Mi Luna Roja ( Mas Que Simples Mitos )

Luna Roja

Luna Roja

Desde tiempos inmemoriales, la Luna Roja o también conocida como Luna De Sangre ha marcado el destino de las criaturas de la noche.

Para los humanos, es un fenómeno astronómico raro, un eclipse teñido de carmesí que aparece cada ciertos años, iluminando el cielo con su brillo hipnótico. Los científicos hablan de cambios en la atmósfera, de refracción de la luz y de coincidencias cósmicas. Algunos lo ven como un espectáculo hermoso, otros como una señal de malos augurios.

Pero para aquellos que caminan en las sombras... La Luna Roja no es solo un evento astronómico. Es una llamada. Un despertar.

En la raza licántropa, es considerada sagrada. Se dice que su resplandor es la bendición de la diosa Mirna, la madre de las manadas, quien elige a unos pocos para portar su poder y guiar a los suyos en tiempos de oscuridad. Sin embargo, su elección no es aleatoria ni benévola. Aquellos marcados por su luz están destinados a enfrentar guerras, caos y sangre.

Las transformaciones bajo ese resplandor, está marcado de sangre, caos y desgracias.

Entre cinco y ocho individuos experimentan su primera transformación bajo su influjo. Para ellos, la transición no es como la de los demás licántropos, quienes descubren su naturaleza en la adolescencia y crecen rodeados de su misma raza preparándose o esperando ansiosamente su transformación. No. Para los elegidos de la Luna Roja, el cambio es violento, desgarrador, casi letal. Sus cuerpos arden con una fiebre inhumana, sus huesos crujen como si estuvieran rompiéndose desde dentro, y sus sentidos explotan con una intensidad insoportable. Y no siempre, mejor dicho, casi nunca, son miembros de manadas de cambiaformas.

Es el precio de recibir el poder de la diosa.

Pero entre todos ellos, hay uno que se alza por encima de los demás.

El primero en transformarse bajo la Luna Roja es el Alfa Supremo de los licántropos luego del rey alfa.

Un líder como ningún otro, una fuerza que desafía la lógica de la naturaleza. Su poder es abrumador, superando incluso al de los Alfas de sangre pura, aquellos nacidos con la herencia del liderazgo en su sangre. No hay rival capaz de enfrentarlo en combate directo, ni una criatura que pueda resistir su dominio absoluto sobre la manada.

Y, desde hace más de seis siglos, todos los Alfas de la Luna Roja han sido híbridos.

Los Elegidos de la Luna De Sangre.

La primera en despertar bajo la Luna Roja fue una mujer.

Ella no era una licántropa de naturaleza. Llevaba en su sangre la herencia de sus enemigos más feroces: los vampiros. Una aberración, dijeron algunos. Una abominación que nunca debió existir. Pero ella demostró que su existencia no era un error. Con la fuerza y resistencia de los lobos que le fue otorgada por la diosa Mirna, y la velocidad y longevidad de su naturaleza vampírica, se convirtió en una guerrera imparable. Su reinado fue breve pero legendario, y aunque murió joven, su nombre jamás fue olvidado.

El segundo en recibir la bendición de la Luna Roja fue un hombre con una herencia aún más inusual: un hada. Su sola existencia era un desafío a las leyes del mundo sobrenatural, pues las hadas rara vez se mezclaban con otras especies, y menos aún con licántropos. Sin embargo, su sangre le otorgó una gracia y rapidez imposibles, un dominio absoluto sobre la energía natural y una conexión única con la magia del bosque. Bajo su liderazgo, la manada prosperó como nunca antes.

Pero el tercero...

Él fue el más poderoso de todos.

Un híbrido de hechicero y licántropo luego de obtener la bendición de la diosa Mirna, con el dominio de los cuatro elementos en sus manos. Su nacimiento marcó una era de caos, pues su poder no solo igualaba al de los Alfas de antaño, sino que los superaba con creces. Era una tormenta viviente, una fuerza desatada sobre la tierra. Su nombre se convirtió en una leyenda temida, un susurro en la oscuridad que aún perdura en los relatos de las criaturas de la noche.

Cada uno de ellos tuvo que enfrentarse a conflictos que amenazaban con destruir el equilibrio del mundo. Algunos lucharon contra clanes enemigos, otros contra facciones de su propia especie que no aceptaban su existencia. Pero todos compartieron el mismo destino: la batalla.

El Temor de los Vampiros.

Para los vampiros, la Luna Roja es una maldición.

No todos ellos son crueles o sanguinarios, pero aquellos que sí lo son —los señores de la noche que ven a los licántropos como meras bestias salvajes— han aprendido a temer a los elegidos de la diosa Mirna.

Porque ellos son los únicos capaces de exterminarlos sin esfuerzo.

No solo poseen la fuerza de un Alfa, sino también la potencia de un híbrido. Pueden moverse con la rapidez de un rayo, soportar heridas que serían mortales para cualquier otra criatura y resistir los efectos de la magia oscura. Incluso los vampiros más ancianos, aquellos que han gobernado en las sombras por siglos, tiemblan ante la llegada de un nuevo Alfa de la Luna Roja.

Porque ese Alfa es su peor pesadilla.

Su verdugo.

El Resurgir de la Luna Roja.

Ahora, después de doscientos años de calma, la Luna Roja está a punto de alzarse nuevamente.

Las profecías han comenzado a susurrar su llegada. Los ancianos de las manadas miran al cielo con preocupación. Los vampiros refuerzan sus filas, temerosos de lo que pueda surgir bajo su resplandor carmesí. A pesar de que en los últimos doscientos años no ha ocurrido ninguna transformación bajo su resplandor carmesí tras la última tragedia que precedió en la última batalla de los guerreros de la luna roja. Los sobrenaturales no dejaban de temer por ese resplandor carmesi.

En lo más profundo del bosque, algo está despertando.

Pronto, un nuevo Alfa se alzará.

Pronto, alguien sentirá el ardor de la transformación, el fuego de un poder que no podrá controlar.

Y cuando la Luna Roja brille en el cielo, el destino del mundo cambiará para siempre.




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