Capítulo 20*

Íker...

Llegamos a la habitación y la desnudo para luego poseerla como había estado anhelando desde hace mucho tiempo. Acaricio su espalda, ya que ella está reposando su rostro en mi pecho y sus frías manos acariciándome este.

—Esta es una anticipación de lo que te espera si logras conquistarme. — escucho a Paulina decirme mientras yo esbozo una sonrisa divertida, me encanta la forma de ser, divertida y su carácter un tanto sarcástico.

—Me gusta el premio que conseguiré, así que haré todo lo posible para que logres aceptarme en tu vida, pero si hay besos y coqueteos, ¿verdad? — inquiero.

—Si te portas bien y no permites que tu ex Franchezca no se te acerque, y quizás te ganes uno que otro beso, y quien sabe una manoseada tal vez, así que ya sabes. — asevera.

—No lo haré tranquila. —respondo y me levanto completamente desnudo para acercarme a tomar mi bóxer que se encuentra en el suelo y me los coloco ante la atenta mirada de Pau, quién sonríe mordiéndose el labio tentándome—.  Ponte mi camisa y vamos hacia la cocina para preparar algo de comer, ya que al igual que tú, yo tampoco desayuné y falta poco para que mis intestinos den aviso de este hecho.

Sonríe y hace lo que le pedí para luego bajar las escaleras tomadas de las manos, ah, pero que sensación más reconfortante es esta. En cuanto llegamos a la cocina, reviso la alacena y lo único que encuentro son enlatados y pasta, de igual manera jugos ya preparados y una caja de leche, la saco y reviso la fecha de caducidad que evidentemente ya está caducada, miro a Paulina quién está buscando una cacerola que deduzco es para preparar la pasta, ya que la tiene aparte, busco de igual manera verduras y encuentro unas cebollas con unos pimientos, no sé que se podría hacer con eso, pero vamos a arreglarnos, también encuentro unas papas y las pongo a lavar para proceder a pelar y a picar las verduras y pasarle a Paulina para ver que hace con ella.

Media hora después Paulina está sirviendo la pasta con una salsa preparada de tomate que de igual manera hubo enlatado, y una tortilla de huevo con papas y verduras tipo tortilla española, qué a decir verdad me sorprendió degustar tales platillos y realmente quedé muy satisfecho con el resultado. Después de desayunar/almorzar,  dejamos limpiando todo y luego fuimos a nadar un momento al lago, ya que estaba un día soleado y prácticamente estábamos solos pues no había gente, puesto que estas cabañas son para vacacionar y aún no estamos en esa época.

Volvimos a entregarnos a la pasión deseosa, ya una vez que estábamos satisfechos, nos regresamos ya al anochecer a la casa, se podría decir que me hizo falta más tiempo, sin embargo, lo disfruté mucho. Me sentí bien al pasar el día junto a Paulina, extrañé en sobre manera a mi hija y pues espero en algún momento pasar tiempo juntos con Paulina y mi hija, deseo que se conozcan, ya que si pienso tener algo serio con ella, quiero que se lleven bien y más adelante quererse, puesto que mi hija es lo más importante para mí y evidentemente Paulina está convirtiéndose en la mujer con la que quiero compartir mi vida.

El viaje la pasamos conversando sobre nuestros gustos y demás. En cuanto llegamos en la noche, ya las luces estaban apagadas y sigilosamente entramos a nuestras respectivas habitaciones, sin querer despegar nuestros labios uno de otro, por el momento estamos en una especie de amigos con derecho besarse y manosearse de vez en cuando hasta que la conquiste y no la cague como lo he hecho los días anteriores, así qué me conformaré con eso… por el momento.

A lo que subo las escaleras y voy a ver a mi hija quien duerme plácidamente con su sonrisa plasmada en sus labios, me incliné dejándole un beso en su frente, le pido disculpas por no poder estar con ella este día, la amo tanto y no quiero que piense que quizás no la quiero así que mañana no voy a ir a trabajar y me quedaré con ella jugando en la casa y de este modo aprovecho mirar a Paulina y quién sabe robarle uno que otro besito y también idear mi primer día para empezar a conquistarla y necesariamente tendré que pedir ayuda a Leo quién es experto en eso de casa nova. 

Salgo y voy hacia mi habitación, enciendo la luz y casi grito al ver a Franchezca desnuda en mi cama esperándome.

¿¡Qué cree qué está haciendo!?. 

¡Carajo!

—Sal de mi habitación Franchezca, no entiendo tu necesidad de humillarte así.

—Sé que aún me amas y si lo intentamos lograremos volver a ser los mismos de antes cariño. Yo aún sigo enamorada de ti, por eso volví para reconquistar tu amor nuevamente. —informa levantándose y caminando hacia mí, mientras ella va avanzando, yo retrocedo chocando con la puerta—. Franchezca, no sé en qué idioma estoy hablando, ya que parece que tú no entiendes que yo simplemente ya no te amo.—espeto enojado y tomándola de las muñecas la alejo de mi cuerpo para ir a recoger sus cosas y ponerlas en sus manos y abrir la puerta para que ella salga.

Ella está incrédula ante mi acción, sin embargo, alza su cabeza para mirarme y hablar.

—Esta humillación no te la voy a dejar pasar Íker, recuerda que si no estás conmigo, no podrás estar con alguien más.— diciendo eso sale caminando segura y muy molesto cierro la puerta recostándome en ella.

¿Por qué tuvo que regresar nuevamente?

Mi día perfecto, ¿por qué tuvo que terminar así?.