Volumen 1
1498
Inglaterra
¿Por que la vida de los humanos tiene que ser tan corta? Son especies tan insignificante, cual quier enfermedad pueden matarlos, tan débiles, con un ego demasiado grande, creyendo que son los único en este mundo...
-¡Vamos corre...!
Un campo verde se asomaba por vigésima ves, el lugar era relamnete extenso, las rosas del verano era cada ves más hermosa, pero nada se comparaba a la sonrisa de Elle...
-¡Elle... Espera...!
Su voz era todo lo que quería escuchar, solo ella y estar rodeado del campo silvestre...
-¡Date prisa...!
Su largo cabello se movían con la velocidad del viento, su vestido de seda color blanco, sus piel descalzos, era mi momento más feliz...
-¡Ve un poco más lento...!
Sus risas hacían eco, su forma de reír era lo que más me encanta ver todos los días, la forma que arruga su ojitos, es realmente encantador...
-¡El... ¿Donde estas?!
Aunque aveces su inocencia hace que pierda mi paciencia, la gran diferencia de edad que nos lleva, para mi era tan grande, para ella solo era una mentira.
-¡El... No estoy jugando ¡¿Donde estas?!...
Nisiquiera la densidad de la niebla, o el bosque más profundo, podía sentir su fragancia a kilómetros...
-¡BUUUU!
Para mi ella era un pequeño e inocente criatura, su sonrisa era tan contagiosa y esos pequeños huecos que se formaban en sus mejilla...
-¿Te asusté...?
¿Por que eres mi maldición y perdición? Su cuerpo tan frágil que fácil mente puedo destruirlo, sus manos finamente pequeñas, todo...
-No asustarias ni a una indefensa ardilla... Se nos hace tarde.
Aveces ella suele ser terca, una chica testaruda, pero puede llegar a salirse con la suya, una chica que por fuera es débil pero por dentro era fuerte...
-Ach, no importa lo que mi papá diga, solo le diré que estaba en el mercado con Lisa..
Aún que no siemrpe era así...
-¡Atrapame...!
Talvez si uviera corrido más rápido, pude evitar lo inevitable, la vida corta de los humanos...
-¡No, El, detente!
Era mi culpa, solo mía..
-A qui estas hija de perra... Con que eres la puta bruja que anda con esa maldito demonio...
Solo devi llegar rápido, solo... Tenía que correr más rápido... Por que al correr todo parecía ir en cámara lenta...
-¡No! por favor, os ruego, yo no echó nada malo... ¡Ayuda! Eli...
Mi mundo se paralizó, rebanarrom su garganta como un puto animal... Mi niña... Por que los humanos son egoístas... Mi hermosa, dulce niña...
-¡¿Quién eres tu?! ¿Usted conoce a esta bruja? ¡he... Imbecil te estoy hablando!...
Nisiquiera podía escuchar mi alrededor, era como si solo se escuchara un pitido... Con toda mi fuerza, sostenía su cuerpo su vestido ya se hacía bañado en sangre... sus pupilas dejaban de mostrar ese brillo tan único, sus rizos rojizos se descoloraba hasta quedar en un rojo pálido, su vestido blanco hasta los pies que ahora era rojo vino...
-¿Te estoy hablando...? Menudo capullo
con un paso seguro se acerca hasta casi tocarme el hombro... nisiquiera lo pensé y con solo mi mano destroce su garganta, marchándome de sangre... Sentía ira, dolor, tristeza... Mi cuerpo cambió dejando ver mi verdadera naturaleza, jure derramar hasta su última gota de sangre como ellos lo avia echo con ella.
-¡¿Pero... que?! ¡Prepárense!, es uno de ellos...
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Deje su diminuto cuerpo a un lado, en estos momentos, no era yo, haría lo que le avia prometido a... Mi niña...
-Pagarán por esto...
El clima avía cambiado notoriamente com una niebla negra con todo nos rojo sangre, por que siento como mi pecho duele....
-los destruire a todos, ¡LOS MATARE!...
que era este sentimiento de dolor y ardor, siento que mi alma me la robaron... solo soy un engendró del mal, una bestia, pero por primera ves com ella me sentía diferente... me sentía perdido, sin siquiera saber a donde ir.
La lluvia, caía sobre mi cuerpo lleno de sangre, y con, mi niña en manos, mis lagrima se camuflaban juntos con las finas gotas... Grite con todas mis fuerzas, el desespero de alguna manera me estaba consumiendo, era esto un castigo, por que me robas lo que más quiero, por que señor... Soy una bestia, la cual solo trae problemas, nisiquiera puedo mencionar tu nombre... Di... Mi niña... su único pecado fue amarme, amar la mismísima muerte.
-por que eres un cobarde ¡Maldito!... mira bien, estos son tus malditos hijos, que llamas humanos, solo buscan la destrucción de ellos mismo, Y TU LOS CREASTE, CREASTE ESTA ABOMINACIÓN QUE ES LA RAZA HUMANA...- grite mirando el cielo, sabia que "El" me estaba observando, eso era lo único que hace, desde su trono que llama paraíso -Continúa escondiendo entus malditos ángeles, ¡No eres lo suficientemente celestial y digno de esa nombre que todos te ponen! Recuerda que somos nosotros que solucionamos tu mierda tus hijos violadores, pedofilos, asesinos... esos que tantos perdonas y proteges dejando a la interperie al resto que solo resa por ti, mientras perdonas a almas cadenas al sufrimiento eterno... ¡Cobarde!..
Los humanos son las criaturas más despreciables, de todo el mundo, son mentirosos, egoísta, y solo miran su interés y no de los demás, pero solo por un instante abia cabiando ese pensar, la primera ves que te observe, tu solo me sonreiste aún sabiendo que no me conocías, pude ver tanta bondad en ti, en ese instante, yo, no podía dejar de observar te, eras amables con todos, aveces te quitaras el pan de la boca para los demás, incluso la primera vez que me hablaste, te mirabas tan adorable, ese dia te escondias de tu padre, me volvi tu compañíaen este solitario bosque, aqui éramos libres, no avia quien nos molestara... Nisiquiera pude decirle que la amo, nisiquiera la lleve lejos como me lo pidió, nisiquiera...