Mi Luna De Plata (primera Temporada)

Capítulo 5: Soy yo, ¿me recuerdas...?

Lucy Walker

Abro completamente los ojos en la oscuridad de mi habitación puedo reconocerla perfectamente, la cabeza me duele terriblemente y me siento fatal. Intento sentarme en la cama y es inútil al primer intento, mi cuerpo no responde está completamente entumecido. Enciendo la lámpara a la brevedad para examinar mi pieza, no logro comprender que rayos sucedió, ¿Qué me paso?, pregunto mirándome en el espejo al verme de esta manera. Escucho como se abre la puerta principal y unas voces familiares retumban dentro de esta.

-       No pueden verme así – digo metiéndome a toda prisa a la ducha, abro la llave y dejo caer el agua, un riachuelo de tonalidad marrón se forma directamente hacia el sumidero tras lavarme el cabello, tallo mis brazos y otras partes de mi cuerpo para quitar el lodo que traigo encima.

-       ¡Lucy! – llama mi padre haciendo tronar los dedos contra la madera de la puerta - ¿estás ahí?, lo escucho preguntar.

-       Si – afirmo con fuerza desde el baño – sí, aquí estoy – repito para mí con un tono melancólico evitando que mis lágrimas vuelvan a caer.

-       Lo siento surgió un problema de último momento y nos hicimos tarde, traje algo para cenar, te esperamos, baja cuando estés lista por favor.

 Me cambio y trato de guardar la calma, camino por el pequeño pasillo un tanto desorientada y bajo las escaleras sosteniéndome del barandal.

-       ¿Qué sucede cariño? – dice mamá al ver la expresión tan desencajada en mi rostro, de seguro tengo una apariencia terrible – no entiendo, ¿Por qué te duchabas a esta hora?, ¡ya se! – afirma con mucha seguridad - te quedaste dormida después de llegar, debes de estar agotada y más aún después de semejante tormenta, es como si el cielo hubiese caído a la tierra.

-       Así parece – musito sosteniendo mis brazos con ambas manos al recorrerme un escalofrío.

Frunce el ceño al verme tan callada y sin ganas de nada, lo cual hace que vuelva a reformular su pregunta.

-        Estoy bien – miento para que no se preocupe, aunque por dentro siento la necesidad de gritar y que alguien me explique qué paso.

Papá sale de la cocina con una bandeja y la coloca sobre la mesa, no puedo evitar hacer un gesto de desaprobación cuando descubro lo que es.

-       Sé que no te gusta, así que no pongas esa cara, te trajimos una hamburguesa.

 Cuando veo el plato sobre la mesa intento comer algo, cada bocado que doy se me hace más difícil de tragar.

-  ¿Encontraste a tu abuela? – pregunta él devorando el pedazo de comida que tiene sobre su mano.

-    No, no la encontré solo deje la bolsa y regrese – digo tratando de olvidar todo lo demás.

-    Es cierto, me llamo unas horas después de que fuiste para allá, me dijo que te diera las gracias y que espera verte para tu cumpleaños.

-    ¿Piensa venir? – a ella casi nunca le ha gustado asomarse por la ciudad, creo que odiaba Boston sin motivo aparente.

-    Me lo acaba de confirmar, no crees que es genial, ¿Qué te gustaría que hagamos para tu cumpleaños? – vuelve a preguntar, lo único que quería en ese momento es irme a mi habitación y dormir, dormir hasta que mi mente logre procesar aquel extraño suceso.

-    No lo sé, la verdad es que no quiero celebrar nada – ambos detienen sus ojos en mí en cuanto lo digo, la verdad siempre había sido entusiasta respecto al tema y ahora al ver mi estado de ánimo tan deprimente de seguro estaban alerta.

-    Lucille – me llama papá, pocas veces lo hacía de esa manera, por lo que supongo se encuentra molesto después de responderle de esa forma - ¿Qué es lo que te sucede? - por un momento una sensación de angustia viene a mí y quiero ser sincera con ellos, luego lo pienso mejor, no hallaba razones para decirles que primero un animal me ataco en la carretera y luego vi como borrosamente se transformaba en un hombre, sonaría como si estuviese loca.

-    Es que… - me detengo para pensar pronto – tal vez salga con Liz y Christopher, ellos mencionaron sobre un nuevo lugar al que podríamos ir.

Hace una mueca de disgusto, no le gustaba que concurra a fiestas o cosas por el estilo la última vez que lo hice llegue tarde y por ello me dio tremendo discurso sobre la confianza y entre otros temas más, admito que era muy especial en cuanto a ello.

-    No vas – expresa tajantemente, doy un suspiro cansada de su actitud – está bien, lo pensare – recita por ultimo – no es que no quiero que te diviertas, hay mucho peligro en las calles puede pasarte algo en el camino, por ello te sugiero que les digas que vengan y así todos pasamos un gran momento juntos, sabes que ellos siempre son bienvenidos aquí.

Ni siquiera era cierto lo que dije anteriormente solo lo hice para que descarten la idea de la celebración.

- ¡Ay David!, no cambiaras nunca – protesta mamá levantándose de la mesa - Lucy ya es casi toda una señorita, sé que sabrá cuidarse sola – dice dándome un beso en la cabeza mientras va hacia la cocina.

Él toma el mismo periódico de la mañana y se dispone a leerlo desde donde lo había dejado. Así transcurrieron algunos minutos, hasta que lo vimos atragantarse con la comida, mamá corre a socorrerlo al igual que yo.

- Papá, ¿estás bien? – su respiración es agitada y se sobaba el pecho en señal de que ya se había calmado.

- Tranquilas, ya estoy bien – mira a mamá preocupado - “Gretell ven conmigo”, pronuncia aun con debilidad, luego ambos suben a su habitación.

-    Vamos – indico a Axel para que me siguiera, se estaba por quedar dormido en el sofá así que lo llevo arriba para que logre descansar.

 Me detengo en la puerta de la habitación de mis padres, no es que quisiera husmear en sus asuntos, pero escucho parte de la conversación así que inmediatamente ingreso para mostrarles mi apoyo.

-    Ya acosté a Axel, ¿paso algo en el trabajo? – pregunto preocupada por ellos al hablar sobre una posible mudanza.




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