Mi Luna Roja ( Mas Que Simples Mitos )

21 - Dereck

Sali del cuarto donde se encontraba ella, y al caminar por el pasillo, una sensación extraña me invadió. La había tenido tan cerca en ese momento, viéndola quebrarse, llorando en mi hombro. Algo en su dolor había hecho que me sintiera profundamente conectado con ella. No solo porque me permitiera ser su apoyo en ese instante, sino porque me dio una pequeña chispa de esperanza. Sentí que, tal vez, este era un paso hacia algo más grande entre nosotros. Una conexión que antes parecía imposible, pero que ahora se estaba tejiendo de forma silenciosa y, aunque dolorosa, firme.

Al sentirla tan vulnerable, esa frágil confianza que me había mostrado me dejó un nudo en el pecho. No estaba acostumbrado a ser el refugio de nadie, mucho menos el de alguien tan roto por dentro. Pero ahí estaba, la mujer que siempre había sido fuerte, el alma que parecía invulnerable, dejándose llevar por las olas de sus propios sentimientos. Para ella, mi hombro, mi presencia, significaban un refugio momentáneo. Y yo, que había intentado mantener la distancia, ahora sentía que todo lo que había hecho era en vano. De alguna manera, algo entre nosotros se estaba entrelazando, y aunque no sabía si era correcto o si ella estaba lista para eso, la posibilidad de conectar con alguien de esta manera me hacía sentir algo que no había experimentado en mucho tiempo.

Mientras caminaba por el pasillo, recordé lo que había pasado dentro de esa habitación. La desesperación en sus ojos, el miedo de perder la esperanza, el dolor de vivir bajo una maldición que la despojaba de su humanidad y la condenaba a una vida de soledad. Yo sabía que no podía dejarla ir. Algo dentro de mí, algo más allá de la razón, me decía que si no luchaba por ella, terminaría perdiéndola para siempre. Pero no solo era por ella. Era por mí también. Sentía que, aunque todo parecía estar en contra, había una pequeña posibilidad de que juntos pudiéramos encontrar una salida.

"No la dejaré sola," susurré para mí mismo, como una promesa que resonaba en lo más profundo de mi ser. Sabía que esto no sería fácil, y que las heridas del pasado, tanto las suyas como las mías, serían difíciles de sanar. Pero lo que más me aterraba era la idea de perderla sin haber intentado siquiera luchar por lo que podría ser.

Al salir al jardín, me encontré con Dereck y Elizeo, pero ni siquiera pude concentrarme en lo que decían. Mi mente seguía volviendo a ella, a sus lágrimas, a sus palabras, a esa pequeña chispa de esperanza que parecía haberse encendido por fin. Mi corazón latía con más fuerza de lo normal, como si mi cuerpo supiera que algo importante estaba a punto de suceder. A pesar de lo que había pasado, no podía dejar de pensar que tal vez, solo tal vez, esta vez las cosas serían diferentes.

(...)

Estaba frente a Elizeo, el alpha de esta manada, en medio de una conversación sobre una posible alianza. Tenía claro que estaba buscando proteger la manada que había acogido a mi luna, Carolina, como una muestra de agradecimiento. Era una oportunidad que no podía dejar escapar. Necesitaba asegurarme de que su seguridad fuera prioridad, de que estuviera a salvo en todo momento. Sin embargo, mi mente estaba lejos de todo eso. Cada palabra que Elizeo decía, cada pregunta que se planteaba, parecía desvanecerse en el aire, como si el sonido se desvaneciera por completo, mientras mi pensamiento solo podía centrarse en ella. Carolina.

El aire se sentía pesado, la tensión palpable en cada segundo que pasaba sin que yo pudiera hacer nada por ella. Sabía que algo no estaba bien. No había forma de ignorarlo. La veía, de alguna manera, por mi mente. Su imagen, su dolor, esa mirada que traía consigo tanto sufrimiento. Y en ese momento, cuando más concentrado debía estar en lo que estaba sucediendo a mi alrededor, su presencia se filtró en el aire. Ese exquisito aroma que tanto me había calmado en el pasado, esa fragancia que me hablaba de ella, me envolvió de golpe. Sin pensar, sonreí, pero no fue una sonrisa feliz, sino una sonrisa de desesperación, como si mi alma lo supiera todo. Volteé lentamente, mis ojos buscando sin quererla, y ahí estaba, corriendo hacia nosotros. La vi detenerse en seco, no tan cerca, como si su cuerpo no le permitiera acercarse más. Sus ojos, rojos y apagados, reflejaban algo más que tristeza: frustración, dolor, miedo. Todo eso se mezclaba en su mirada, y de alguna manera, mi corazón dio un vuelco. Me sentí completamente impotente.

Ella comenzó a hablar, pero su voz temblaba, como si tuviera que luchar para que las palabras salieran. La tristeza que me atravesó me hizo detenerme.

-Yo, Carolina Díaz, alpha de la manada perdida 'BLOOD BLACK', te re...

Sus palabras se ahogaron, y de inmediato sentí una presión en mi pecho, como si algo se hubiera roto. Un dolor en el estómago que era difícil de soportar. No quería escuchar lo que estaba a punto de decir. No quería oírla rechazarme, aunque lo sabía. Algo dentro de mí me decía que lo haría, que todo lo que estábamos construyendo, todo lo que intentábamos ser, se desmoronaría frente a mis ojos. Pero no pude evitarlo, me quedé paralizado, observando cómo el beta de Elizeo la sujetaba y le cubría la boca con una mano fuerte.

-No digas algo de lo que te puedas arrepentir- dijo el beta, su voz dura, pero había algo en sus ojos que mostraba preocupación.

Carolina reaccionó sin pensarlo, dándole un codazo y torciéndole el brazo con una habilidad impresionante. La miré en completo silencio, boquiabierto, incapaz de moverme.

¿Cómo podía ser tan fuerte? No solo físicamente, sino en su interior. Ella luchaba por lo que quería, pero... ¿Qué quería? ¿Realmente quería esto? No lo sabía, y ese pensamiento me perforó el alma. Vi cómo intentaba hablar, pero nadie la escuchaba, y mientras yo me quedaba ahí, como un tonto, ella seguía luchando por lo que probablemente ni yo entendía.

-Es cierto que es hermosa, pero reacciona, estúpido. Está por rechazarnos, ¡haz algo!- Matt, me sacudió de mis pensamientos. Me miró, su tono urgente, casi exasperado, me hizo volver a la realidad, pero mis piernas seguían inmóviles.




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