Mi luz

Muerte. 5

Emily seguía corriendo a lo más profundo del bosque, nisiquiera pensaba en detenerse, a sus espaldas escuchaba las voz de su padre, que poco a poco se convertían en eco, hasta que deje de escuchar.

Emily corrió y corrió, hasta que del cansancio detuvo sus pasos, sus pies dolían y su respiración era alocada mente agitada.

Pero esto no la detuvo a soltar en llanto, sus lágrimas salían sin pausas ¿Porqué nunca me lo dijeron? Me preguntaba desconcertada y adolorida, ¿Como es que nunca llegue a pensar en eso?, claro, no me parecía en nada de mi madre o padre, pero nunca había llegando a esa conclusión, ahora, entendía más a mi madre su comportamiento hacia mi.

Nisiquiera mostraba inteciones de tener una relacion conmigo, después de todos estos años, no comprendía por qué la desgracia abundaban en mi, me sentía tan impotente veía como todo se derrumbada cada vez más, la separación de mis padres, mi madre nunca quiso saber nada de mi, soy una carga para mi padre, nisiquiera mis padres biológicos querían saber de mi.

Mis piernas temblaban, me tumbe en el suelo, sentía una finas punzadas que lastima con sutileza mis rodillas, pero esto era lo último que me se me pasaba por la cabeza, incluso el dolor calmaba el dolor que sentía en el pecho.

-¿Dejaras de llorar o que? Trato de dormí- mi cuerpo de paralizó al escuchar esa voz, tan gruesa y varonil, fue en ese instante que me daba cuenta que espeso a anochecer , el sol poco a poco se acostaba dejando la luna salir y alumbran la noche.
-¿Que...?- miraba ami alrededor incredula de no poder ver con claridad, mis pupilas trataban de acostumbrarse a la ausencias de luz, pero se me hacia imposible -¡¿Quien anda hay?!- no respondió nadie, pensaba frenéticamente que fue solo el cansancio, y quería que fuera así.

"Genial oía voces en mi cabeza"

Me levante rápidamente sacudió mi cuerpo quitado la suciedad, dudaba en regresar a mi casa o no, pero no tenia otro lugar a donde ir o quedarme, la verdad era que no tenia opciones y este bosque no era una de ellas.

Me abri paso al bosque, suponía que no debería de estar lejos, haber corrido hasta este luga, solo avia tomado 12 minutos, caminar no sería un problemas, solo debía caminar recto y encontraría a la salida....

Pasaban los minutos y todavía no e salido del busque, juraba que había caminado más de quince minutos, cada paso que daba más oscura era la noche y más tenebroso era el bosque, a este punto no podía nisiquiera ver nada, Emily camino por casi media hora y seguían sin encontrar la salida.

-¿No te an dicho que este bosque esta maldito?- de nuevo esa vos, un miedo total se apoderó de Emily.
Entonces no era mi cabeza, esa vos se escucho más clara que le agua, no avia duda que no estaba sola en este bosque, eso solo aumentaba más el temor de Emily.

-¿Maldito?- repetí, en vos alta, el ser desconocido solo solto una risa burlona, haciendo eco.

-Valla, eres nueva...- su vos sonaba tan serca pero ala vez tan lejos.

-¿Señor que quiso decir con "Maldito"?- repetí nuevamente la pregunta -Podría por favor ayudarme a salir- suplicaba miestras miraba todo mi alrededor, buscando entre la oscuridad y tratando de visualizar aquel hombre.

-Hum... - todo quedó en cilencio, no se escuchaba nada -Talvez no...- esa vos... sentía como alguien me tomaba de la cintura y me aprecionaba con sus fuertes brazos evitando que me soltase -Valla que fuerte eres...

-¿Que haces...? Suelta me t-te lo suplicó...- sentía como sus manos tocaban mi cuerpo, sentía su respiración agitada serca de mi oído.

-Súplica más, eso me encanta- hablaba de manera hostil, cada centímetro de piel se estremeció... Corría peligro.

"¿Como puse ser tan estúpida de aver escapado de esa manera?"
"Papa ayúdame... Alguien por favor"

-Por favor dejame ir...- dije quebrada, mis lagrimas no dejaban de salir.

Las manos de aquel extraño subieron hasta mi garganta, que a continuación apretó, estaba quitándome la respiración, mis vista se nubló, sentía la desesperación correr por todo mi cuerpo, no quiero esto... Quiero vivir, no quiero morir así, quiero saber lo que es la vida, el amor, tener una carrera, y talvez saber quienes son mis verdaderos padres, y sol talvez casarme... ¡Deseo tanto vivir!
Poco a poco sentía como mi alma dejaba mi cuerpo literalmente, sentía que perdía las fuerzas, me sentía tan débil, sentía una corriente de frío por todo mi cuerpo.

Emily sentía una gran pesadez en su cuerpo se sentía como si uviera aguantado hambre por días, su estómago dolía, sentía que poco a poco perdía la conciencia, no tenía la fuerza suficiente si quiera para seguir luchando por su vida... No paso manos de un segundo cuando aquel sujeto la había liberado, su cuerpo casi inerte se desplomó en el suelo, tomó un fuerte bocado de aire, sentía como su corazón papitaba locamente sus pulmones se llenaron de aire, sintiéndose otra ves viva.

-Que te e dicho de usurpar en mis tierras Jacob...- una vos nueva se acerco.
Jacob solo rio para luego levantarse -Valla, valla, Eliot, pero si es mi hermano favorito, cuanto tiempo... Ahora te dedicas a salvar damiselas en apuros- Eliot solo se limitó a observado.
Jacob siempre fue así de testarudo hacia sus mayores, no era la primera ves que enfrentaba a sus hermanos, que podría decir era reconocido por ser el señor de la arrogancia, orgullo y corrupción, su título no podía quedarle más a la perfección.
-Conoces las reglas, no puedes aparecer cuando quiera, meterte en mis dominios y atreverte a derramar sangre en terreno ajeno - sus palabras era duras, no mostraba una pisca de expresión, la tenua luz de la luna evitaba verlo claramente, aunque para ella este no era un problema, entre ellos se podían ver, sus ojos tenía la capacidad de ver hasta lo más oscuro.
-Vamos Eliot, no es para tanto solo me divertía, además, ella estaba aquí cuando me la encontré- Eliot mira a la chica de reojo, su vestido rojo color sangre hacia que resaltarán entre su visión.
-Vete...- dijo Eliot de manera severa, sin embargo para Jacob era como un juego, solto unas pequeñas risas hasta que en un humo negro desapareció sin dejar rastro alguno.
Jacob desaparición entres las sombras dejando solo a Eliot y Emily, que por el cilencio se escuchaba como lloraba ahogadamente. Eliot por su parte solo la mirada, para el solo era una simple campesina de pueblo que no sabía las advertencia de este bosque, solo mor hoy avia decidido perdonarle la vida, algo que no era muy normal en el, estaba dispuesto a irse, pero algo lo detuvo, fue más bien alguien, Emily.




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