Mi luz

Recuerdos. 7

La mano de Emily temblaba mientras sostenía una copa de cristal, que en esta tenía un líquido de color rojo, Emily observa a las jóvenes a su alrededor sin si quieran entender nada, mientras a los lejos se escuchaba aquel hombre hablar, miraba a sus espaldas donde se encontraba su madre mirándola seriamente, después de unos segundos, a quel hombre terminó diciendo.

" και θα κυκλοφορήσει " 
Beban y serán liberadas

"¿Acaso era griego lo que el señor habló?" No lo sabia con certeza, pero ahora Emily se sentía que avía caído en un trapa echa por su madre, nisiquiera sabia que hacer, onbervava como todas las jovensitas tomaban aquel líquido rojo, nisiquiera estaba segura que contenía en su interior, Emily se negaba a beber, pero una mano más fuerte que ella, la hizo tomar todo el líquido ala fuerza, el liquido rojo, se salia por la comisura de sus labios, mancha su cuello y pecho, no tardo en toser como loca al sentir como quemaba su garganta.
Sentía tanto nervios, podía sentir que algo no estaba bien, incluso podría decir que esto era un ritual satánico, cuando nuevamente mire aquella figura negra de hace unos minutos, ahora estaba más que segura, yo era la que ocupaba su campo de visión, a este punto me sentía tan terriblemente mal, gire mi rostro para volver a ver a mi madre, su mirada era sería, movía sus labios repitiendo una y otra ves "bebe" gire mi rostro asustada, una fina gota de sudor rodaba por mi frente, observaba la copa, comencé a dudar, pero al final me lo tomé, cerré mis ojos fuerza mientras sentía como el líquido corria adiendo en mi garganta. 
No avia pasado más de medio minuto cuando comencé a sentirme mucho peor de lo que ya estaba, sentía demasiado mareos y ganas de vomitar, mi vista comenzó a nublarce, escuchaba que alguien hablaba pero en realidad no escuchaba, era como si su voz se disipara, mis piernas ya no podía sostener mi peso, fui cayendo lentamente hasta que lo último que vi, fue a quella figura misteriosa, que entre las sobras me observaba, hasta que me caí inconsciente....

Abir mis ojos lentamente, mientras me levantaba, estaba asustada al verme rodeada de árboles, ¿A caso estaba en el bosque, era imposible, como llegué aqu? Pesaba que estaba sola hasta que a un costado mio mire una sabana de color negro que cubría un bulto extraño, miraba mi alrededor tratando de buscar a alguien pero estaba sola, todo era extraño, me encontraba rodeada de árboles que formaban una prisión, cada arbol pegado entre ellos, y un espacio arriba dejando ver el cielo, pero no el era el cielo, su color rojizo al igual que la luna, como si fuera un eclipse.
Volví a ponerle atención a aquel bulto, me acerque, y con mi mano quite la sabana, mis ojos quedaron tan orrorisados, el cuerpo desangrado de una mujer, su garganta estaba cortada y todo su cuerpo bañado en sangre, no pude evitar gritar y caerme del impacto que provocó en mi, la sangre seguía saliendo de su garganta como si recientemente fue asesinada, sin darme cuenta un charco de sangre se extendió como si fuera un riachuelo, trate de alejarme pero el espacio era ilimitado.
Podia sentir como la sangre me perseguía, literalmente, me encontraba rodeada de sangre, la sangre salia por todos lados, de los árboles las cortezas se abrieron como si fuera rasguños, repentinamente comenzó a llover, las gotas caían y resbalan por mi mejilla dejando un rastro de sangre.
-¡Ayuda!- grite con todas mis fuerzas, esperando que alguien me escuchara -¡Por favor, alguien ayúdeme!- me sentía cansada, estaba completamente bañada en sangre , mi pelo de tiñó en un color rojizo.

El pánico me estaba consumiendo, sentía desespero, claustrofobia, sentía como el aire se me agotaba, sentía que no podía respirar o moverme, mi lagrimas no tardaron salir.

