Capítulo  12

"Estás en lo correcto, Alis, pero..." no terminó de decir porque su boca fue silenciada por los labios de Alicia. Mi corazón no pudo soportar más. Él dijo que no me ama, pero tampoco se separó de sus labios. Es obvio que la ama a ella.

Es por eso que no tolera mi presencia. Por mis mejillas corren lágrimas incontenibles. No soporto más y huyo lejos de ahí. No me importa que me escuchen o me vean; mi dolor en este momento es más fuerte que cualquier otra cosa. Me detengo solo para quitarme los tacones, que dejo tirados en el suelo. Salgo por el jardín y, a lo lejos, diviso una pequeña puerta. Sin pensarlo, la cruzo y corro hasta adentrarme en el bosque.

Recuerdo nuestro lugar favorito de niños y me dirijo hacia allí. Ahora entiendo por qué siempre terminaba en ese sitio cuando venía al bosque. Era porque la conexión con ese lugar se sentía incluso estando lejos. Al llegar al risco de la cascada, la luna brilla en todo lo alto, iluminando el lugar. Me recuesto sobre el pasto, mirando las estrellas y pensando en lo que depara mi futuro como la Luna de una manada, y con un Alfa que no me ama.

De repente, siento un dolor insoportable en mi cuerpo. Algo quema en mi interior. Entonces recuerdo: hoy es mi cumpleaños. Hoy es el día de mi transformación... y también la de Amira, ya que nacimos el mismo día. Un aullido resuena cerca del claro que está mucho más abajo del risco. Sé que es ella. Recuerdo que una vez me dijo que quería que estuviera allí.

Pero dejo esos pensamientos de lado porque el dolor de mis huesos quebrándose me está matando. No puedo evitar gritar; esto es mucho más de lo que esperaba. El tatuaje del lobo de Ethan en mi mano brilla intensamente y no entiendo por qué.

—¡Aaah! —grito desesperadamente mientras el dolor aumenta.

Siento cómo mis garras salen. Miro hacia abajo y veo que mis pies ahora son patas peludas, completamente blancas. Mi loba toma el control total. Nos lleva hacia la cascada y nos detenemos para ver nuestro reflejo. Es hermoso: soy una loba completamente blanca, con una oreja rosada y ojos color zafiro. Justo en el centro de mi frente hay una media luna rosa.

—Hola, querida. Soy Val, tu loba. Como puedes ver, estoy muy enojada. ¿Por qué no está él aquí con nosotras?

—Hola, Val. Yo soy… —intento responder, pero ella me interrumpe.

—Sí, sí, la tonta Vivian, mi humana. Ahora lo importante: ¿cómo permitiste que él no estuviera en nuestra transformación?

—¿De… de quién hablas?

—¡No te hagas la tonta! ¿De quién más sino de nuestro mate? Sé que ya lo tenemos. ¿Por qué no estuvo aquí con nosotras?

—Pe… pero no entiendo. ¿Cómo es que tenemos mate si apenas nos transformamos? Yo no huelo nada.

—¡Oh, Vi! Sí que eres tonta. ¿Y eso que tienes en la mano qué es? ¿Acaso no sabes que cuando aparece el tatuaje de un lobo en la mano de una Luna comprometida es porque esa persona es su mate? Eso solo ocurre en las hijas de la Diosa de la Luna. Sí, como lo oyes: somos sus hijas. Y tú, la más tonta de nosotras dos, deberías conformarte con saber que ella es nuestra verdadera madre. Eres la cuarta hija.

—¿Entonces hay más como nosotras?

—Sí, aunque muchos creen que solo hay una. Pero no es así. Tenemos muchas hermanas, y poco a poco irán apareciendo. Pero dejemos eso para después. Ahora llévame con mi mate. ¡Tengo que reclamarle por qué no estuvo con nosotras hoy!

—Entonces… ¿él es mi mate?

—¡Nuestro! Querida, somos dos. Y sí, él lo es.

___ Wow en.. ¡Entonces ahora el si nos va a amar! Nos va a corresponder como lo hace Eliot su lobo. Ethan la buscaba sin imaginar que siempre fuimos nosotras su amor de la infancia y con quien hice la promesa.

___ Hicimos querida porque yo también estuve ahí solo que estaba en una especie de amnesia pero siempre he estado contigo Vi.

___ Oh cielos no puedo creerlo Val esto es lo que siempre quisimos Ethan y yo y ahora se está cumpliendo lloro de la alegría toda la embriaguez que hace un rato sentía se esfumo por completo ___ Siempre eres así de sentimental oh cielos que fastidio contigo enserio. Mi loba bufo fingiendo irritación pero somos dos en un mismo cuerpo y puedo sentir las mismas emociones fluyendo de ella solo que ella lo disimula bien.

Un escalofrío recorre mi cuerpo. Ahora lo entiendo todo. Él es mi mate, y yo soy su Luna. Siento una mezcla de emociones que me envuelve por completo. Mi loba está eufórica, pero yo aún tengo muchas preguntas y temores.

Auú,Auú, Auú, chillo mi loba dando vueltas en circulitos feliz de escuchar los demás aullidos de los otros lobos de la manada que tuvieron también su transformación convencí a mi loba de correr un poco antes de llegar a la mansión así esperamos un par de horas hasta que la fiesta termine así no corremos el riesgo de que nos miren. Bajamos de la cascada y nos echamos a correr disfrutando de aire fresco de la noche en el trascurso del recorrido nos encontramos a dos lobos que acababan también de transformarse nos acompañaron en el recorrido mientras nos coqueteaban diciendo lo hermosa que es mi loba yo solo sonreía para mis adentros mientras que la perra de mi loba les contoneaba las caderas sensualmente tremenda loba me toco pienso.

Un rato despues sentimos que ya era momento de regresar, nos dirigimos a la mansión así trasformadas ya que mi ropa quedo destrozada al momento de transformarme, corrimos rápidamente y hasta llegar a la entrada secreta del jardín por la cual horas antes en mi desesperación encontré, empujo levemente la puerta con mi hocico y enseguida mis fosas nasales se llenan de un exquisito olor a sándalo, almizcle y un ligero toque a pinos, mi loba ronronea y grita en mi mente ¡MATE! ¡MATE!.

Desesperadas entramos por completo al jardín y ahí está el dueño de ese olor que nos tiene tan cautivadas tanto a mi loba como a mi le da vueltas y vueltas en círculos desesperado como si estuviera esperando algo con ansias de repente deja de caminar lo veo olfatear el aire y sé que nos ha pillado mirándolo se voltea hacia nosotras sus ojos nos miran fijamente mientas camina a paso apresurado hacia nosotras veo sus ojos cambiar de un color a otro sé que es Eliot quien se quiere salir pero Ethan no le cede el control, mi loba de un momento a otro me cede el control transformándome enfrente a sus ojos quedando completamente desnuda mi cara se tiñe de rojo por la vergüenza.