Capítulo 4

No tengo idea cuanto pasamos en ese lugar, estaba tan clavada en mi celular que no tenía noción del tiempo. Tanto así que no sé en qué momento ya estábamos en la camioneta rumbo a no sé qué parte, solamente sabía que Max tenía un trauma con los libros al igual que yo.

—¿Con quién tanto hablas Dayana? —al escuchar mi nombre alcé mi vista, miré a mi amiga y sonreí—No has soltado eso en todo este rato.

—Yo... bueno es un compañero.

—Un compañero —dijo el chico Haba como si analizará todo, este chico es raro —Hay algo más.

—No hay nada más, apenas hablamos.

—Amor a primera vista —continuo Joan— Digo, es normal ¿no? Así comienza todo.

¿Recuerdan la parte que dije que me caía bien este Joan?

Olvídenlo, ya no me agrada mucho.

—Primero son risas y luego ya andan dándose besos —mencionó riendo y todos le siguieron, ¿Acaso esto era una conspiración contra Dayana? No me gusta nada.

Ahora mismo estoy más que roja, todos me miraban incluso se reían de mí.

Yo odiaba ser el centro atención, pero algo que superaba eso era que se rieran de mí, me hacía sentir menos, porque es muy diferente reír con alguien a que se rían de ti.

—Vamos que ahora mismo, Dayana no quiere nada.

Bueno tal vez ahí se haya equivocado mi amiga, últimamente me siento muy sola, necesito a alguien que me abrace y comprenda mis problemas, que tengo demasiados, y no tengo a nadie a mi lado con quien compartir todo eso, necesito amor de vez en cuando.

—A menos que sea el chico perfecto, ahí si no se negaría.

—¿Y si el chico esté es el "chico perfecto"? —todos comenzaron a decir que si con su cabeza acompañado de unas cuantas risas, aunque yo dudo que Maximiliano sea mi chico "perfecto".

—Olvídenlo ¿sí? —mencioné ya avergonzada.

—Lo lamento Dayana —mencionó el idiota del chico Haba.

Lo ignore, de hecho, ignore a todos nuevamente, ya que me había llegado un mensaje de mi compañero, creo es mejor hacerle caso a él que a todos los que estaban en está camioneta.
 

Cuéntame algo de ti, claramente no te conozco *

*Mejor tu cuentame algo que te guste hacer

Bueno, pues me gusta mucho leer, no hago gran cosa la verdad*

*Oh, a mí también me gusta mucho leer solo que lo deje.

*Podría volver a retomarlo.

*Pero con compañía... no se si te interesa.

Y con eso damas y caballeros, se ganó mi cariño.

Sentí lindo que me dijera eso, siento que todo lector necesita a alguien quien entienda su obsesión por los libros y creo encontré a ese alguien.

—¿Te gusta leer? —escuche una tierna voz, una tierna voz que solo escuché muy poco en esta aventura, lo mire confundida, acaso él... ¿estaba observando mis mensajes?

—¿Eh?

—Digo... Es que él te dijo algo de leer y se te formó una sonrisa, supongo te gusta leer.

Confirmado.

Este chico me anda espiando.

—¿Estás mirando mis conversaciones?

—Noo... —expresó alargando la "o"— Bueno, tal vez un poco, solamente quería saber por qué has estado tanto tiempo en el celular.

—Okey —suspiré, no debía enojarme, yo sería igual de chismosa o incluso peor.

—Sí... ¿entonces? Te gusta leer ¿no?

—Si, si me gusta.

—Cool.

Y se dio la vuelta, me daba curiosidad su repentina actitud.

Al poder tenerlo cerca, mirándome pude notar es que es muy lindo, tiene su cabello chino y su piel se veía muy suave, creo es más blanco que yo, también pude notar que él no prestaba atención a los demás a menos que le hablaran, lo cual pasaba muy pocas veces.

—¿Estás bien? —le pregunté, la verdad que ese no era el chico que conocí hace unas horas en la entrevista, aquel chico era divertido, sonreía mucho, ahora solo estaba callado y su expresión era algo sería.

—Si —dijo viéndome, sus ojos eran color café y resplandecía un brillo muy lindo, aunque por alguna extraña razón sentía que algo no estaba bien, mi sexto sentido me lo estaba diciendo.

Quería decirle algo, para saber si realmente estaba bien, pero mi celular comenzó a vibrar, y eso me distrajo un poco, me había llegado otro mensaje y el que me lo había mandado era Max, bajé mi rostro y abrí el chat.

*Oye disculpa por preguntar así por qué si se que no nos conocemos pero quería saber si querías o tenías algún problema con que nos sentemos juntos...

*No se por donde te sientes tú, pero yo hasta atrás y no pongo nada de atención y luego me siento solo.

*No se si te moleste.

Claro, por mi no hay ningún problema, con tal de que pongas atención jaja*

Según él no pone atención por sus amigos, llevamos solo 2 semanas en este periodo y la verdad ni le he prestado tanta atención a su presencia, ni sabía que compartíamos varias clases, pero lo que si sabía era que había cierto grupito, siempre les llamaban la atención porque estaban platicando o jugando, en la primera semana de presentación los encontraron jugando UNO, quiero pensar que él estaba en ese grupo.

—¿Te gusta? —dijo nuevamente el chico a mi lado, lo volví a mirar.

—La verdad, no lo conozco bien —me encogí de hombros— Hoy hablamos por primera vez.

—Oh bueno... —lo interrumpió el chico Haba.
 

—Foto chicos, sonrían —ambos lo miramos y todos estaban sonriendo y posando para la foto, yo únicamente me limité a sonreír.
 

—Abel, otraaaa es que no salí bien —chillo mi amiga.
 

—Claro, preciosa —abrí mis ojos de par en par al escuchar eso último, miré a mi amiga con una sonrisa y ella se había puesto algo roja, se veía tan tierna.
 

Comenzaron a tomar más fotos, era divertido contemplar a mi amiga roja, me preguntó si yo igual me pongo así cuando me dicen algo lindo, la verdad yo siempre creí que podría controlarlo, pero no puedo y cada que me dicen algo me pongo rojita.