-Tu también morirás -mi vista subió y hay estaba, mis ojos estaban a punto de salir de sus órbitas, mi corazón por salirse de mi boca, y apunto de talves desamayarme

"¡Esta viva!" Pense, estaba parada, con su mirada fija en mi, ¿Estaba viendo un fantasmas a acaso? Me pregunté, de pronto su rostro cabio, justo frente mis ojos podía ver como su garganta se cerraba y su pelo cambiaba de color a blanco...
"IMPOSIBLE" 
-¡No puede ser!- mi manos temblaban del frío y miedo, esto no era solo miedo, era pánico espantoso, que te hace sentir realmente mal, como si estuvieras enfermo.
La chica ahora se parecía.. ¡A mi!, su pelo su ojos y aspecto, todo en ella cambio, ¿Por que? Mi ojos no podían dejar de verla, ¿Que estaba pasando? Trataba de hablar pero mi palabras simplemente no salía de mi boca.
De la nada a quella chica comenzó a emerger al mismo tiempo que la lluvia paro, y toda la sangre se desvaneció, como si ella la absorvierá, su cuerpo ahora estaba limpio, sin sangre ni cortadas, nada, mire como me comenzó a sonreír, una sonrisa tealmente espeluznante, que se extendida de oreja a oreja, dejando a la vista toda una fila de dientes.
El frío se hiso presente, sentía como mi cuerpo se debilitava, y un dolor agudo que provenía de mi garganta, sentía como si alguien me estuviera ahorcado, una de mis manos toco mi cuello y el dolor fue más duro, ¿Acaso? Era mi sangre... Rápidamente mire mi cabello y ropa... Esto nisiquiera lo tenia puesto... Ella acaso cambio de cuer.... Mi cuerpo colapsó.
Los minutos pasaban y el duro piso, lleno de astillas, mohoso, piedras, entre otras cosas que se volvía molesto, pero, luego comese a sentir una suavidad, como si estuviera acostada en una alfombra echo de pelo de gato, eran tan suave, un olor de frutas y cerezos inundó mis fosas nasales, ¿Por que de la nada se sentía tan cómodo y caliente? podía sentir como alguien tocaba en repetidas ocasiones mi cabeza, se sentía tan cómodo, que podía estar así toda la eternidad, sentí como un beso cálido abrazo mi mejilla cerca de mi ojos, por alguna razón no me moleste para nada, me sentía tan segura, y asalvo, como si no fuera yo misma.
-No quiero irme nunca- susurre, pude escucha como aquella persona solto una pequeña riza.
-Y no lo harás- respondió, dibuje una sonrisa, mientras mantenía los ojos cerrado.
-Eso suena bien- dije para luego dormirm.
Quería dormí tan profundamente, al paso de las hora me desperté, ahora estaba sobre una cama, una cama al aire libre, tenía barotes en cada punta que sostenía una fina tela de seda, miraba mi alrededor, y todo era como pensé que sería, los campos lleno de flores y lo árboles de cerezo, todo era como un mismísimo cuento de adas.
De la nada sentía como una mano me tocaba atranyendome hacia el, gire mi rostro y no pude aver quedado más sorprendida, un hombre de faciones perfectas, su piel era tan suave, no pasaba de los 28, ojos un poco rasgado, labios no tan delgados o gruesos, su cabello negro como el carbón, tenía los ojos cerrado, parecía que dormia plácidamente.
Nuevamente senti como trataba de jalarme hacia el, ¿Por que no estaba corriendo? No conocía a este hombre, pero me sentía tan segura y cálida, y no me quería ir, quería quedarme a su lado, me acosté a su lado, mientras lo miraba fijamente, no podía dejar de miralo, sus músculos que por la ranura de su bata, entre abierta se podían ver, pase una mano por su pecho y lo acarie suavemente, me sentía tan avergonzada mentalmente, pero ¿Por que lo estaba disfrutando a la ves?




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