Mi Lista De Canciones Tristes

Capítulo 10

íbamos caminando ambos, como de costumbre, juntos. Pero algo llamo mi atención, ver a unas cuantas chicas alrededor de un chico, y algunas esperaban su turno a lo lejos, se me hacía conocido ese cabello, lo mire mejor cuando las chicas lo dejaron por un momento, al parecer era ¿Daniel? El que hacía aquí, se supone que debería de estar con sus amigos ¿no?

-¿Quién es? -me dijo Max, supongo me había visto observando a Daniel- ¿Es famoso? Oh porque hay muchas chicas queriendo una foto con él.

-Si, es famoso -mencioné algo incómoda

¿Debería decir que lo conozco? Siento que si digo eso me tomaran como una cualquiera que quiere fama, lo cual no es cierto, ni siquiera sé que está haciendo aquí.

-Espera -se quedó en silencio- ¿No es el que vino hace unos días?- oh... olvide que él lo contempló todo, bueno creía que no había visto nada, pues se estaba peleando con Axel.

-Bueno, si... tal vez sea el... -expresé algo nerviosa, no sé si debería de estarlo, pero lo estaba.

De un momento a otro, Daniel me había encontrado, me estaba mirando a lo lejos con una gran sonrisa, de repente todas las chicas se alejaron de él, haciendo que pudiera yo acercarme a saludarlo, pero no lo hice, me puse algo nerviosa al recibir tantas miradas.

Pero no fue necesario que me acercara, ya que Daniel ya estaba caminando hacia mí.

-Hola -mencionó ya estando frente a mí, todo esto era muy incómodo.

-Hola -dijo Max con una leve sonrisa, no puedo imaginar lo incomodo que debe ser para el también toda esta situación.

-Eh... hola -dije jugando con mi mochila, estaba nerviosa, no sé qué hacer ¿okey? Y eso fue lo mejor que se me ocurrió, balancearme jugando con la mochila- ¿Qué haces aquí?

-Emma quiere verte y me mandaron por ti.

Bueno, que tonta que soy, ¿realmente creí que había venido por mí? ¿en serio? Pero aquí la verdadera pregunta es ¿Por qué me importaba que viniera por mí? No voy a negar que la última salida que fui con ellos, me la pase muy genial con Daniel es un chico tan lindo, y no solo físicamente, toda la salida se la paso a mi lado, no dejaba que me ignoraran, me incluía en todo y eso realmente lo apreciaba.

-Oh... -mire a Max, supongo debía presentarlos, no sé si haga bien, pero creo que si- Eh... Daniel él es Max, Max él es Daniel.

-Un gusto -dijo Daniel con su encantadora sonrisa.

-Igual -sonrió de igual forma, y ambos estrecharon sus manos.

-¿Nos vamos? O estabas ocupada... -me miro Daniel ahora a mí.

-Yo, bueno la verdad que -mire a Max en busca de ayuda, por alguna extraña razón no pude decir a donde realmente iría, que era a un parque a escuchar música junto con Max- De hecho, ya me iba a mi casa a descansar...

-Entiendo -miro a Max de reojo, creo que la regué- ¿Entonces no vienes con nosotros?

-Ammm... -trague saliva, no quería dejar a Max, no otra vez.

-Deberías de ir Dayana, ya hemos hecho mucha tarea, debemos de descansar, no te vendría mal ir con tus amigos.

Mire a Max algo sorprendida, la verdad cuando lo mire para ayuda no era precisamente ese tipo de ayuda que necesitaba.

-Sí... por supuesto, tienes razón, debo distraerme. No todo es la escuela -sonreí algo nerviosa.

-Ya me voy -se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla- Me mandas mensaje cuando llegue a tu casa ¿va?

Le dedique una leve sonrisa, pero muy dentro de mi quería golpearlo, creo tendré una leve conservación con el sobre el tipo de miradas.

Max se fue despidiéndose igual de Daniel, no sé si era la única que lo sentía, pero había un ambiente algo tenso, no sé si sea por parte mía, por los chicos o por la gente que nos miraban disimuladamente.

-Es agradable, se ve que es un buen tipo -lo miré confundida, no sé a qué venia ese comentario.

-Sí, lo es.

-Oye, antes de ir con los chicos... bueno la verdad que vamos algo temprano, ¿Quieres hacer algo? Digo, es que no conozco mucho por aquí, quisiera conocer un poco México.

-¿Me estás diciendo que te muestre algo? -enarque una ceja.

-Si, si no es molestia.

-Está bien -mencione con una sonrisa, sabía muy bien que le iba a enseñar de México -Pero primero vamos a comer que tengo mucha hambre -hice una sonrisa, lo más tierna que logre.

-¿Qué se te antoja?

-Mmmm, la verdad que es una sorpresa -agarre su mano y lo jale para así caminar a un local donde vendían tacos, él iba riendo ante mi acción, pero se acabó esa hermosa melodía cuando llegamos al local, comenzó a negar con su cabeza.

-No...

-Sí... andaaa debes de probarlos.

-La última vez que probé un taco me vomité, sabía horrible.

-Eran tacos que no se deben llamar tacos, estos saben bien. Aparte me mencionaste que te mostrará algo y esto es lo que quiero mostrarte, la gastronomía.

-Me refería a lugares Dayana, ir de turista.

-Ya, no pierdes nada con probarlos, vamos -nos sentamos en una mesita y en un segundo llegó un mesero para atendernos -Buenas tardes, puede darme dos de al pastor y - miré a Daniel que me veía atentamente- Dos de suadero, que vengan uno y uno por favor.

El mesero asintió y se fue de nuestro lugar, mire a Daniel que estaba sonriendo y no sé por qué, pero se miraba muy guapo.

Pero algo que más me gustaba de él y creo que de todos los chicos que me rodean o me llegaron a gustar, era su cabello, el de Daniel era perfecto, color castaño y esos chinos me encantaba demasiado.

-Tienes lindo cabello.

-¿De verdad?

-Sip -sonreí tiernamente- Oye -agarre mi mochila y busque en una de mis bolsas hasta que encontré el pequeño objeto- Toma... se me olvidó dártelo -dije apenada, hace rato que traía su anillo.

-¿Por qué no lo llevas puesto? -preguntó ya con el anillo en sus manos, alzo su cabeza para así verme, no sabía que decirle.

-Yo... bueno no quería perderlo. Sé que es importante para ti.




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