo de brazos - soy mejor que todos los hombres de aquí
— lo dudo - ruedo los ojos y la tía Mía tose falsamente
— es la única forma que irán si no mandare a alguien más - suspiro
— bien - decidimos los dos al mismo tiempo que nos miramos con odio
— perfecto al anochecer ni un minuto antes ni después
— te esperaré en la salida sur a las 8.