Mi ladrona

Capítulo 38: La boda (Parte 5)

La recordaba a perfección, oh sí que la recordaba, y la odiaba más que nada en el mundo. También recuerda a sus padres, y como le encanto matarlos, se sintió tan satisfecha cuando les quitó la vida.

Ella renuncio a tanto solo para obtener su venganza, renuncio a su Mate, Alexis, fue una de las cosas que más le dolió, él era tan tierno con ella, él la quería tanto, él siempre le hacía sonreír, siempre le apoyo incluso cuando quiso participar en los experimentos de los Smith, incluso en ese momento él le dijo que siempre la amaría.

Y ahora lo veía totalmente diferente, ya no quedaban rastros de sus ojos verdes que recordaba, tampoco quedaban restos de su cuerpo como era antes, sus brazos ahora están más formados y se nota más desarrollado y su pelo un poco más largo. Creía que había muerto, luego de esa noche, cuando lo rechazo creía que había muerto.

Está furiosa, Alexis se encuentra con la persona que más odia, él le juro que siempre estaría de su lado, pero ahora está del lado de Layla, del lado de la mujer que odia, del lado de la hija de la pareja que la convirtieron en lo que ella es ahora.

—Y no pueden decir que ella no puede —Comento Christopher saliendo de la multitud.

—Como licantropa que es, ella tiene el derecho para poder desafiar y luchar por el liderazgo de la manada —Secundo Antoni.

Las palabras de los hombres, el hecho de que Layla esté ahí mirándolos a todos con los ojos rojos detrás de su máscara, les hizo dudar, la luna brillaba sobre ellos, el hechizo de Natalia perdía fuerza.

—¿O es acaso que su nueva Luna no tiene el valor suficiente para proteger su puesto? —Comenzó a decir Alexis sembrando dudas en los presentes.

—No hables así de ella —Amenazo Ángel.

—¿O quizás su nuevo Alfa tampoco tiene el valor para responder al desafío? —Los murmullos comenzaron a hacerse presentes, todos incentivados por Chris y Antoni.

—Creo que será mejor que nos vayamos y dejemos que nuestros líderes se encarguen —dijo Christopher en voz alta, sin embargo las personas no se movían.

—Vámonos, o podremos salir lastimados —Secundo una vez más a la multitud empujando poco a poco a unas cuantas personas. Las personas se fueron yendo y Natalia los dejo irse.

—Hola Ángel —Saludo Layla para provocarlo.

—¿Cómo sabes mi nombre? —pregunto cautelosamente mirando a aquella mujer, le parecía tan familiar y su olor es tan dulce.

—Me duele que no recuerdes quien soy —expreso fingiendo tristeza, aunque en realidad sí dolía un poco.

—¡Cállate! —Grito Natalia— No tienes ningún derecho de estar aquí.

—Oh, claro que lo tiene —Hablo Alexis— ¿Ya olvidaste quien es ella? ¿Quién fueron sus padres? ¿Quién es su Mate? ¿Olvidaste eso Natalia?

—¿De qué están hablando? —pregunto Ángel sintiendo un terrible dolor de cabeza.

—No los escuches.

—Creo que te conozco —Ángel se dirigió a Layla.

Supongo que tenías razón Alexis, tal vez Ángel nunca supo lo que hacía —dijo Layla a su guardián.

—No te le acerques Ángel —expreso con molestia Natalia al ver como su esposo se acerca a Layla.

—¿Por qué no quieres que me le acerque?

—Sí ¿Por qué no quieres que se acerque a mí? —Layla vio como guardias se acercaban adonde estaban ellos— ¿No quiere que se entere de la verdad?

—Deberías estar muerta, como tus padres —La más joven de todos agradeció tener todavía la careta, pues su rostro se desfiguro cuando escucho esas palabras.

—Cuida tu lengua Natalia, a no ser que quieras terminar como Martínez, con un brazo roto —Ellos saben que fue Martínez, el ex jefe de Layla quien les aviso.

—Tu deberías cuidar la tuya, traidor —La voz de Marcos se dejó escuchar.

—¿Traidor? ¿Por qué? ¿Por no estar de acuerdo con la loca idea de esta bruja? —pregunto retóricamente al Beta.

Los guardias le rodearon, eran muchos.

—¿Saben? Me gustaría quedarme a charlar, pero mi querido esposo y yo tenemos que irnos —dijo Natalia agarrando a Ángel.

—¡Natalia! —Grito Layla antes de que la susodicha se fuera— Te voy a matar y lo voy a disfrutar —Afirmo.

—Buena suerte.

Y con esa frase Natalia se fue y todos los guardias se lanzaron sobre Alexis y Layla. Los guardias son mitad licántropos, algunos se transformaron y otros usaban pistolas y armas; tiran a matar. El guardián no dudo en proteger a Layla, se trasformó de inmediato dejando salir toda su fuerza, arremetiendo sobre los trasformados.

Mientras que Layla se encargaba de aquellos que tenían armas, su entrenamiento le ayudo, esquivaba la mayoría de los ataques y respondía algunos, usa la fuerza Riana y deja salir sus garras y colmillos para defenderse y evitar matarlos, después de todo ellos están bajo el control de Natalia.

—¡Layla! Debes ir tras Natalia, no puedes dejar que escape —La voz agitada de Alexis resonó en su mente.

—¡No voy a dejarte Alexis! —Afirmo Layla al ver que el número de guardias aumentaba.

Ellos solo eran dos y los guardias parecían infinitos. Dos lobos más aparecieron y ellos comenzaron a luchar contra los guardias.

—¡Somos nosotros! —Grito uno de ellos, quien parecía joven.

Chris y Antoni —Suspiro de alivio Alexis.

Layla, tienes que ir tras Natalia —Se oyó la voz de Christopher.

Lo dejo en sus patas chicos —Bromeo antes de acatar la orden de Chris.

Esquivo a los guardias que le bloqueaban el camino con ayuda de Alexis. Corrió y se internó en el bosque; la luna le alumbraba el camino, su careta aún estaba en su puesto, sus garras manchadas con sangre ajena no le molestaban y la adrenalina corría por sus venas.

—Si es cierto que Ángel está siendo controlado solo tenemos que sacarlo del hechizo ¿Verdad? —pregunto su loba.

—Sí, eso creo.




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