Capítulo 3

Una semana después

Lady

Hoy descanso, hace más de una semana , que Andrey no ha venido a verme, hemos estado hablando por teléfono, pero no es lo mismo.  Andrey a tenido mucho trabajo estos días ha estado muy ocupado.

Su negocio no le estaba llendo bien, pues me había tocado ayudarle económicamente, por tal razón que Andrey no había podido venir a la casa. Ya estába acostumbrado a que no viniera. Ya no me dolía.

Mi relación con Andrey no era la mejor, el nunca estaba en la casa y cuando venía solo pasaba unas horas y se iba. Yo lo quiero mucho, pero desde que volvimos, no somos los mismo

Había vuelto con él porque lo amaba y el había prometido cambiar.

Flashback

-Amor volvamos, yo le prometo que fue la quiero a ella por un rato- le decía Andrey, estábamos en una cafetería cerca de mi casa.

- no se Andrey, tu no cambias, me has sido infiel muchas veces, me dijistes que querías estar con las dos- le digo con lágrimas en los ojos.

Andrey la había engañado, y se había burlado de ella, tantas veces que ya ni recordaba. Pero lo amaba y mucho, además el era el único que la soportaba.

- mi cielo, mi pechugas dame otra oportunidad si, volvamos yo voy a cambiar- su mirada suplicante, me habia puesto a dudar.

Ya le avía prometido a mi familia no volver con el. Se decepcionaria de  mi.

- bueno amor, yo confío en ti - le dio otra oportunidad, pensado que el  había cambiado de verdad, que  equivocada estaba.

Salió de su pensamiento cuando , Andrey entraba por la puerta. Con su bolso. Seguía igual, el mismo de siempre, sus 34 años no se le notaban tanto. 

 Pero hoy no lo vio sexy ni menos hermoso, no tanto como su vecino al cual no veía hace días. Y se moría por ver. El se le avia quedado grabado  en la memoria.

- hola mi amor, como estas?.- parecía que no se veían una semana.

- bien.- le contesto cortante.

- pechugas, por que no salimos almorzar, te pones bien linda y salimos.- le dio un casto beso en la boca.

- ok- me dirigí al baño.

Siempre era lo mismo. Ya no tiene caso pelear,  el nunca cambiaría.

Se ducho, con toalla en mano busco en su armario un vestido negro, le quedaba dos dedos arriba de la rodilla, no tenía bonito cuerpo, pero se sentía conforme con lo que era, busco sus sandalias   una trenza de lado con flequillos, perfume, se maquilllo sencillo, cogió su bolso y salió.

Andrey la estaba esperando en la sala. Salieron del apartamento.

Empezaron a bajar las escaleras, apenas llegaron al cuarto piso. Se puso nerviosa. Hace días no lo veía ni siquiera sabía su nombre.

Estaban por bajar las siguientes escaleras cuando la puerta de su apartamento se abrió,su sexy vecino  los miró serio. Primero a Andrey. Sintió desfallecer cuando la conecto su mirada con la de el. 

El era hermoso, no tenía camisa, solo un shorts militar. Su torso era hermoso trabajado, le dieron ganas de tocarlo. Se asustó ante aquel  pensamiento.

- buenas tardes- los saludo frío y cortante. 

- buenas tardes, usted es el nuevo inquilino?.- le pregunto Andrey.

- si, algún problemas con eso- respondí grosero, por que tenía ese comportamiento.?

- ninguno.- Andrey no le gusto la forma tan descortés en la que le hablo.- amor vamos , se nos hace tarde.

Lady giro la mirada hacia Andrey, estaba molesto, eso le causó gracias. Miro al vecino que pasaba por un lado de ellos. Bajaron las escaleras. Salieron por la puerta del edificio. El vecino está recibiendo un domicilio. Se veía tan lindo, un hombre perfecto.

Andrey saco la moto del aparcamiento, como se le ocurre que iré en moto.

- Andrey  no me voy a subir en esa moto con el vestido. Pidamos un taxi.- le dijo molesta.

- No tengo tiempo lady, si no quieres, es tu maldito problema.- le contesto grosero.

- no me pienso subir a esa moto así,- se señaló a ella misma

- tu y tus malditos resabios lady , te subes o te subo, pero taxi no vamos a pagar.- la amenazó.

- ps no me voy a subir, no quiero salir ya, se me quitó el apetito.- se giró hacia el edificio y entró.

- bueno ya que dañastes  el almuerzo, no pienso venir en un mes a la casa - lady se detuvo de golpe 

- como así?- le pregunto.

- si lady, el negocio es primero.- arrancó en su moto y se fue. La dejo hay en la calle, con el corazón roto dolido. 

Lady entre lágrimas dentro al edificio, subió las escaleras, se paró en el piso del hombre que no salia de su cabeza. 

Subió a su piso y lloro, tomo una botella de ron que estaba en la nevera. El primer trago fue amargo, pero no le importó, camino hasta su equipo de sonido y puso rock y metal, en inglés. No los entendía, tampoco quería, no quería escuchar musica de amor, por que se sentiría peor.

Había decepcionado a su familia por el, había hecho de todo por estar a su lado, y para que, si el nunca la valoraba.

Unos golpes en la puerta la sacaron de sus pensamientos. Se dirigió a la puerta y la  abrió, casi se desmaya. Con lo que encontró.

Su vecino, ya no tenía el torso descubierto, tenía una camisa blanca.

- puedes bajarle a la música, necesito concentrarme en mi trabajo y su ruido no me deja- le dijo serio y frío.

Nada que ver con el hombre de hace una semana. Le dio más ganas de llorar, pero de rabia como se atrevía hablarle a si.

- Que se cree para hablarme así, yo puedo escuchar  lo que yo quiera.- le contesto grosera. El estaba muy bueno, pero era grosero y mal educado.

- si señorita, pero tiene vecinos le pido que por favor le baje a la música- ahora era amable, qué tipo tan bipolar.