Hoy era mi última clase de este periodo, ya había hecho mis exámenes y no me fue tan mal, solo esperaba calificaciones, lo cual era cansado, porque solo quería irme ya a mi casa a seguir llorando.
Traía mis audífonos puestos, pues las canciones ahora mismo eran las que hacían que ignorara a todos a mi paso. Tal vez me ayudaban a ignorar a mi alrededor, pero me hacían recordar al idiota de Daniel.
Ya iba bajando las escaleras y como lo vine haciendo estos días, logre ignorar a todos menos a Max, que se le hizo fácil quitarme los audífonos para que le hiciera caso.
-Dayana -lo mire mal- Que te paso... te vez fatal.
Lo miré mal y no dije nada, nadie sabía que Daniel me había dejado, y si no me imagino como es que me veo, no he dejado de llorar en este tiempo, seguro tenía mis ojos hinchados tanto por no dormir como por llorar.
Traté de evitarlo este tiempo, quería estar sola, pero hoy no pude lograr irme.
Me llevó al patio, donde no había mucha gente nos fuimos a sentar en el pasto, el me miraba y cuando se sentó por fin a mi lado solo me abalance hacia el para abrazarlo. Hace mucho no abrazaba a nadie y de verdad sentí un gran alivio al tenerlo conmigo.
La música sonaba aun en mis audífono, estaba una canción que me gustaba mucho y la llegue a cantar con Max de una manera muy linda, pero ahora cada que la escuchaba y quería cantarla lloraba.
Comencé a llorar cuando la escuché.
Max agarro uno de mis audífonos y se lo puso.
-¿La de la mala suerte? ¿estas llorando por esta canción? Debo admitir que Jesse y Joy hacen canciones que realmente te hacen llorar, pero no creí que tú... -lo interrumpí.
-Se fue Max... -dije entre sollozos.
-¿Qué?
-Como oíste, me dijo que nunca hubo un nosotros, me dejó... fui yo la estúpida que se ilusionó, lo tenía claro que no quería nada conmigo... YO FUI LA ESTUPIDA.
-Dayana...
-No quiero sentirme así Max... odio sentirme así.
-Te rompió el corazón Dayana, claro que te vas a sentir mal.
-Ya no quiero, esto es horrible, cada cosa me recuerda a él, no he comido, no duermo... no quiero seguir así.
El me abrazo y yo solo seguí llorando en su pecho.
Era bueno tener a alguien.
-Tranquila Dayana. Aquí estoy.
No sé cuánto tiempo estuvo abrazándome ni sé cuánto tiempo estuve llorando en la escuela, ahora me siento tan patética, jamás había llorado en algún lugar público, no quería que me vieran débil las personas, pero ya no podía aguantar más.
Después de un tiempo Max se ofreció a llevarme a mi casa, ya cuando estuve no me había dado cuenta de que debajo de mi pulsera que había traído aquella tarde Abel, había una nota, no quería abrirla seguro era de este Daniel, pero mi curiosidad me gano.
Dayana, lamento por la forma en que te enteres de esto, tal vez te la entreguen cuando ya esté en Estados Unidos y es que así lo pedí, no quería verte.
Decidí irme por qué sé que te hago mal, no puedo imaginarme lo que has pasado estos días por mi culpa, sé que no harías esa clase de cosas que decía o daba a entender ese vídeo que por cierto fue mi mamá la responsable de todo.
Sabes muy bien que te quiero mucho y no me arrepiento de estos meses a tu lado, sin duda fueron los mejores, pero temo decirte adiós.
La verdad nunca quise que pasará algo entre ambos, sabía que estaba mal y la verdad estoy bien con que no fuéramos más que amigos, lo entenderás muy pronto, o eso esperó, pero me daba miedo que, al ser novios, todo saliera mal.
Si en algún futuro nos volvemos a encontrar espero poder ser lo que nunca pudimos ser en este momento.
Se que es lo mejor para ambos y espero algún día puedas perdonarme.
Antes de decirte adiós quería decir que Max me llegó a comentar, que te encantaba pensar en mi con ciertas canciones, así que creo yo también debería de decirte cual canción es en la que pienso en ti.
No solo es una canción cualquiera, es una canción que realmente me recuerda a tí, tal vez ya la escuchaste, pero aún así quiero que sepas que esa canción, explica muchas cosas.
Acuérdate de mí - MORAT.
Adiós, Dayana, espero me perdones en algún momento.
Daniel.
Detrás de esta carta había otro papel, un papel que decía "with much love Andrew Garfield" y debajo de una gran firma venía una pequeña nota.
Al final si conseguí la firma, y como recompensa, quisiera que me perdonarás por haberte dejado en ésto sola.
Te quiero, Daniel.
Baje la carta y volví a llorar, me dolía, me dolía mucho yo no quería que doliera más, pero lo hacía, sentía que me faltaba algo, quería tenerlo conmigo, de verdad que lo quería, pero él no me quiso en su vida, yo fui la tonta que se ilusionó.
De un momento a otro ya estaba en el suelo de rodillas llorando con la carta en mi pecho, está carta me había roto más el corazón, fuera de lo que me dijo en el aeropuerto, él nunca me quiso en su vida.
Esto de verdad que no se lo deseo a nadie, es de lo peor tener un corazón roto, quería solo dejar de llorar, pero todo me recordaba a mis días con él, eran los mejores momentos, estar con él me hacía feliz, hacia olvidarme de todos mis malditos problemas.
Ahora ya no estaría aquí conmigo, abrazándome o dándome besos en mis labios o en mi frente, ya no íbamos a ir a comer, tampoco íbamos ya a cantar nuestras canciones favoritas, no iba ayudarme a estudiar para que no saliera mal en mis exámenes, no nos íbamos ayudar con nuestras tareas, tampoco iríamos a jugar con mi sobrino, no iba a estar a mi lado, ya no iba a pasar nada de eso.
Ahora estaba sola, completamente sola.
Y por el amor me deje guiar, no quería estar en la realidad, yo sabía que en cualquier momento iba a irse y me quedaría sola, pero no quería pensar en eso y solo enfocarme en el presente como me habían dicho, y ahora no estaba bien, estaba rota, él me había roto en mil pedazos, dejándome así.