Capítulo 39

Cuando acabo la película y salimos de la plaza, agarramos un taxi para dejar a mi sobrino, yo ya quería irme, pero para mí mala suerte, mi tía nos detuvo, y Derek hizo que entráramos.

—¡Gracias Dani! —lo abrazó— Me encanta pasar los días contigo.

—Igual a mí me encanta pasar tiempo contigo Derek.

Ellos hablaron un rato mientras que yo peleaba con mi primo, como siempre que venía a verlos, sin decir de las miradas de odio por parte de mi tía, ya me quería ir de aquí.

Al final Derek dejo libre a mi acompañante y nos salimos de la casa de mi tía, él y yo íbamos caminando juntos, pero nuestra caminata fue interrumpida por qué le llegaron muchos mensajes a Daniel, ambos nos miramos.

El saco su celular algo confundido y por su cara al parecer no era algo bueno.

—¿Que sucede? —mire su cara, se notaba preocupado.

—Nos tomaron una foto —ahora yo era la preocupada, ahora que es lo que íbamos hacer, seguro que esos mensajes eran de su mamá diciéndole lo peor.

—¿Es tu mamá? —trague saliva con dificultad.

Estaba tan nerviosa, al final todo fue mi culpa por querer que me abrazara.

—Si —cerro sus ojos— No quiero verlos Yana...

—Dani... es mi culpa... lo lamentó mucho...

El me miro y negó con la cabeza, no lo pude evitar, mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, lo que trataba de evitar todo este tiempo era esto, que nos tomaran fotos juntos, muy juntos y ahora por mi culpa él iba a sufrir las consecuencias.

—No preciosa, no es tu culpa.

Dijo poniendo una de sus manos en mi mandíbula para que así pudiera verlo, pero no quería.

—Si lo es, yo... yo fui la culpable de que me abrazaras... si yo no hubiera... no puede ser...

El me abrazo y comencé a llorar en su pecho, me sentía demasiado culpable por todo, aunque el me dijera lo contrario yo sabía que si me mantenía separada de él no me abrazaría ni me besaría, era lo que menos quería en público, que me besara y sin embargo nos besamos y para mi mala suerte, toda la sala del cine estaba llena.

—No es tu culpa preciosa.

—No debí abrazarte —dije secando mis mejillas húmedas.

—No me arrepiento de nada Yana, de verdad y espero que tú tampoco. A pesar de esto la pasamos bien en el cine.

Si había sido increíble la verdad, pude estar a su lado comiendo palomitas y uno que otro dulce que me daba en mi boca, lo mejor de estar a su lado es que el me abrazaba y yo podía sentir su corazón, también una de las mejores partes es que de vez en cuando el me daba cortos besos en mis labios, me encantaba cuando me daba besos así, quería seguir con ese tipos de besos pero volvía a poner atención a la película, lo que pude notar es que, él es muy fan de Marvel, aún debemos de hacer nuestro maratón de películas de Marvel.

Pero ahora no importa eso, lo que importa es que nos han sacado fotos.

Ahora mismo todos nuestros planes podían irse al carajo por el descuido de ambos, más por la mía, soy una tonta. Lo sé por qué si algo le dicen a él yo no aceptaría volver a verlo en público, para evitar este tipo de cosas, es lo mejor para ambos.

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Daniel y yo llegamos a mi casa, aún era algo temprano y lo invité a pasar, solo por si su mamá le hablaba y le decía sus cosas tan hirientes, no quería que pasará por ese regaño solo.

Aún me sentía algo culpable sobre todo eso, se suponía que yo estaba evitando este tipo de situaciones, no entiendo que fue lo que me sucedió.

—Yana —levanté mi vista y lo vi, de los nervios estaba comiéndome mis uñas.

—Dani...

—No te sientas culpable, de verdad no tienes nada que ver en todo esto.

—Aunque lo niegues yo fui la que... —fui interrumpida por un teléfono, en especial su celular, al ver su rostro ya sabía quién era.

Daniel tardo unos segundos en responder, lo dudaba, pero al final se decidió en responderle a su madre.

—Hola mamá... —pude ver como sus ojos comenzaron a cristalizarse poco a poco— No pude ver tus mensajes... ¿en serio?... No... No estoy con ella... —comencé a sentirme algo nerviosa, era claro que hablaba de mi— Mamá no... Si ya sé que te decepcioné... Me da igual... Mamá... —su voz se comenzó a cortar, estaba a punto de llorar mi pobre Dani, quien sabe que le está diciendo su mamá— No mamá, no te la voy a pasar... ¡Qué no!...

Bueno al parecer quería hablar con alguien, y supongo ese alguien era yo, mire a Daniel que ya tenía unas cuantas lágrimas cayendo por su mejilla, le seguía diciendo que no iba a pasarle a nadie, que le dijera todo a él y que no metiera a terceras personas, en realdad no sé si hice lo correcto, y tal vez la respuesta es que no, pero Daniel no podía recibir todo el regaño, así que le quité su celular.

—Diga —trate de sonar firme, pero era claro que moría de nervios, mire a Daniel que estaba algo confundido ante mi acción, incluso puedo decir que también estaba algo enfadado.

— ¿Qué quieres con mi hijo? ¿dinero? Yo te lo doy, tranquila, no tienes que andar ahí de arrastrada con mi hijo.

—Le aseguro que no quiero nada, mucho menos dinero.

—¿Entonces? No entiendo por qué estás cerca de él, aléjate. Estas arruinando su carrera.

—Eso no es cierto...

—Si es cierto, ha faltado a muchas entrevistas, rodajes y solo por estar contigo. ARRUINAS SU CARRERA QUE TARDE AÑOS EN HACER.

—Creo que su hijo ya es alguien grande para poder decidir qué hacer con su vida, si él quiere o no ir a sus compromisos es muy su problema y no de usted.

—Daniel es un niño todavía, no sabe de qué va esta vida, es un niño estúpido como tú, esto es importante y lo está hachando a perder todo por una simple chamaca sin futuro —auch... eso si me dolió.

—Señora, disculpe por lo que le diré, pero usted no puede controlar todo en la vida de Daniel, si él quiere estar conmigo no le veo algo malo, como para que arruine su carrera. ¿No le importa que su hijo este bien? Digo, solo le habla para regañarle y no para saber cómo está.