Capítulo 26

Lamentablemente me tuve que despertar, ya que mis dos invitadas estaban gritándome algo molestas, al parecer mi alarma estaba sonando y yo ni enterada, aunque aún era temprano, pero debía arreglarme.

Apagué mi alarma y mis amigas volvieron a recostarse en la cama nuevamente, por mi parte, yo me metí a bañar aún algo adormilada, hice mis necesidades y me vestí con lo que mis amigas habían elegido para mí.

Lo cual era un pantalón con un crop top color blanco, me incomodaba usar de esos, ni sabía por qué razón los compraba. Pero ya no me veía tan gorda, según yo, el ejercicio estaba dando resultados, no lo hacía diario, pero creo que estaba funcionando, aun así.

Salí del cuarto de baño y pude contemplar a mis amigas que estaban acostadas aún, Emma incluso estaba dormida.

-Nos vamos a ir antes de que llegué lo prometo.

-Bien hacen la cama por favor y recogen el tiradero, no quisiera que Daniel vea nuevamente mi cuarto así.

-Claro que si patrona, tú no te preocupes por eso.

Comencé a reír y agarré mi mochila para así irme a mi adorada escuela, me despedí de Isa, ya que Emma estaba dormida.

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Llegué a tiempo a la escuela, como era de esperarse, así que estuve en el salón esperando al profesor, bastante tiempo, todos mis maestros me caían bien menos el que me tocaba a las siete, ése era muy aburrido, pero este profesor era el que mejor me agradaba, era otro nivel dando sus clases.

Y como era de esperarse, la única clase que tenía el día de hoy fue de las mejores, me reí demasiado, pero claro, puse atención, no quería reprobar.

Después de que termino la clase, ya iba saliendo junto a Max para ir a la biblioteca y avanzar las tareas, no eran muchas, pero quería avanzarlas. Más o menos tenía dos horas para estar aquí antes de verme con Daniel.

Pero el tiempo con Max siempre pasaba volando, y yo no me había dado cuenta hasta que me llegó un mensaje.

Daniel 

Hola, buenos dias.

ya voy para allá, no tardaré.

¿En tu casa verdad?

Una sonrisa tonta se formó en mi rostro y Max claramente lo noto en seguida.

-¿Daniel?

-¿Eh? -lo miré

-Que si es Daniel.

-Eh... si es él...

-Se nota -dijo riendo- ¿Qué dice?

-Que ya va para mi casa, de hecho, ya me tengo que ir.

-Ve con cuidado -me dijo con una sonrisa, me acerque a él y le plantee un beso en su mejilla.

-Nos vemos mañana...

Salí de la biblioteca y me dirigí al metro para así ir a mi casa, el trayecto fue igual que siempre, aburrido, siempre era así, una Dayana sentada o parada con su celular mientras espera llegar a su línea.

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Después de una media hora, llegué por fin ya a mi casa, iba algo tarde, pero de verdad nunca creí que tanto, pues cuando entre a la casa escuche una risa que claramente, conocía.

Me dirigí a la cocina y vaya sorpresa que me lleve, estaba mi mamá junto con Daniel platicando.

-Hola -mencione algo confundida.

-Hola cariño, ¿Cómo te fue?

-Hola mamá, me fue bien gracias.

-Me alegro mucho Dayana -se levantó de la silla- Bueno los dejo solos ¿sí? Iré a ver a mi hermana, diviértanse, pero no tanto -salió de la cocina dándome un beso en la mejilla.

-Hola -me senté algo lejos de Daniel -perdón si llegué algo tarde... creí que llegarías un poco más tarde.

-Hola -me sonrió- No pasa nada, fue mi culpa, te avise cuando me faltaba medio camino.

-Oh, bueno como sea, ¿esperaste mucho?

-No, llevo aquí como diez minutos, no se la verdad, con tu mamá hablamos un poco.

-Una disculpa si te incómodo... -dije rápidamente.

-No pasa nada -sonrió.

-¿Quieres ir arriba?

El asintió y ambos subimos a mi habitación, estaba algo nerviosa siendo sincera y ni sabía del por qué, tal vez lo estoy por lo que me dijo Emma, no entiendo como existen las personas que se expresan tan detalladamente sobre las relaciones íntimas de ellos, si, Emma nos dio basantes detalles sobre su noche viendo Netflix.

Me dirigí hacia mi escritorio, para así dejar mi mochila en la silla, mientras que Daniel se sentaba en la cama observando cada movimiento que hacía.

Cuando dejé mi mochila y mi sudadera, fui a sentarme a su lado.

-¿Por qué querías verme?

-Bueno, yo la verdad, solo quería estar contigo, no tenía nada que hacer.

-Vale yo... me alegra que estés aquí -exprese muy nerviosa, no sabía que decir, casi nadie quería estar conmigo.

Una sonrisa se formó en mis labios junto con los de Daniel, me encantaba mucho cuando sonreía, incluso era muy contagiosa.

No hicimos gran cosa, solo estábamos viendo una película de amor, no me gustaba mucho ese tipo de películas, en si no me gustaban las películas, pero a Daniel si, y él quería ver una de amor por que supuso que me gustaban ya que, leía romance, pero no era así, lo arruinaban mucho en una película.

Pero lamentablemente, cuando acabo la película, al parecer a Daniel no le había gustado mucho, pues estaba plasmado, incluso creo que también estaba yo algo sorprendida por la película, era tan mala, lo peor fue que me había leído el libro.

-No me gustó.

-Ni a mi -lo mire- Lo arruinaron mucho...

-La verdad no sé, nunca me leí el libro.

-A veces siento que odias el mundo de la lectura.

-No es eso, no me ha llamado la atención, o cuando quise leer, algo me lo impide -se encogió de hombros.

-Pues lamento informarte que como ahora andamos saliendo, tendrás que leer conmigo porque te obligaré.

-¿Saliendo? -me preguntó enarcando una ceja.

-Como amigos... -agregué rápidamente, no quería confundir las cosas.