Mi Loca Encantadora

Soñando Despierta

 

Julieta

Son las 6:30 de la mañana, lo sé porque acaba de sonar la alarma, haciendo que despierte de mi sueño. En días como hoy odio la tecnología, sé que tal vez no tenga nada de nuevo porque es el mismo que tengo desde niña.

Aunque hay cosas que se han ido clarificando con el tiempo, por ejemplo, al principio creí que el día de mi boda estaba gorda, sin embargo, después me di cuenta que no era así, sino que estoy embarazada, no se si es extraño, pero me gusta el hecho de que sea así, a veces pienso que es tan raro que todo se vea tan exacto, las camelias rosas y rojas, los listones color rosa buganvilla o rosa mexicano, mi vestido con un listón rosa en mi barriga, todo parece tan perfectos, puedo ver absolutamente todo, menos el novio.

Bueno, eso hasta este sueño, hoy por fin pude verlo, alto, ojos azules, sonrisa que derrite y cabello rubio con rizos, todo era perfecto, incluso su nombre, hasta que sonó la alarma y mi sueño se esfumó. Es obvio que ni en mil años encontraré a David, pero me ha fascinado descubrir su identidad. Igual, no es que necesite un dios rubio como David, si tengo a Leonardo.

No es que Leonardo sea el hombre perfecto, tiene muchos defectos y no le gustan muchas cosas de las que hago, pero ¿quién es perfecto? ¡Nadie! Llevo cinco años con él, y algo dentro de mí me hace creer que estamos prontos a casarnos. Sí, como pueden ver tengo mi vida bien estructurada y estoy segura de que nada puede fallar, porque desde niña he soñado con que sea así, además en mi negocio todo va genial. Soy organizadora de bodas y por supuesto no hay nadie mejor que yo en toda la ciudad.

Muy a mi pesar me levanto, si quiero seguir siendo la mejor tengo que organizar una boda que me está dando mucho dolor de cabeza, no es que odie mi trabajo, al contrario, lo amo, pero hay novias tan insoportables que hacen que organizar bodas sea más doloroso incluso, que te extraigan una muela del juicio. Eso es por lo que Sharon Cooper se ha convertido en la princesita, al menos para Clara quien es mi asistente y para mí.

Tengo entendido su familia tiene mucho dinero y ella cree Y que debido a eso solo necesita pedir algo y ya está. Y yo soy la encargada de que su boda esté tan perfecta como ella quiere, solo tengo un gran problema, no sé nada de la futura señora Sanders, más que se casará el 21 de noviembre, y ya estamos a finales de agosto, así que para que mi trabajo salga perfecto tengo dos cosas seguras debo organizar una gran boda, sin saber nada de los novios y hacerlo lo más rápido posible, en la reunión que tendré hoy con ella pondré los puntos sobre las ies, y le diré que o pone de su parte o no tendrá la boda que ella quiere, al menos organizada por “Bodas Murray”.

Mientras pienso en todo lo que me espera por el día de hoy, me dirijo al baño para ducharme, al caer el agua caliente sobre mi cuerpo libera un poco de la tensión que he estado acumulando en las últimas semanas, es que organizar una boda que supere las expectativas de todos puede llegar a ser demasiado estresante.

Después de bañarme me alisto lo más rápido posible para ir en camino a “Bodas Murray”. El piso donde trabajo no es muy grande, apenas son dos cuartos, uno cumple la función de recepción, es ahí donde Clara se desenvuelve, y el otro es mi oficina donde tengo las reuniones con los clientes y cuando lo requiero tengo la privacidad necesaria para cumplir con mis obligaciones. Mis intenciones son que a principios del año entrante pueda cambiar a una oficina más grande y de mi propiedad, ya que esta, es solo alquilada. Sé que puede parecer demasiado soñador, sin embargo, la realidad es que con mucho trabajo y persistencia lo voy a conseguir. Además, según mi familia, pero en especial Elena, soy más terca que una mula.

Estoy lista para ir a la oficina vestida con una falda circular color rosa buganvilla y una blusa blanca, camino hasta el estacionamiento, donde se encuentra Chicle, mi Peugeot rosa. ¿De dónde salió el nombre? Elena, ella insiste en que le queda por el color, no estoy segura de que sea necesario recalcarlo, pero por las dudas, el rosa es mi color favorito, para ser más específicos el rosa buganvilla.

Una vez que estoy dentro de Chicle, me pongo el cinturón de seguridad, siempre que lo hago, recuerdo las clases de manejo de mi padre que fueron del estilo; “Manos al volante, Julieta” “Vista siempre al frente” “Usa el cinturón de seguridad, te puede salvar la vida”, en aquel entonces sus consejos me parecían de lo más irritantes, pero hoy los cumplo al pie de la letra y no me subo a un auto cuyo conductor.

Y esa es otra de las razones por las que he tenido tantas discusiones con Leonardo. Él no estaba dispuesto a subirse a Chicle porque es rosa, y el tenía practica poco ortodoxas al manejar. Ahora, trata de conducir más calmado, o al menos eso es cuando está conmigo, sobre subirse a mi auto aún no está 100% convencido de que sea buena idea.

Al llegar al estacionamiento busco un lugar para estacionar a Chicle, pero como es costumbre me he quedado hasta el último, como siempre, aunque soy muy puntual, la mayoría de las oficinas abren a las 8.00 de la mañana, por lo que cuando yo llego ya está abarrotado todo el estacionamiento. Cuando entro a “Bodas Murray”, Clara ya ha llegado. El día que la contraté, le dije que si había algo que no toleraba era la impuntualidad, al parecer ella entendió bien el mensaje, debido a que no hay día que no llegue a tiempo ganándose con ello mi respeto y un sustancioso bono de puntualidad.



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En el texto hay: amor a primera vista, romance

Editado: 28.04.2019

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